Pues resulta que me acerqué al fnac de un centro comercial muy grande de Asturias llamado Paque Principado a comprar una cosa con un amigo y justo cuando iba a la caja me para una empleada para ver si nos hacemos la tarjeta del fnac esa... total, que como estaba buena de narices, al final me convenció (porque bueno, además era simpática).
Hasta ahí todo normal, pero todo se volvió muy extraño cuando empezó a tomar los datos, y a raíz de un código postal... al final, en resumidas cuentas, la tía acabo diciendo que su vida era un poco rara (joder, si supiera la nuestra), que la iban a echar de un curro que tiene en una cafetería y va mi amigo y le dice que de la suya se va una y que va a quedar una plaza, así que al final le acabó dando los datos. Encima tenía otro trabajo como mediadora en conductas de género para el ayto. y trabajaba justo delante de la cafetería de mi amigo (es que han puesto la sede justo en la cera de enfrente, justo enfrente de su bar)
A mitad de conversación se dijeron muchas cosas raras y uno de los colmos fue cuando estoy mirando a la pared de cristal de mi izda y pienso que es un espejo que me refleja... me miro al reflejo de las piernas y pienso... Dios, que raro... no me veo las piernas y vengo con piratas... ¿pero a donde cojones me llegan, a los tobillos? Hasta que me percato que no es mi reflejo, sino un pavo que estaba en el mostrador de al lado, xDDD.
A ver... ya la invitamos a tomar algo un día, a ver que pasa, xD. Nada, fue todo muy extraño y la verdad que nos echamos unas risas...
No se drogaron con abrazos y amistad?
Come frutas y verduras.