Mot
Reseña del primer volumen recopilatorio de este cómic de Azpiri y Nacho publicado por Planeta DeAgostini y que incluye tres historias independientes: Mot, El coleccionista y El castillo maldito
Como tantos otros, supongo, descubrí Mot en el suplemento dominical El Pequeño País. Era un cómic que me fascinaba por el escenario más que por las propias historietas en sí, puesto que se publicaba de un modo fragmentario, por entregas. Os podéis imaginar mi alegría cuando me regalaron este volumen: por fin he podido leer las aventuras de Mot íntegramente y de tirón. Y ha sido un gustazo.
Mot, nombre tanto del monstruo (Movimientos Orgánicos Telúricos) como de la serie, narra las aventuras que se ve obligado a vivir Leo desde que un día aparece en su armario esta peculiar criatura. Como se ve, el arranque, que podemos disfrutar en la primera historieta del volumen, es todo un guiño a lo más básico de la fantasía pues ¿quién no ha oído hablar de monstruos en el armario? Desde luego, la fantasía es el pilar de la serie.
Grosso modo se encuadra en lo que sería el cómic juvenil, aunque sólo sea porque el protagonista es un adolescente, pero lo cierto es que en sus páginas se va mucho más allá. Tiene por un lado unos cuantos guiños al mundo adulto que son bastante ácidos, y que vienen propiciados por el humor socarrón de este monstruo algo puñetero, y también hay un espacio para la sensualidad, por lo que, aun aceptando que fuera juvenil, poco tiene de naif o de mogigato (lo que no está reñido con cierta ternura: tiene un toque muy entrañable toda la historia).
En definitiva, es una historia rica en matices, nada simplista, pero que se zambulle despreocupadamente a los mares de la aventura y la fantasía. El concepto, según se comenta en el prólogo, surgió del propio Azpiri, aunque el guión corrió a cargo de Nacho. Al menos en el primer volumen, la narración gira bastante en torno a los aprietos en que Leo, el protagonista de la historia, se mete por tener esta particular "mala compañía" (pocos padres aprobarían que su hijo se fuera a otras dimensiones con un monstruo descomunal con una extraña facilidad para romperlo todo). No obstante, consigue ampliar el marco y evita quedarse en una serie de gags sobre lo complicado que es ocultar una presencia así en un domicilio normal. De este modo, visitamos mundos en los que reencontramos todo el sabor de la fantasía, la ciencia ficción y, en cierta medida, el terror (más por el escenario que por la propia tensión y el suspense, pues la obra es poco tenebrosa).
El trabajo gráfico de Azpiri es remarcable. Los personajes son muy expresivos y el telón de fondo muy sugerente. Las ilustraciones se disfrutan tanto dentro de la dinámica de la narración (con la que se compaginan a la perfección) como contemplándolas con más detenimiento. El coloreado, asimismo, sienta bien al conjunto.
De este modo, tenemos un cómic muy original dentro de la producción nacional, claramente sumido en el género de fantasía, que compagina aventuras con un humor socarrón (propio de Mot) y que se puede disfrutar tanto de joven como de no tan joven.
Sinopsis (Cortesía de Planeta DeAgostini Cómics)
Vigila tu armario...
En la oscuridad, en el fondo del armario ropero de Leo, brillan unos ojos. Un monstruo se esconde en su interior: Se llama Mot, es gigantesco y voraz, pero también simpático y comodón, prefiere los bocadillos a los niños y tiene una habilidad especial para atravesar puertas interdimensionales que los llevarán a las aventuras más increíbles.
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Recuerdo que lei a Mot hace años, mas que la historia (que esta bien) lo que de verdad impresiona es el dibujo de Azpiri...
“Quien vence sin obstáculos vence sin gloria”