Yo, Curtis Garland

Imagen de David Jasso

Reseña de la autobiografía de Juan Gallardo Muñoz publicada por Editorial Morsa.

Hay tres autores de bolsilibros que han marcado a miles de lectores durante varias décadas: Corín Tellado, Marcial Lafuente Estefanía y Curtis Garland. Juan Gallardo Muñoz es el hombre que se encuentra tras el pseudónimo de Curtis Garland. Más de 2.000 novelas publicadas y 50 años de ejercicio profesional.

La literatura popular ha sido criticada con frecuencia, pero tras esos pseudónimos anglosajones se encontraban grandes profesionales que trabajaban a destajo, consiguiendo en muchas ocasiones, a pesar de las limitaciones con las que se enfrentaban, grandes muestras de fantasía y creatividad.

Reconozco que Curtis Garland siempre ha sido mi preferido, y durante mi juventud coleccionaba todas sus novelas con auténtico frenesí. Así que quizás no sea muy imparcial a la hora de valorar su biografía porque soy un fan declarado.

La autobiografía de Curtis Garland publicada por editorial Morsa cuenta en un centenar de páginas la vida del autor y se complementa con unas cuantas fotos y un listado muy limitado y poco exhaustivo de su amplia producción literaria.

Curtis sabe cómo narrar, experiencia a sus ochenta y un años no le falta, y su biografía empieza con un niño abrazado por su abuelo mientras el tren en el que viajan es bombardeado por la aviación. A partir de esos momentos que le marcaron, comienza a contarnos su vida de forma más o menos cronológica, porque, al igual que en sus novelas, introduce digresiones, flashforwards y pequeños saltos temporales.

Destaca el papel de su mujer Teresa, tristemente desaparecida hace pocos años, que influyó decisivamente en la carrera del autor y siempre fue su apoyo e inspiración. Pronto el autor publicará una novela dedicada a ella.

Curtis proviene de una familia de actores y eso condicionó su infancia y le abrió al mundo de una forma especial: con poco más de catorce años ya ejercía de crítico cinematográfico, consiguiendo alguna interesante exclusiva. Posteriormente trabajó como actor, guionista de televisión y cine, y sobre todo como escritor de bolsilibros, su auténtica vocación.

En la biografía apreciamos el talante abierto y arriesgado del autor que se esfuerza por situarnos en las circunstancias históricas y sociales de cada momento, sin adentrarse en política ni dar su opinión, pero preocupándose de brindarnos el contexto adecuado a los momentos que relata; como en sus novelas, vamos.

Curtis utilizó media docena de seudónimos y desarrolló todos los géneros posibles: oeste, policiaco, espías, piratas, karate, porno y ciencia ficción, pero sobre todo terror, género que manejaba con maestría.

El lector no puede evitar sentir pena cuando Curtis narra la lenta defunción que sufrió el formato y su definitiva extinción, que le abocó al paro literario y le obligó a ejercer de comercial.

De todas formas he creído apreciar cierto leve resentimiento hacia el trato que su obra ha recibido. Es lógico: después de ganarse el respeto de miles de lectores, el formato desapareció y su valía literaria se cuestionó por críticos y enteradillos que tachaban la obra de esta generación de autores como subliteratura. Curtis escribía con amor y entusiasmo, es normal que sienta cierto resquemor hacia cómo ha sido tratado. Afortunadamente obras como esta autobiografía y la labor de editorial Morsa reeditando otras novelas suyas, contribuyen a reivindicar el valor de una literatura rápida y directa, sí, pero plagada de profesionalidad y buen hacer literario. Plagada de sorpresas y emociones.

Reconozco que en mi mesilla hay una novelita de terror de Curtis Garland que compré el último fin de semana en el rastro por 50 céntimos y que me está proporcionando increíbles ratos de placer. Mucho mejor que Dan Brown, desde luego. Y mejor escrito.

 

Autor

Curtis Garland nació en 1929 y se dedicó durante más de medio siglo a escribir unos 2.000 bolsilibros, llegando a convertirse en uno de los autores más prolíficos y exitosos. Su firma aseguraba calidad y un montón de ideas narradas con buen ritmo.

La desaparición del formato le obligó a abandonar casi completamente la literatura, pero actualmente colabora con editoriales latinoamericanas y hace un par de años publicó en ediciones B la novela histórica La conjura, que si hubiera contado con el debido apoyo editorial podría haberse convertido en un auténtico best seller.

Actualmente con más de ochenta y un años continúa escribiendo y publicando con cierta continuidad. De vez en cuando se le rinden emotivos y merecidos homenajes como el de este 23 de abril en la Comunidad de Madrid que reivindicaba el papel de los escritores de bolsilibros.

 

Sinopsis

La obra nos cuenta la vida de Juan Gallardo Muñoz, más conocido como Curtis Garland (entre otros pseudónimos), autor de novelitas de bolsillo. Nos narra su trayectoria personal y profesional.

En su autobiografía resultan especialmente emotivos los momentos en los que el autor habla de su esposa desaparecida tras una larga enfermedad.

Curtis es, sin duda, el máximo exponente de este género literario en lo concerniente al terror y la ciencia ficción. En la autobiografía, Juan Gallardo nos demuestra que detrás de cada uno de esos pseudónimos se encontraban personas con sentimientos, problemas y esperanzas. Conocemos el lado humano del autor.

 

Edición

Editorial Morsa

Tapa blanda

150 páginas aprox.

 

Conclusión

Un libro autobiográfico muy entretenido que encantará a los seguidores del autor, aunque a los no introducidos en las novelitas puede dejarles fríos, ya que es imprescindible haber disfrutado de los bolsilibros para paladear todos los sabores de esta biografía.

Encantará a los seguidores del autor, aunque quizás echen en falta más información sobre la metodología de trabajo de Curtis Garland, sus fuentes de inspiración y las condiciones laborales de estos autores. Sin embargo, como perfil personal del autor es un excelente libro que demuestra que “quien tuvo, retuvo”.

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Canijo
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Puntos: 4573

Joder, más de una le he leído yo a este señor, y siento profunda admiración por estos héroes que tenían que escribir las novelas en días, del género que tocase y manteniendo el interés. A mí el que me llamó la atención por alguna frase y su tendencia picantona es Joseph Berna, José Bernabeu López, un cachonco mental con mucho oficio y gracia.

En fin, parece un libro interesante, aunque coincido en que no tratar lo de la metodología, las fuentes de inspiración de autores que por ejemplo escribían CF sin haberla leído antes, o las condiciones laborales, qué les pedían exactamente y en qué condiciones, se puede echar mucho de menos.

 

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