Ciudad de Lobos

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Gwirdyon
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—Se volvió y me miró, juro por lo más divino que nunca antes había visto algo igual —Se mesó el bigote para crear expectación y darse importancia—. Una mirada feroz, sin compasión, sin contemplaciones, sin…

—¡Venga ya! ¡Te lo estás inventando! —Álvaro no reprimió su impaciencia—. Ve a lo que de verdad nos interesa.

—No estoy diciendo nada más que lo que ocurrió, no me culpes de tu incapacidad para ver más allá de tus narices —Se defendió Arturo.

—¡Bah! Eres un charlatán. No viste nada y te estás haciendo el interesante, que te conozco desde hace mucho. Voy a por otro ron, me aburro —Álvaro se levantó del sofá de cuatro plazas dando a las tres acompañantes la posibilidad de liberar sus muslos de la opresión infligida por sus ciento tres kilos.

—¿Y cómo era? —preguntó la rubia de la esquina del sofá—. ¿Da tanto miedo como dicen?

—Bueno… —Acarició los pelos de su barba como si tocara un piano—. Era terrorífico. Pero yo no me asusto fácilmente, ya sabéis…

Unas manos se engarzaron en su cuello desde atrás. Las tres féminas sentadas en el sofá se levantaron en un desorden organizado que les obligó a perder el control de sus extremidades y, en una ola de aspavientos, graznaron asustadas a la vez que hacían lo que podían por mantener el equilibrio sobre sus tacones imposibles. Arturo estaba tan aterrado que también perdió el control, de su esfínter. Las manos apretaban su garganta, impidiendo el tránsito habitual del aire y provocándole una catarsis emocional.

—¡Suéltale, imbécil! —La rubia reaccionó— ¡Álvaro, no tiene gracia!

Álvaro, entre carcajadas, soltó a su presa que cayó al suelo en un vahído exagerado y estudiado.

—¡Pobrecito! —La rubia, la pelirroja y la morena le rodearon en el suelo y se deshicieron en atenciones hacia Arturo, yacente.

—Lárgate, no tenías necesidad de hacerle esto —Amenazó la morena con su índice izquierdo perfectamente acabado en una uña lacada de rojo.

Álvaro recogió su ron de la barra y se fue. Las tres mujeres se disputaron el honor de atender a Arturo. Lo levantaron como a un pelele y lo empujaron hasta el ascensor.

 

***

 

—¿Cómo te fue anoche, Arturo? —preguntó la voz de Álvaro desde el otro lado del móvil.

—De miedo. No me las podía quitar de encima. Menudas lobas —La voz pastosa de Arturo se abrió hueco por la fibra óptica hasta llegar a su destino.

—Ya te dije que el truco del “mentecato attaccato” no falla nunca —Álvaro dio gracias mentalmente a la tecnología por el manos libres que le permitía hablar y rascarse el final de la espalda a la vez.

—Gracias, Álvaro, pero te metiste tanto en tu papel que aún tengo tus uñas clavadas en el cuello. Y apretaste con fuerza, mamón, porque debí de perder el conocimiento de verdad; no recuerdo lo que pasó hasta que me desperté a media noche rodeado de esas tres bellezas.

—Perdona… pero… —Álvaro se miró las uñas en un ejercicio de reconocimiento corporal—. Sabes que me muerdo las uñas desde siempre. No te las pude clavar porque no tengo.

—Llevo unos arañazos en la aorta que demuestran lo que digo —Arturo se frotó la zona nominada y un mohín de dolor asomó a su rostro.

—Habrán sido tus “lobas”. ¡Menuda noche has pasado, cabronazo! Me debes una.

—Lo que recuerdo de la noche ha sido tremendo, pero ahora me siento fatal. Me duele todo el cuerpo y… no sé… tengo… como… recuerdos que no son míos… no sé si me entiendes.

—Pues no, pero eso me pasa la mayor parte del tiempo, que no te entiendo. ¿Quieres pasarte por mi consulta y te echo un vistazo?

 

***

 

La membrana del estetoscopio no vibró cuando Álvaro intentó captar los sonidos de baja frecuencia provenientes de los pulmones de Arturo.

—Las caras que pones me preocupan más que los dolores que tengo —dijo el paciente.

Álvaro le miró como quien contempla a un espectro y siguió auscultándole.

—Si no me gastara una fortuna en el instrumental diría que esta campana no funciona bien.

—¿Oyes algo raro?

—Ese es el problema, que no oigo nada. O tus pulmones están colapsados o no funcionan como los de un humano.

Una tos carcajeante se escapó por los tubos respiratorios de Arturo.

—Revisaré este aparato. Está claro que me han timado. Háblame de los recuerdos, parecías intranquilo.

—Bah, no es nada. Ocurrió por la mañana, justo antes de hablar contigo. Me venían a la cabeza imágenes extrañas de cosas que nunca he visto ni he hecho. Déjalo, no tiene importancia. Oye, no te ofendas, te agradezco que vinieras a buscarme al hotel pero quiero volver a mi casa y descansar. Me duele mucho todo el cuerpo.

