Había cruzado valles, montañas, llanuras y desiertos, viajado entre mundos, entre tiempos, retornado sobre sus pasos una y otra vez en busca de las claves escondidas en pasados paralelos; había encontrado la forma de vivir para toda la eternidad pero ésta era escurridiza, por mucho que la persiguiera parecía que la mayor fuerza del multiverso también era la que elegía dónde y cuándo estar.