- Aunque te parezca mentira, querido bisnieto, cuando yo tenía tu edad me planteaba lo mismo que tú, con herramientas de entonces: antes escribíamos sobre papel con unos objetos que podrás ver en los museos. Se llamaban bolígrafos, aunque había muchas variantes; rotuladores, lápices, plumas estilográficas… Con tu edad mis dedos tuvieron que pasar a acostumbrarse de aferrar estos objetos a deslizarse por los teclados, los mismos que hoy en día están cayendo en desuso ante el imparable avance de la Neuronética.
El Bisab hizo una pausa, buscando recuerdos del ayer en su memoria. Lo observé detenidamente. Me fascinaba contemplarle. Quedaban pocos testigos de la llegada delos Eternos, pero quedaban menos aún que hubieran nacido en el milenio anterior, al inicio de lo que más tarde sería llamada la Era Tecnológica. Bisab había sido testigo de los años previos a la crisis energética y medioambiental que posteriormente desembocaron en el Gran Colapso.
Los avances de la Neuronética aplicados a la medicina permitieron a mediados del siglo pasado retrasar ligeramente el envejecimiento de las células cerebrales. El cuerpo de Bisab, en otro tiempo quizás alto y fuerte, mostraba los signos evidentes de una persona que ha sobrepasado el siglo de edad. Sus arrugas se perdían unas en otras, su pelo totalmente blanco se resistía a caer, aún a pesar de su reticencia a usar la implantación capilar. Pero su mente seguía discurriendo ajena a las enfermedades que décadas atrás preocupaban a los ancianos y que hoy en día habían sido controladas gracias a los descubrimientos realizados en el campo de la genética.
-No es lo único que ha cambiado desde entonces. Es la parte negativa de nuestros avances en la Neuronética; sabemos exactamente cómo causar cualquier sensación o sentimiento en nuestro cerebro y nos hemos rendido a esa realidad virtual que nos acerca todos los sabores, olores y sensaciones del mundo sin movernos de nuestro sofá. Las generaciones venideras olvidarán paulatinamente el placer de descubrir un nuevo sabor, una nueva sensación…Creo que el ser humano vuelve a caer en los mismos errores del pasado; nos rendimos sin condiciones ante cada avance que nos haga la vida más cómoda. Caemos a los pies de cualquier innovación que nos traiga el mundo a casa en lugar de salir a descubrirlo por nosotros mismos. Los Eternos nos mostraron lo peligroso de nuestra tendencia a discurrir por un sendero olvidándonos de mirar hacia los lados. Espero que nuestra maldita manía de correr hacia adelante no acabe en una nueva catástrofe.
-Entonces Bisab, ¿crees que nos acercamos a otra época oscura como la Década Negra?
-No lo creo. Las circunstancias anteriores a la Década Negra no se dan en la actualidad. No hay guerras fronterizas pues las fronteras dejaron de tener sentido, no hay lucha por el control de la energía, pues el núcleo terrestre nos da toda la que necesitamos en cualquier punto del planeta, no hay lucha en nombre de la religión, pues todo cambió con la llegada de los Eternos…Ahora el ser humano está más unido que nunca, aunque queden reductos de personas que no hayan querido abrir los ojos a la nueva realidad…No, no creo que suframos otro Colapso. Nuestro enemigo es otro. Nuestro enemigo es la complacencia, el conformismo, la relajación de una sociedad del bienestar…
La tarde discurrió como todas las visitas al Bisab, con su voz parsimoniosa llenando cada recoveco de mi mente, con la Bisab sentándose a nuestro lado de vez en cuando y regañando al Bisab por aburrir a su bisnieto con aburridas historias del pasado, y con el Bisab mirándola a su vez y sonriéndole ante cada nueva interrupción.
Al final del día, cuando disponía a marcharme con la cabeza llena de visiones dibujadas del pasado, le pregunté a Bisab si se habían cumplido sus expectativas en la vida. El Bisab me sonrió y dijo:
- Hijo mío, he visto el horror, la guerra, la destrucción, el hambre, la pobreza, he visto como el ser humano se autodestruía sin motivo alguno por intentar hacer prevalecer el individuo sobre el colectivo. He visto resurgir un nuevo concepto de humanidad, más unida, más concienciada de nuestra posición en el universo, he visto cómo llegábamos a otro planeta, he visto cómo la eterna pregunta del hombre de si estamos solos en el universo ha sido contestada…he visto mucho más de lo que cualquier ser humano antes de nuestra generación podría haber siquiera imaginado. Y sin embargo, a pesar de que todo esto ya de por sí responde a tu pregunta, hay cosas que me han llenado mucho más y que por sí mismas ya merece la pena haber vivido.
- ¿Si? ¿Como cuáles Bisab?
- El año pasado hizo un siglo que celebramos nuestra unión la Bisabuela y yo. Hace cien años, sobre una pradera verde de las que ya no existen, al menos en nuestras megaciudades, la Bisabuela y yo empezamos nuestra vida juntos sin saber lo que nos depararía el futuro. He vivido un siglo con ella. A las generaciones futuras las parecerá un tiempo normal, pero a nosotros, situados entre una generación que vio nacer a los ordenadores y otra que ha visto colonizar Marte, nos parece un regalo de las estrellas. Y lo que te quiero decir, hijo mío, es que a pesar de haber vivido todo lo que te he contado, los grandes acontecimientos de la humanidad, el cambio de filosofía, el nuevo rumbo que tomamos…nada es comparable a la sensación de pasar junto a ella un solo día de estos cien años.
Salí de la casa de los Bisab como siempre, perdido en mis pensamientos. A pesar de nuestros avances, de nuestra tecnología, seguían existiendo parcelas inexpugnables al conocimiento humano. No creo que ninguna ecuación matemática ni ley física pueda cuantificar ni explicar el amor entre dos personas…
Bienvenido/a, Yandros.
Participas en la categoría de Ciencia Ficción.
Recuerda que si quieres optar al premio del público o a su selección debes votar al menos una vez (punto 9 de las bases).
En este hilo te pueden dejar comentarios todos los pobladores. Te animamos a que comentes los demás relatos presentados.
Si tienes alguna duda o sugerencia, acude al hilo de FAQ´S y en caso de que no encuentres respuesta puedes señalarla en el post correspondiente.
¡Suerte!
http://huellasenladistancia.blogsome.com/