 

***

 

—He llamado a Arturo varias veces y no contesta. ¿Le has visto recientemente? —Álvaro se ajustó la corbata de seda salvaje cuya punta ondeaba sobre su prominente barriga.

—No. Ya sabes cómo es mi hermano, o se prodiga en visitas o no aparece en días —contestó Sibila mientras recogía las hojas del jardín con un rastrillo. Miró la panza de su marido y sonrió.

—Vino a mi consulta hace una semana y quería comentarle algo —Dio un paso en la dirección de Sibila, sorteó el rastrillo que volvía cargado de hojas y, con la habilidad de un bailarín de ballet, se colocó justo detrás de ella—. Podría ser importante.

—Me estás asustando —Sibila dio un respingo al oír la voz de Álvaro en su pabellón auditivo derecho.

—No era mi intención.

Álvaro, con la gracilidad de una gacela, apareció frente a ella, lo que obligó a Sibila a virar la dirección de la horqueta a fin de no arañarle los zapatos de piel de alce.

—Al principio, creí que era un problema técnico; he comprobado el aparato y funciona bien. Creo que Arturo tiene una patología grave y es urgente encontrarle cuanto antes.

—Ahora que lo dices —Sibila plantó el tridente y se apoyó en él como si sobre el alféizar de una ventana se encontrara—, la última vez que hablamos se quejaba de dolores en las articulaciones y dijo que tenía problemas para dormir. Por supuesto, no le hice caso, su vida es tan licenciosa que bien podría ser gripe o sífilis.

—Me acercaré a su casa.

El móvil de Álvaro sonó. En una sucesión encadenada de movimientos miró a Sibila, sonrió y se disculpó con un gesto. Se giró y contestó.

 

***

 

—Disculpe la urgencia de la llamada, Doctor Queo, la plantilla está en huelga y era necesario un forense con premura —La mano del inspector de la policía científica salió al encuentro de la mano de Álvaro para fundirse en un afectuoso saludo que denotaba cierta confianza.

—Enséñeme el cuerpo, he dejado un asunto importante sin atender por venir aquí y quisiera efectuarlo antes de acabar el día —Álvaro, cual felino, desplegó sus dedos enfundados en los guantes de látex, se colocó la mascarilla y colgó de su cuello un delantal negro de silicona que no pudo atar alrededor de su torso debido a una falta de acuerdo entre el contorno de su cintura y la estandarización de las tallas.

En medio de un amasijo de vísceras e intestinos, encontró un brazo cercenado y retorcido en un ángulo imposible, tres fémures despedazados con restos de carne pútrida que un día formaron parte de sus respectivas piernas, y una cabeza con cabello rubio cuyas raíces póstumas delataban que era tintado. Alrededor del conjunto, trozos de carne putrefacta desperdigados, despedidos desde el epicentro en un movimiento circular, prendas de ropas rasgadas y sangrientas, y pisadas marcadas en el suelo que denotaban una lucha feroz por la supervivencia.

—¿Doctor Queo? —invocó el inspector en un intento de sacar al aludido de su ensimismamiento.

—Sí, sí —Álvaro observaba aterrado el lugar del crimen.

—Como le iba diciendo —Continuó el inspector con denodada impavidez—, al menos eran dos mujeres, pues tres piernas… ya me entiende… Por el tipo de heridas creemos que han sido varias bestias, pues una sola no hubiera comido tanto. Sabremos quiénes son en cuanto enviemos las muestras al laboratorio. Este escenario es único, nunca había visto algo así. Bien, doctor Queo, le dejo hacer su trabajo para seguir nosotros con el nuestro cuanto antes. Por cierto, entre los restos encontramos una tarjeta de habitación de hotel y una alianza de oro.

—Inhumano —murmuró cuando el inspector estuvo tan lejos como para no oírle. Se acercó al cúmulo de entrañas para observar mejor la única extremidad superior hallada en aquel infierno. El ataque y posterior deterioro del cadáver no habían estropeado la manicura ejecutada en rojo sangre de la mano de la víctima. Álvaro reconoció el dedo acusador que días antes le había “invitado” a irse del hall del hotel donde Arturo y él habían hecho una pamema para engañar a las únicas tres chicas sentadas en la barra. Hizo un esfuerzo por recordar y en su imagen mental apareció la cara de la chica que le amenazaba con el dedo y su pelo era… negro. Con mucho cuidado se movió por el escenario para no contaminar y observó con detenimiento la cabeza arrancada de su sitio. Los bordes del cuello presentaban signos de haber sido mordisqueados.

—Doctor Queo —dijo el inspector a sus espaldas—, espero su informe con ansiedad, un caso como éste no se ve todos los días. Ahora necesitamos seguir con nuestro trabajo. Enviaremos estos despojos a nuestro laboratorio, allí podrá solazarse escudriñando en ellos.

Álvaro Queo se quitó el delantal, la mascarilla y los guantes. Dio media vuelta y se fue hacia su coche. Unos metros antes de llegar se dobló en dos y vomitó.

 

***

 

La casa de Arturo estaba vacía, fría. Una docena de cartas al otro lado de la puerta de entrada, el jardín lleno de hojas amarillas, las persianas bajadas en las ventanas de la primera planta. Dos botellas de cerveza vacías sobre la mesa del salón.

