Económicamente, el crecimiento de los '60 se debe a la apertura al exterior. Migración de mano de obra que envío remesas, inversores extranjeros, la explosión del turismo, y sí, el hecho de que en la etapa de autarquía se había padecido miseria... Todo muy liberal.
Y no podemos olvidarnos de las donaciones del Banco Mundial. No creo que éstas fueran motivadas por la riqueza emergente de la España de los 60, sino al contrario. Un país que recibe donaciones no es un país próspero.
En España no existe la derecha tradicional. Dos guerras civiles (la última guerra carlista y la llamada guerra civil) la liquidaron en 1875 y 1939 y tuvo que reconstruirse. Si la guerra de 1875 liquidó a los que tenían su modelo en la España de los Austrias con su monarquía, sus fueros y su religión, la de 1936 acabó con aquellos que tenían su modelo en la Gran Bretaña del siglo XIX parlamentaria y burguesa.
Discrepo. En España SOBRE TODO existe la derecha tradicional, que si bien reniega de Franco de puertas afuera conserva un poso característico e indudable de ideología heredera del franquismo, sobre todo en lo relativo a su concepción de la moral y del modelo de sociedad.
Hoy la derecha tiene su modelo no en la España de otros tiempos sino en el modelo norteamericano, conservador tanto en lo económico como en lo religioso. La parte más reaccionaria puede idealizar los años 60 de Franco pero me parece que bastantes más tienen a Reagan como modelo.
Una de las grandes rémoras políticas que padecemos en España es la ausencia de auténticos liberales, gentes que se puedan equiparar, no ya a un Jefferson o un Paine, sino a sus herederos en los actuales USA. Que compaginen sin ningún problema principios conservadores con la laicidad del Estado, pero aquí lo que abunda son libremercadistas, liberales en lo económico pero ultraconservadores en lo social. Y ahí tenemos a doña Espe, que pasa por ser una de las prebostes del liberalismo patrio pero que no para hacer concesiones a la Iglesia (posiblemente, la institución más antiliberal de la historia) al tiempo que intenta apoderarse de una caja de ahorros pública e implantar el uniforme escolar en los colegios públicos. Todo muy liberal, sí.
Al final todas las discusiones acaban en lo mismo, matices. Franco no es Cánovas, pues claro, quién lo negaría. No es la restauración, evidentemente. Pero el nacionalcatolicismo es el perfeccionamiento de los errores de Primo de Rivera pasado por el tamiz falangista de los primeros años con clericalismo militar y conservador del tradicionalismo. Y no debe verse como un hongo que crece por esporas o por una conjunción azarosa que quiso que Mola o el otro desaparecieran del cuadro. La derecha tomó aquella deriva en esos años, pero tenía su base ideológica en esa derecha liberal ultraconservadora y autoritaria. Hay que sumarle el contexto internacional para entender la virulencia de la represión, con una izquierda que también en algunos sectores abandonaba el republicanismo obrerista de la izquierda del XIX y era más claramente revolucionaria.
En cuanto a la seguridad, seguramente un sistema penal más rígido y brutal contra los delitos de la propiedad protegiera mejor, en Cuba por ejemplo anticastristas me decían que en eso estaba bien la cosa: había seguiridad. Nos ha jodido, un sistema policial y con penas muy duras para todo. Si la ley de Vagos y Maleantes (que hay que comprender en su contexto, esto tiene bastante de filosofia del derecho) es del 1933, y en el Franquismo entendieron la legislación republicana como laxa, imagínate como sería la 'buena' para ellos. A esa ley aplicaron diversas reformas, y luego la reforma del codigo de 1944. Tela marinera, un retroceso brutal, como en el resto.