El Rincón De Los Vencidos (PDA)

 Jajaja, ahora mismo os mando a la SGAE!!! XDXD...Pero dejad por aqui tambien un link al programita...

Aquí va una pequeña cancioncilla, en inglés esta vez, lo siento por los que no lo vayan a entender, pero me ha salido así (cosas del bilingüismo).

Untitled

The betrayer accolade of a kiss unexpected...

The cooler warming of a shining smile...

Like a flame carried by wind

The burning fire in distant shores...

The killing wait to share a stare...

Like the unknown riding

Above a pounding wave of time

Arousing our forbidden senses...

A passion play of hide and seek

A shy taste of fire

A wormhole through the soul

Just the heat of desire

The forgotten tales

Of castles built in the air

A heart on sale

For the worst bidder

The hardest dilema of all

To doubt of should or should not

The bittersweet taste of love.

It’s just the heat of desire

Good and evil

A two tails coin

For a heads or heads choice.

En primer lugar, gracias por tomarte la molestia de traducirlo para leerlo.

En segundo lugar, eso que comentas del segundo verso es lo que ocurre con las traducciones literales, que nunca nunca nunca reflejan lo que realmente está escrito. Voy a intentar traducir el poema conservando el mensaje de cada verso, aunque pierda la rima:

The betrayer accolade of a kiss unexpected...
The cooler warming of a shining smile...
 
El traicionero elogio de un beso inesperado...
El helado calor de una sonrisa brillante...
 
Like a flame carried by wind
The burning fire in distant shores...
The killing wait to share a stare...
 
Como una llama llevada por el viento
El ardiente fuego en las costas lejanas...
La mortal espera por compartir una mirada...
 
Like the unknown riding
Above a pounding wave of time
Arousing our forbidden senses...
 
Como lo desconocido cabalgando
sobre una palpitante ola de tiempo
despertando nuestros sentidos prohibidos...
 
A passion play of hide and seek
A shy taste of fire
A wormhole through the soul
Just the heat of desire
 
Un apasionado juego de escondite
Un timido sabor a fuego (es muy dificil traducirlo de otra forma, aunque realmente quisiera expresar "Probar el fuego timidamente")
Un agujero de gusano(en sentido espacial) a través del alma
Simplemente el calor del deseo.
 
 The forgotten tales
Of castles built in the air
A heart on sale
For the worst bidder
 
Las historias olvidadas
De castillos construidos en el aire
Un corazón en venta
Para el peor postor
 
The hardest dilema of all
To doubt of should or should not
The bittersweet taste of love.
 
El más duro dilema de todos
La duda de deber o no deber
El agridulce sabor del amor.
 
It’s just the heat of desire
Good and evil
A two tails coin
For a heads or heads choice.
 
Es simplemente el calor del deseo
Bueno y Malo
Una moneda de dos cruces
Para una elección de cara o cara.

Respondiendo más ampliamente a Julián, que señalaba esta parte del texto:

Por supuesto no todos los que vemos tendidos sobre el asfalto son verdaderos Indigentes. Esos falsos tullidos y los verdaderos, las gitanillas adivinadoras y los quejumbrosos de familias numerosísimas, los enfermos de sida o cáncer o los aparentemente incapacitados por tal o cual motivo, todos pobres diablos o farsantes de tres al cuarto. Pero entre toda esta chusma de vagos y monstruos hay, tan cierto como que mi nombre es Jorge Guzmán, algunos personajes taciturnos, de miradas frías y que parecen apuntar siempre al infinito.

A mi me parece que está bastante claro, las enumeraciones por parejas, alternando comas y la conjunción "y" son un recurso muy utilizado para darle cierto énfasis, ritmo e incluso misterio a una parte de un relato que de otra forma será insulsa y repetitiva. Al señor Borges le encanta, por ejemplo. Creo que simplemente es un problema (y no quiero meterme con nadie) de leer bien las comas y las íes.

Los falsos tullidos, los verdaderos, las gitanillas adivinadoras, los quejumbrosos de familias numerosísimas, los enfermos de sida, los enfermos de cancer, los aparentemente incapacitados por un motivo u otro, todos pobres diablos o farsantes del tres al cuarto. Pero entre toda esa chusma de vagos y monstruos (entre ellos, escondiéndose entre los pobres diablos) hay, tan cierto como mi nombres Jorge Guzmán, algunos personajes taciturnos, de miradas frías y que parecen apuntar siempre al infinito.

Seguro que así lo entiendes mejor, pero mata la musicalidad del texto, queda más frío, menos visual por decirlo de alguna forma. Si tengo que explicar cada detalle del texto, mal vamos. Y recurriendo al refranero: "A buen entendedor.."

Siempre me acaban robando el tiempo otras cosas. En fin, resucito es post de autor y si alguien tiene a bien leerlo, mejor que mejor. Texto más o menos nuevo:
 

La LLuvia

Las luces de colores daban vueltas a su alrededor, las sirenas desgarraban el silencio de la noche y las silenciosas miradas de la gente se amontonaban a su alrededor, pero el solo sentía la lluvia. Un espeso manto que lo cubría todo, que lo ocultaba todo. El agua comenzaba a formar pequeños charcos y riachuelos que reflejaban la luz de una luna que parecía temblar, asustada, como si quisiera huir y desaparecer tras una nube. Su brillo amarillento, casi enfermizo, arrancaba destellos carmesí de la enorme mancha negruzca que cubría el asfalto bajo la espesa melena rubia de Lucía. El forense estaba dando su visto bueno para el levantamiento del cadáver y un agente de policía se dirigía a él con una serie de preguntas a las que contestaba sistemáticamente con monosílabos y movimientos de cabeza. Ni siquiera le oía; el solo escuchaba la lluvia, solo sentía la lluvia, solo veía la lluvia. Ella había saltado, sin más. No había dicho nada, solo le había mirado con aquellos ojos tristes y enormes que siempre parecían pasar a través de ti y fijarse en un punto mucho más lejano, en una realidad diferente, siempre melancólicos. Pero aquella vez le miraban a él, solamente a él y un instante antes de dejarse caer parecieron, por primera vez, brillar alegres. Y después la lluvia. Horas más tarde se preguntaría porqué, cómo no se había dado cuenta, qué podría haber hecho y un sinfín de cosas más, pero en ese momento la lluvia lo era todo. Era su sonrisa, su fragancia, su calor. Era el mundo, la vida y la muerte.
 
Recordaba cómo se habían conocido: aquel lago oculto en mitad de las montañas, aquella tarde de otoño en la que el sauce lloraba lágrimas marrones sobre las oscuras aguas, aquel almendro en flor que aún sobrevivía a las primeras nieves del año. Recordaba cómo le había dedicado miradas furtivas y cómo ella se había acercado a él y sin decir una palabra le había besado. Recordaba la calidez de su piel desnuda a pesar del frío, el sabor afrutado de sus labios y el misterio de su voz, que parecía decirlo todo en un susurro. Aquel día también había llovido. Había pasado casi un año de aquello y sin embargo apenas sabía nada de ella, apenas la conocía. Siempre que le preguntaba algo ella le callaba con un beso, como si quisiera huir de su propia realidad. Sin embargo, todo había estado siempre ahí, esperando a que él lo viera. Y ahora la lluvia, aquella lluvia que retumbaba en sus oídos, que le abrasaba la piel y le ahogaba el aliento, aquella lluvia que ocultaba sus lágrimas…aquella lluvia era todo lo que le quedaba en el mundo.