Arturo no llegó a irse a su casa el día que estuvo en mi consulta —murmuró Álvaro—. Está tal cual la dejamos cuando estuve comiendo con él antes de ir al congreso de médicos. Arturo, coño, ¿dónde te has metido?

Sacó el teléfono móvil y marcó el teléfono de emergencias. Al tercer pitido colgó. Pensó mentalmente qué iba a decir. Lo ensayó un par de veces y volvió a marcar. Tres pitidos. Colgó de nuevo. Cómo explicarle a la policía que su amigo Arturo había desaparecido después de atenderle en su consulta; que siendo forense suplente había diseccionado, ya no los cadáveres, sino los pedazos de dos de las tres mujeres con las que Arturo había pasado una noche y que, según las larvas halladas en el escenario del crimen, había sido la última noche de las chicas, la rubia y la morena para más detalle. Que la tarjeta de hotel encontrada se correspondía con la habitación que Arturo había ocupado, era un dato circunstancial que podía obviar. Pero que la alianza que había entre los restos de entrañas era igual a la que él mismo tenía, podía ser preocupante. El anillo sólo podía ser de Sibila. ¿Por qué lo tenía una de las víctimas? ¿Y si Sibila…?

Salió apresuradamente de casa de Arturo, se metió en el coche y condujo hasta su casa. Dejó el auto en medio de la calzada para no perder tiempo. Casi no acertó a introducir la llave en la cerradura y de un empujón abrió la puerta. La luz del salón estaba encendida. Oyó risas. Respiró tranquilo. La risa inconfundible de Sibila y otra voz que no se le hacía desconocida. Entró.

—Álvaro, ¿a qué vienen esas prisas? —Sibila se levantó del sofá y se acercó para darle un beso—. Te presento a nuestra nueva vecina, se llama Sara. Ha venido a presentarse y a conocernos.

Álvaro recordó su cara, su cuerpo, sus gritos. Era la pelirroja del trío de la barra. No parecía afectada por la pérdida de sus dos amigas.

—Arturo no está en casa —dijo con voz queda.

Sara se removió en el sofá. Se levantó y recogió su abrigo y su bolso para marcharse. Álvaro apartó a Sibila a un lado y enganchó a Sara del antebrazo impidiendo que saliera.

—¿Dónde está Arturo? ¿Qué has hecho con él? ¿Te has enterado de lo que les pasó a tus amiguitas?

—¡Álvaro! ¡Suelta a mi invitada inmediatamente!

—¡Suéltame! —gritó Sara y se revolvió para desasirse de la tenaza—. No son mis amigas, era la primera vez que las veía y la última. Y no sé dónde está Arturo. Me fui en cuanto lo subimos a su habitación. Siento que estés preocupado por él, pero no sé nada. Suéltame.

Álvaro aflojó la presión, la soltó y se disculpó. Sara se recompuso. Sibila la acompañó a la puerta y la cerró de golpe en cuanto Sara salió a la calle.

—¿Puedes explicarme a qué ha venido eso? —preguntó malhumorada.

—Arturo no se fue a casa. El día que vino a mi consulta me dijo que había estado con las tres. Sara era una de ellas. Las otras dos…—Tomó aire para seguir relatando—. ¿Recuerdas que me llamaron esta mañana mientras hablaba contigo en el jardín? Eran los de la científica para pedirme que hiciera una autopsia. Se trataba de las otras dos. Fueron despedazadas por unas bestias salvajes.

—¿De qué me estás hablando? No entiendo nada, que si Sara era una, que si había dos, que si Arturo estuvo con las tres...

Álvaro pasó a relatar a su mujer lo ocurrido desde la noche del congreso de médicos. Sibila escuchaba con interés mientras daba vueltas a la alianza que llevaba puesta en su anular derecho.

 

***

 

—Han dicho en las noticias locales que un hombre lobo anda suelto en el vecindario y ha asesinado a varias jóvenes. Están formando patrullas de vigilancia y llevan armas con munición de plata —dijo Arturo.

—Entonces esta noche tampoco salimos de casa —contestó la pelirroja abrazándole desde la espalda.

—¿Quién necesita salir pudiendo gozar con una loba como tú? —Con un rápido movimiento se giró y la tomó entre sus brazos para besarla—. Bendita la noche en que te conocí en ese hotel.

—¡Pero si ni siquiera te fijaste en mí! —contestó ella entre risas a la par que le daba un empujón juguetón—. Sólo tenías ojos para la rubia de bote. Y para colmo te montaste un trío con ella y la morena.

—¿Por eso te fuiste? —Arturo agarró su talle y la atrajo hacia sí—. ¿Porque me querías para ti sola? Haberlo dicho.

—Algún día tendrás que salir de mi casa —Le contestó ella entre caricias—. No me gustó mentir a tu hermana diciendo que no sabía dónde estabas.

—Ya la llamé y sabe que estoy bien. No tengo que dar explicaciones a nadie.

—¿Cómo que no? Pues yo quiero que me expliques unas cosas…—dijo la pelirroja mientras desabrochaba la bragueta de su pantalón.

