http://www.soitu.es/soitu/2009/05/25/sexo/1243270484_766606.html
Éste es un tema del que se habla muy poco, pero lo cierto es que el pene puede fracturarse. Se trata de una situación infrecuente, pero muy dolorosa.
En el pene, los cuerpos cavernosos están cubiertos por una cápsula que soporta una gran tensión en los momentos de rigidez. La fractura de pene consiste en la rotura de uno o ambos cuerpos cavernosos, la cual, a su vez, puede unirse a una lesión en el cuerpo esponjoso. En los casos más severos puede además estar acompañada de una lesión uretral. Los datos indican que alrededor del 75% de los casos ocurren en un sólo cuerpo cavernoso, el 25% afecta a ambos lados y en el 10%, la lesión se extiende a la uretra.
La primera descripción de una fractura de pene fue realizada por Malis en 1925. Como hemos dicho, es una lesión rara y su incidencia se calcula en un caso por cada 175 mil ingresos hospitalarios. Muy probablemente, un gran número de casos no llega a diagnosticarse. Muchos de ellos pasan desapercibidos, ya sea porque no se sabe muy bien qué ha ocurrido o por considerarlo vergonzoso.
La causa más frecuente es un traumatismo directo y cerrado sobre el pene en erección. Por lo general, ocurre durante algún movimiento brusco y sorpresivo en el coito. Está claro que suele producirse en el transcurso de una actividad sexual muy vigorosa y hasta eufórica. Aunque otras veces, es el efecto indirecto de algún tipo de percance durante el coito. Puesto que para que se fracture, el pene tiene que estar en erección, lo más común es que se produzca durante una actividad sexual frenética, pero no necesariamente. Algún caso hay de "erección instantánea en el momento equivocado", pero ése es otro tema.
Puede ocurrir, por ejemplo, porque el pene se sale de la vagina accidentalmente "sin que el varón se dé cuenta". Entonces, él sigue empujando, choca contra un cuerpo sólido y causa la fractura. También puede producirse debido a que la pareja se cae, pierde el equilibrio, el apoyo que tenía o cambia la postura repentinamente. No da tiempo suficiente al hombre para reubicar su pene o cambiar el ángulo de penetración. Según cuentan algunos afectados directos, tiende a ocurrir cuando el chico está tumbado y la chica está encima, a horcajadas. Si ella cambia de postura bruscamente, el pene puede no soportar el repentino cambio de ángulo en la penetración.
Al fracturarse el pene se produce un ruido, parecido al sonido de un chasquido. Casi siempre el dolor es inmediato, pero no siempre, y se pierde la erección. Entonces se produce una incurvación del pene hacia el lado opuesto al de la fractura y aparece un hematoma genital. En la mayoría de los casos, el hematoma sólo es visible en el pene, pero puede extenderse también hacia el área escrotal, perineal...
Según algunos expertos, muchos de los pacientes que presentan una fractura de los cuerpos cavernosos cuentan con una especial predisposición a sufrirla. La presión que puede soportar su túnica albugínea es mucho menor que otra que cuenta con una estructura normal.
En caso de fractura del pene, es muy aconsejable acudir al hospital más cercano y pedir ser atendidos lo antes posible. Hoy día, el tratamiento es sencillo, aunque suele requerir una pequeña intervención quirúrgica, bajo anestesia. Se drena el hematoma y se restaura la brecha producida en el cuerpo cavernoso. Al cabo de unas semanas, el hematoma desaparece y el pene está listo para... placenteras nuevas erecciones. No obstante, la recuperación psicológica de esta experiencia puede llevar un poquito más de tiempo. Lo que está claro es que el pene se recupera rápidamente.
¿Alguna vez habéis tenido un accidente de este tipo?
Conozco a uno que recién casado, subía a su novia en brazos por las escaleras (está claro a lo que iba), tropezó y bueno...eso.