y mas y mas

Y pasa lo mismo con la Torre Oscura, de Stephen King. ¿Cuántos hay ya?

Mmm... creo que habría que distinguir entre series y sagas.

En una serie todos los libros siguen un orden inalterable porque forman parte de una misma línea argumental.

En una saga los libros están relacionados entre sí porque los personajes se entrecruzan o están ambientados en el mismo mundo o el protagonista es el mismo. No es tan importante el orden.

Por ejemplo, Balzac escribió sus novelas como parte de la saga de La comedia humana porque sus personajes se entrecruzan y lo mismo hizo Zola pero puedes leer sus novelas de forma independiente. Claro que si te las lees todas puedes ver cómo un personaje de una novela aparece en otra y atar cabos. 

Aunque para saga adictiva la de Canción de hielo y fuego. La quinta ya está en inglés pero hacen falta dos libros más...

¡Ojalá fuera cierto! Ya me la habría leído por lo menos dos veces. Se dice que la quinta entrega estará lista relativamente pronto, pero claro, eso lleva ya casi dos años diciendolo

En su última entrada de blog con fecha del 22 de junio dice que ha conseguido meterle un buen tute al quinto libro, con el que lo está pasando bastante mal por el tema de cuadrar todas las tramas y, que por primera vez en mucho tiempo, ve la luz al final del tunel

¡Ojalá fuera cierto! Ya me la habría leído por lo menos dos veces. Se dice que la quinta entrega estará lista relativamente pronto, pero claro, eso lleva ya casi dos años diciendolo

Yo lo decía porque vi la quinta entrega en cyberdark pero ahora que me fijo es un avance con fecha indefinida.

http://tienda.cyberdark.net/a-dance-with-dragons-a-song-of-ice-and-fire-...

En su última entrada de blog con fecha del 22 de junio dice que ha conseguido meterle un buen tute al quinto libro, con el que lo está pasando bastante mal por el tema de cuadrar todas las tramas y, que por primera vez en mucho tiempo, ve la luz al final del tunel

¡Venga, Georgie, tú puedes hacerlo!

Pero esto suele pasar mas en literatura fantástica y sobre todo en la épica, yo creo que cualquier historia con mas de tres libros es mucha tela, y si encima tardan tanto ni te cuento, por eso no he empezado la famosa canción de hilo y fuego.

 No me gustan mucho las sagas,eso de tener que esperar a veces años para saber como continua una historia me toca los higadillos...como por ejemplo con Harry Potter,me fastidia esa ansiedad que te entra por saber como continua la trama...luego estan los que son sagas,pero no de la misma historia..es decir,los que tienen por protagonista a un mismo personaje,pero cada libro es diferente..como Fray Cadfael de Ellis Peters o el agente Pendergast de Preston y Child...estas sagas si que me gustan,las otras tienen que pillarme con la historia para que siga una.

Yo creo que la prueba paradigmática de este suceso se da hoy día en la televisión. Las series televisivas y sus ahora posmodernas asimilaciones por temporadas y capítulos y season finales. Resulta que cuando una serie hace ganar más de cuarenta milloncetes a los que la producen, el producto se reinventa con una segunda temporada, aunque tal vez no estuviera prevista de antemano. Hay casos aislados -pongo Lost, pongo Six Feet Under-, pero sabemos de muchas que sí lo hacen: Prison Break, Héroes... Productos más enfocados a un público que pide historias detectivescas y carcelarias o fantásticas, más enorme todo y, también, comercial: son productos más hechos para el destinatario que para el que produce, por tanto el riesgo a estirar el chicle es irremediable. La cosa es que el chicle se puede estirar y muchos productos comerciales lo hacen muy bien (¿quizá Indiana Jones con su última película y un Ford algo viejete...?), porque saben jugar con la textura de modo que no se rompa, pero otros repiten tantas veces los mismos trucos y artimañas, los mismos mecanismos, los mismos cliffhangers, que al final se rompe el chicle y todo al carajo.

Esta es mi teoría del chicle que uso ahora para hacer analogía con la literatura. Las sagas fantásticas, así como las literarias simplemente, lo único que hacen es esto: reinventar un producto que todavía, piensan, no puede o debe haber acabado para el público. Pero el público tiene un límite, se cansa: ahí es donde deben operar bien los que se esconden tras el escenario, reinventarse de un modo original y sacar a flote la historia con algo nuevo, sino la pura necesidad de ese reinventar no será más que un goce reiterativo del que pocos -seguramente fanáticos- podrán disfrutar.