 

***

 

—¿Por qué me encadenas? —Álvaro lloriqueaba y tiraba de los grilletes. Sibila cerró con llave la puerta de la celda que había construido en el sótano de su casa. Se sentó enfrente, en una silla y le observó.

—Esta noche hay luna llena. Te quiero demasiado para permitir que te hagan daño. Mañana te soltaré. Me cuesta mucho trabajo deshacerme de los cadáveres que dejas en tu camino y ahora con las patrullas es casi imposible que no te vean.

—¿Yo hice…? —Álvaro resbaló hasta el suelo entre sollozos.

—Tú, no, Álvaro. Tú no fuiste. Fue el lobo.

 

"Es extraño, pero es verdad porque la verdad es siempre extraña, más extraña que una ficción". Lord Byron.

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Patapalo
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Puntos: 209184

Relato admitido a concurso.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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jane eyre
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Puntos: 10051

Despistes. “Sacó el teléfono móvil y marcó el teléfono...”

Hay un problema muy importante de puntuación en los diálogos, suelen faltar puntos al terminar la frase que antecede a la acotación. Por ejemplo: “de tus narices —Se defendió Arturo.”

Falta de credibilidad. No me creo al médico por frases como: “O tus pulmones están colapsados o no funcionan como los de un humano.”, cuando su señora esposa suelta otras como: “la última vez que hablamos se quejaba de dolores en las articulaciones y dijo que tenía problemas para dormir. Por supuesto, no le hice caso, su vida es tan licenciosa que bien podría ser gripe o sífilis.”

“ Álvaro reconoció el dedo acusador que días antes le había “invitado” a irse”¿De verdad es creíble que se reconozca un dedo amputado totalmente descontextualizado, en un escenario distinto y sin sortijas ni nada especial que lo identificara? Y, para colmo, después aparece la cabeza y el personaje no hace ninguna alusión a su identidad.

Noto un exceso de minuciosidad que, al contrario de lo que pretende, me saca de la historia en vez de engancharme a ella. ¿De verdad era necesario esto para decir que también estaba gordo? “se colocó la mascarilla y colgó de su cuello un delantal negro de silicona que no pudo atar alrededor de su torso debido a una falta de acuerdo entre el contorno de su cintura y la estandarización de las tallas.” Me ha pasado con más descripciones pero esta perjudica en demasía la atmósfera porque está en un punto en el que el misterio se va a plantear al lector.

Combinaciones rarunas como “ raíces póstumas” “ se dobló en dos”

En términos generales creo que el ritmo a lo largo del relato está descompensado. El autor se detiene demasiado en situar detalles sin importancias y pasa de puntillas en lo importante para la trama. Personalmente, creo que sería mejor aprovechar ese espacio para darle más hueco a las acciones finales ya que el desenlace me parece apresurado y sí podría brillar más porque el giro me parece bueno.

 

Mi puntuación es de 1 estrella y media

 

 

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Bio Jesus
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Puntos: 1514

A pesar de que la idea es buena y el toque de thriller promete, el texto resulta un tanto enrevesado, no fluye. Varios son los aspectos que contribuyen a ello:

-Unas descripciones demasiado extensas que cortan el hilo del relato, lo peor que te puede pasar en este tipo de historias.Por ejemplo, los zapatos de piel de alce.

-La estructura se basa fuertemente en los diálogos, algo que de nuevo lastra tu texto al hacerse en ocasiones poco ágiles.

-Puede parecer una tontería, pero a mi me ha chocado. Tus dos protagonistas tienen nombres que empiezan por A, acaban por O y tienen 6 letras. Resultado, o te fijas o te empiezas a confundir entre ellos. Y tu relato pierde agilidad.

En suma, la idea es atractiva y el arranque es bueno, pero el relato se va empantanando y pierde vigor. Con una revisión profunda mejorará mucho.

Nota: 2,75

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torpeyvago
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Puntos: 1890

En este terror urbano se han escapado algunas fieras como: «...narices —Se defendió...» donde sobra la mayúscula, ídem en «...hacerle esto —Amenazó...».

El relato es entretenido, pero traquetea un poco al introducir frases «sobrantes» durante la acción: «—He llamado a Arturo varias veces y no contesta. ¿Le has visto recientemente? —Álvaro se ajustó la corbata de seda salvaje cuya punta ondeaba sobre su prominente barriga.». O por inclusión de alguna pequeña incongruencia como que se pierda el control del esfínter ante una treta reparada.

Los personajes resultan un pelín estandarizados, aunque la pelirroja tiene potencial para desarrollarlo un poco más; el resto, buscaría la manera de diferenciarlos algo.

[Aprovecho que tras escribir el comentario leo los del resto, para constatar lo que dice Biojesús sobre los nombres de los protagonistas.]

El argumento y su desarrollo, como ya he comentado, son entretenidos. Lo que más me gusta es la frase final. El título, perfecto, atractivo y adecuado al relato.

En definitiva, un relato que con revisión podría llegar a mucho. Vaya un tres (3).

