Con el objeto de fomentar la literatura fosca, en su deseo por homenajear a la revista Calabazas en el trastero, ahora que está a punto de cerrarse su XXX Convocatoria (aunque, en realidad, son más si contamos los números especiales), y con el ánimo de animar un poco el cotarro, creo que sería un buen momento para cada uno de nosotros comentara sus experiencias con el Calabazas. En especial, los llamados Descalabazamientos.
Para romper el hielo, comienzo yo.
Mi primer intento fue con el Tijeras. Escribí un relato con el que, si creemos a Patapalo, me quedé fuera por un solo voto. Creo que, por ese motivo, continué intentándolo. Así probé suerte con Terror Oriental, Bosques, Monstruos de cine, Días de difuntos y Empresas. Supongo que, un poco harto ya de no entender como el jurado no entendía la genialidad de mis relatos, dejé de intentarlo durante un tiempo. De hecho, no volví a participar hasta Conspiraciones en el que volví a ser descalabazado. En total, me quedé fuera las siete primeras veces que lo intenté.
La siguiente convocatoria fue un número especial (Steampunk) en el que, por fin, fui seleccionado. No sé qué se habrían tomado los jueces en esa ocasión. Supongo que algún tipo de ácido Lisérgico Con Soda. Desde ese momento, he vuelto a intentarlo en todas y cada una de las convocatorias. Así he sido descalabazado nuevamente en Aparecidos, Siglo de sombras, Que viene el coco, Dark Space Opera, Casas embrujadas, Criptozoología, Juegos y La mar. Por contra, he vuelto a ser seleccionado en Máscaras, Distopías y Libros malditos.
En resumen, he sido seleccionado cuatro veces y descalabazado quince. Lo que supone, si no me equivoco, un porcentaje de casi un 79% de descalabazamientos. Y, sin embargo, convocatoria tras convocatoria sigo intentándolo. ¿Por qué? Si el hilo se anima, tal vez lo cuente.
Mola darse cuenta de que a veces los desvaríos se hacen realidad.
Me reclama la parienta para cenar, pero en cuanto saque un rato analizo tu trayectoria y comparto mis experiencias.