___________________________________________________________

En un lugar de La Mancha de cuyo nombre me acuerdo perfectamente...

https://historiasmalditas.wordpress.com/

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Gwirdyon
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Poblador desde: 24/01/2017
Puntos: 44

torpeyvago dijo:

En este terror urbano se han escapado algunas fieras como: «...narices —Se defendió...» donde sobra la mayúscula, ídem en «...hacerle esto —Amenazó...».

El relato es entretenido, pero traquetea un poco al introducir frases «sobrantes» durante la acción: «—He llamado a Arturo varias veces y no contesta. ¿Le has visto recientemente? —Álvaro se ajustó la corbata de seda salvaje cuya punta ondeaba sobre su prominente barriga.». O por inclusión de alguna pequeña incongruencia como que se pierda el control del esfínter ante una treta reparada.

Los personajes resultan un pelín estandarizados, aunque la pelirroja tiene potencial para desarrollarlo un poco más; el resto, buscaría la manera de diferenciarlos algo.

[Aprovecho que tras escribir el comentario leo los del resto, para constatar lo que dice Biojesús sobre los nombres de los protagonistas.]

El argumento y su desarrollo, como ya he comentado, son entretenidos. Lo que más me gusta es la frase final. El título, perfecto, atractivo y adecuado al relato.

En definitiva, un relato que con revisión podría llegar a mucho. Vaya un tres (3).

Agradecería una aclaración sobre las normas gramaticales en los diálogos, ya que veo que las que yo he usado no coinciden con las vuestras. Busqué información en wikipedia.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Raya_(puntuaci%C3%B3n)
Según la cual, los signos de puntuacion (puntos, comas, punto y coma, dos puntos) se colocan al final de la acotación después del guión, y si la acotación comienza con un verbo sinónimo de responder o comunicar, empieza en minúscula; para los demás casos comienza con mayúscula. Ya que lo consideráis errores, agradecería que me indicárais cómo debería hacerse o dónde encontrar la norma que lo dice, porque yo seguí las instrucciones de wikipedia (que no siempre dice la verdad) y estaba convencida de estar haciéndolo bien.
No voy a entrar a explicar por qué he escrito esto o aquello de tal manera para no interferir en la interpretación que cada uno le de al texto. Ahí está, yo sé por qué he escrito cada palabra, que cada uno lo entienda como quiera. Y agradezco vuestras opiniones y aportaciones (algunas más que otras, sinceramente), pues me ofrecen otros puntos de vista y la oportunidad de aprender y mejorar. Sobre todo agradezco que os toméis la molestia no sólo de leerlo, sino de comentarlo.

"Es extraño, pero es verdad porque la verdad es siempre extraña, más extraña que una ficción". Lord Byron.

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torpeyvago
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Gwirdyon dijo:
torpeyvago dijo:

En este terror urbano se han escapado algunas fieras como: «...narices —Se defendió...» donde sobra la mayúscula, ídem en «...hacerle esto —Amenazó...».

El relato es entretenido, pero traquetea un poco al introducir frases «sobrantes» durante la acción: «—He llamado a Arturo varias veces y no contesta. ¿Le has visto recientemente? —Álvaro se ajustó la corbata de seda salvaje cuya punta ondeaba sobre su prominente barriga.». O por inclusión de alguna pequeña incongruencia como que se pierda el control del esfínter ante una treta reparada.

Los personajes resultan un pelín estandarizados, aunque la pelirroja tiene potencial para desarrollarlo un poco más; el resto, buscaría la manera de diferenciarlos algo.

[Aprovecho que tras escribir el comentario leo los del resto, para constatar lo que dice Biojesús sobre los nombres de los protagonistas.]

El argumento y su desarrollo, como ya he comentado, son entretenidos. Lo que más me gusta es la frase final. El título, perfecto, atractivo y adecuado al relato.

En definitiva, un relato que con revisión podría llegar a mucho. Vaya un tres (3).

Agradecería una aclaración sobre las normas gramaticales en los diálogos, ya que veo que las que yo he usado no coinciden con las vuestras. Busqué información en wikipedia. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Raya_(puntuaci%C3%B3n) Según la cual, los signos de puntuacion (puntos, comas, punto y coma, dos puntos) se colocan al final de la acotación después del guión, y si la acotación comienza con un verbo sinónimo de responder o comunicar, empieza en minúscula; para los demás casos comienza con mayúscula. Ya que lo consideráis errores, agradecería que me indicárais cómo debería hacerse o dónde encontrar la norma que lo dice, porque yo seguí las instrucciones de wikipedia (que no siempre dice la verdad) y estaba convencida de estar haciéndolo bien. No voy a entrar a explicar por qué he escrito esto o aquello de tal manera para no interferir en la interpretación que cada uno le de al texto. Ahí está, yo sé por qué he escrito cada palabra, que cada uno lo entienda como quiera. Y agradezco vuestras opiniones y aportaciones (algunas más que otras, sinceramente), pues me ofrecen otros puntos de vista y la oportunidad de aprender y mejorar. Sobre todo agradezco que os toméis la molestia no sólo de leerlo, sino de comentarlo.

Dentro de mi solemne, brutal y conocida torpeza, oso recomendarte:

http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=kyRrDVgsOD6Xup8Dpt

Y lo de usar la Wikipedia no está mal desde mi humilde punto de vista, pero tenemos a mano al ortografía de la RAE en modo consulta y en pdf. —Además de en forma de gas byteriano, un servidor la tiene en forma sólida; es que cada día veo menos no.—:

http://aplica.rae.es/orweb/cgi-bin/buscar.cgi

http://www.rae.es/sites/default/files/1ortografia_espanola_2010.pdf

http://www.galeon.com/la-poesia/ortograf.pdf

http://www.bibliodiversidad.com/ACTUALIZACIONES_ORTOGRAFICAS_DRAE2013.pdf

Espero que te sea de ayuda.

Y por supuesto, los comentarios tratan de ayudar transmitiendo impresiones —en mi caso, y por limitación de mi capacidad, siempre muy subjetivas—.

 

___________________________________________________________

En un lugar de La Mancha de cuyo nombre me acuerdo perfectamente...

https://historiasmalditas.wordpress.com/

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Gwirdyon
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Poblador desde: 24/01/2017
Puntos: 44

torpeyvago dijo:

Dentro de mi solemne, brutal y conocida torpeza, oso recomendarte:

http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=kyRrDVgsOD6Xup8Dpt

Y lo de usar la Wikipedia no está mal desde mi humilde punto de vista, pero tenemos a mano al ortografía de la RAE en modo consulta y en pdf. —Además de en forma de gas byteriano, un servidor la tiene en forma sólida; es que cada día veo menos no.—:

http://aplica.rae.es/orweb/cgi-bin/buscar.cgi

http://www.rae.es/sites/default/files/1ortografia_espanola_2010.pdf

http://www.galeon.com/la-poesia/ortograf.pdf

http://www.bibliodiversidad.com/ACTUALIZACIONES_ORTOGRAFICAS_DRAE2013.pdf

Espero que te sea de ayuda.

Y por supuesto, los comentarios tratan de ayudar transmitiendo impresiones —en mi caso, y por limitación de mi capacidad, siempre muy subjetivas—.

 

Gracias infinitas, torpeyvago, he mirado la de

http://lema.rae.es

y he comprendido los errores que indicabais Jane Eyre y tú. El artículo de wikipedia que yo consulté no está completo y no recomiendo su uso. Voy a echar un ojo al resto de enlaces. torpeyvago, ¡eres mi héroe! no.—:

"Es extraño, pero es verdad porque la verdad es siempre extraña, más extraña que una ficción". Lord Byron.

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jane eyre
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Puntos: 10051

Si sirve de ayuda, yo no conseguí verlo claro hasta que alguien me pasó este artículo de Axxon. Claro, conciso y gráfico, que la RAE será la que manda, pero la verdad, lo de concisión y claridad en sus explicaciones... jajjajajja

http://axxon.com.ar/t-guionado.htm

 

 

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Ligeia
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Puntos: 1152

Coincido en los errores y que el tono es correcto pero tiende a una leve farragosidad. A mí la descripción del delantal me gusta, creo que es gracioso, para aligerar un poco. La campana tiene que ser en realidad estetoscopio. También es cierto que se ve exagerado el descontrol del esfínter así solo por un susto amañado, pero puede mejorar y volverse más creíble simplemente invirtiendo las frases, así: "Las manos apretaban su garganta, impidiendo el tránsito habitual del aire y provocándole una catarsis emocional. Arturo estaba tan aterrado que también perdió el control, de su esfínter." Tres estrellas:

***

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torpeyvago
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Puntos: 1890

Gwirdyon dijo:
torpeyvago, ¡eres mi héroe! no.—:

no

jane eyre dijo:

Si sirve de ayuda, yo no conseguí verlo claro hasta que alguien me pasó este artículo de Axxon. Claro, conciso y gráfico, que la RAE será la que manda, pero la verdad, lo de concisión y claridad en sus explicaciones... jajjajajja

http://axxon.com.ar/t-guionado.htm

¡Axxon! ¡Grande revista, grande! Gracias por el artículo, que no conocía.

Sí que había visto —pero mi memoria me la ha jugado otra vez; no me he acordado hasta que has puesto el de Axxon— una serie publicada en «Pluma en acción»:

http://plumaenaccion.com/el-dialogo-1/

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En un lugar de La Mancha de cuyo nombre me acuerdo perfectamente...

https://historiasmalditas.wordpress.com/

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Olethros
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Puntos: 352

En cuanto a lo formal, no sigue las convenciones más aceptadas en cuanto a mayúsculas y puntuaciones en los diálogos y tiene frecuentes problemas con las comas. La segunda mayúscula en el título creo que debería corregirse también.

En cuanto al estilo, es poco fluido porque no se centra en explicar la trama o hacerla avanzar y, en cambio, ofrece muchos detalles prescindibles para la misma.

En cuanto al fondo, se acerca al tema de la convocatoria sin sorpresas ni novedades.

Mi calificación es 3 estrellas.

Gracias por compartirlo y suerte en el concurso.

Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP

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Mzime
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Puntos: 352

Problemas formales aparte, es este un relato entretenido que te hace leer apostando sobre quien será el lobo. Eso es en todo caso lo más interesante de él. En cuanto a la trama, me he quedado dudando sobre cómo y cuándo el licántropo se carga a las muchachas. El relato no da indicios de ello y creo que hubiera sido conveniente para evitar que el final quede un poco como inconcluso.

Por mi parte, tiene una valoración de tres estrellas

"Si quieres llegar rápido camina solo, pero si quieres llegar lejos camina acompañado", (proverbio masái)..

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Patapalo
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Poblador desde: 25/01/2009
Puntos: 209184

jane eyre dijo:

Si sirve de ayuda, yo no conseguí verlo claro hasta que alguien me pasó este artículo de Axxon. Claro, conciso y gráfico, que la RAE será la que manda, pero la verdad, lo de concisión y claridad en sus explicaciones... jajjajajja

http://axxon.com.ar/t-guionado.htm

Muy recomendable, sí. Yo también lo he rescatado alguna vez.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Dr. Ziyo
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No comento nada de lo de las rayas de diálogo y tal porque ya se ha aclarado.

Estoy de acuerdo con lo que señalan Bio Jesus y torpeyvago sobre lo de los nombres de los protagonistas masculinos, son demasiado similares y te obliga a fijarte para diferenciar.

Hay un par de cosas que me llaman la atención porque no las veo muy lógicas. Lo primero es cuando Arturo le comenta a la pelirroja lo del hombre lobo que anda suelto. ¿Ya está? O sea, ¿no hay incredulidad por parte de ninguno, se acepta como algo normal?

Lo segundo es cuando Sibila encierra a Álvaro. ¿Cómo logra encadenarlo? ¿Desconoce él la existencia de ese sótano? Creo que estos detalles no quedan bien explicados debido a lo abrupto del final, tal vez porque se excedía del límite de palabras.

La idea es interesante y atractiva y tiene cosas positivas, como esta frase a mí me ha parecido muy ingeniosa y me ha gustado, aunque sé que no todo el mundo piensa igual:

“se colocó la mascarilla y colgó de su cuello un delantal negro de silicona que no pudo atar alrededor de su torso debido a una falta de acuerdo entre el contorno de su cintura y la estandarización de las tallas".

Me gusta más eso que leer que estaba gordo a secas.

Yo creo que necesita un pequeño repaso para mejorar y aclarar ciertas cosas, por eso le doy dos estrellas y tres cuartos.

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jane eyre
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Puntos: 10051

Dr. Ziyo dijo:

La idea es interesante y atractiva y tiene cosas positivas, como esta frase a mí me ha parecido muy ingeniosa y me ha gustado, aunque sé que no todo el mundo piensa igual:

“se colocó la mascarilla y colgó de su cuello un delantal negro de silicona que no pudo atar alrededor de su torso debido a una falta de acuerdo entre el contorno de su cintura y la estandarización de las tallas".

Me gusta más eso que leer que estaba gordo a secas.
 

A ver, la frase es buena, ingeniosa e incríblemente larga, y yo soy muuuy defensora de las frases increíblemente largas, solo hace falta leerme.

Mi apunte iba por el contexto y por el cambio constante de ritmo: por la necesidad de usar más de tres líneas para decir que estaba gordo y, como tú has dicho, zanjar con muchísimo menos la sospecha de un hombrelobo. 

No sé si consigo explicarme, pero no quiero que el autor se quede con la impresión de que no debe usar ese tipo de frases al escribir heart

 

 

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Gwirdyon
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Olethros dijo:

En cuanto a lo formal, no sigue las convenciones más aceptadas en cuanto a mayúsculas y puntuaciones en los diálogos y tiene frecuentes problemas con las comas. La segunda mayúscula en el título creo que debería corregirse también.

En cuanto al estilo, es poco fluido porque no se centra en explicar la trama o hacerla avanzar y, en cambio, ofrece muchos detalles prescindibles para la misma.

En cuanto al fondo, se acerca al tema de la convocatoria sin sorpresas ni novedades.

Mi calificación es 3 estrellas.

Gracias por compartirlo y suerte en el concurso.

Sólo una aclaración, he escrito Lobos con mayúscula porque es el nombre de la ciudad. Por poner un ejemplo, Ciudad de México. Ciudad de Lobos es el lugar donde se desarrolla la historia.

"Es extraño, pero es verdad porque la verdad es siempre extraña, más extraña que una ficción". Lord Byron.

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Dr. Ziyo
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Puntos: 2776

jane eyre dijo:

Dr. Ziyo dijo:

La idea es interesante y atractiva y tiene cosas positivas, como esta frase a mí me ha parecido muy ingeniosa y me ha gustado, aunque sé que no todo el mundo piensa igual:

“se colocó la mascarilla y colgó de su cuello un delantal negro de silicona que no pudo atar alrededor de su torso debido a una falta de acuerdo entre el contorno de su cintura y la estandarización de las tallas".

Me gusta más eso que leer que estaba gordo a secas.
 

A ver, la frase es buena, ingeniosa e incríblemente larga, y yo soy muuuy defensora de las frases increíblemente largas, solo hace falta leerme.

Mi apunte iba por el contexto y por el cambio constante de ritmo: por la necesidad de usar más de tres líneas para decir que estaba gordo y, como tú has dicho, zanjar con muchísimo menos la sospecha de un hombrelobo. 

No sé si consigo explicarme, pero no quiero que el autor se quede con la impresión de que no debe usar ese tipo de frases al escribir heart

Te has explicado bien, Jane, lo que pasa es que lo vemos de distinta manera, a mí me ha parecido una frase muy acertada y como me ha gustado, no me molesta en el contexto. Soy así de simple. ;)

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IMayayo
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Puntos: 59

El relato es entretenido, te hace pensar quién puede ser el lobo aunque cuando se descubre creo que se generan demasiadas dudas que me hubiera gustado que se resolvieran (algo así ya se ha comentado).

Una cosa que me ha chirriado es que en el primer párrafo, por la actitud, creía que estábamos en una reunión de adolescentes y resulta que son adultos.

En definitiva mi nota: 3 estrellas.

Un saludo y suerte en el concurso.

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Hedrigall
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Poblador desde: 14/01/2011
Puntos: 1132

Tengo sensaciones encontradas con este relato. Por un lado, aprecio el esfuerzo en crear la trama, plantar pistas y detalles, mostrar a los personajes mediante las escenas. También la intención de distinguirse formalmente en varios detalles narrativos. Por otro, la ejecución me ha parecido fallida, al menos en parte.

 

En cuanto a la forma, se usan imágenes interesantes y fuera de lo común:

“…plantó el tridente y se apoyó en él como si sobre el alféizar de una ventana se encontrara"

“…la mano del inspector de la policía científica salió al encuentro de la mano de Álvaro…"

Pero en el mismo afán de distinción (siempre un buen valor al escribir) se crean frases que no aportan nada (“se miró las uñas en un ejercicio de reconocimiento corporal”), se excede en la originalidad y detalle de las descripciones (“…al oír la voz de Álvaro en su pabellón auditivo derecho”), y se exageran reacciones ("Las manos apretaban su garganta, (…) provocándole una catarsis emocional.”)

 

En cuanto a la trama, se agradece la complejidad para llegar a una resolución poco previsible, pero me he encontrado con problemas de credibilidad: Que Sara sea una nueva vecina de Álvaro y Sibila que ha decidido pasarse a saludar en el momento en que Álvaro vuelve a casa, es absolutamente conveniente para la trama pero una casualidad tremenda que fuerza la credibilidad de la historia. 

El hecho de que las noticias locales se hagan eco de la existencia de un hombre lobo y anuncien medidas (balas de plata) para terminar con esa amenaza, es toda una sorpresa. La naturalidad con la que se habla de ello implica que en el mundo del relato la licantropía es una realidad largo tiempo conocida. Sin embargo, durante la escena con la policía forense y los restos de la víctima nadie, ni el médico forense que es Álvaro, ni el policía que habla con él, menciona la posibilidad de un ataque licantrópico. Dada las especiales características de los cuerpos, esa posibilidad debería haberse tenido en cuenta y no recurrir a “bestias” o animales salvajes como única posible explicación.

 

El cebo funciona durante gran parte del relato. Se apunta bien a que Arturo o la mujer faltante (la pelirroja) sean los responsables; incluso la finta hecha con Sibila es último añadido desestabilizador (en el buen sentido) para el lector. Pero el giro final es desconcertante porque no se ha explicado nada en la historia que apunte a Álvaro. Ni un solo detalle, aunque bien puede ser que me lo haya perdido. He releído el trozo de la alianza, y se especifica que Álvaro tiene la suya en su dedo. Una vez claro que Sibilia también lleva su propia alianza, queda ese detalle en el aire sin explicar. 

 

Me ha parecido una historia bien hilada (excepto los detalles comentados), con un ánimo narrativo ambicioso pero algo endeble en su ejecución.

 

2 estrellas

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Invierno
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Poblador desde: 21/09/2010
Puntos: 903

Se notan habilidad y estilo escribiendo que, sin embargo, quedan afeados por cierta tendencia a aturullamientos puntuales de la prosa, como, por ejemplo, esa frase que describe cómo las chicas se levantan asustadas, y además encuentro personalmente exceso de información en muchas ocasiones. Cosas obviables, que enlentecen y despistan más que otra cosa.

Se aprecia además el esfuerzo por causar intriga y sorprender, y es parcialmente efectivo. Parcialmente, porque hay situaciones y giros que se nota solo están para despistar y que, pensándolo en frío, tienen poco sentido. Por último, decir que la parte de la auscultación pulmonar me ha sacado totalmente del relato; he pensado más bien si no se revelaría que Arturo en realidad es un impostor y tiene de médico lo que yo de monje, porque es un pelín absurdo. Como sugerencia, si se quiere mantener esa pista falsa sobre la naturaleza de Álvaro, sugeriría, por ejemplo, que lo anómalo sean los resultados de una analítica sanguínea pedida con anterioridad. A veces la muestra, por falta de conservación adecuada o en el transporte, se estropea; o hay fallos en el mismo laboratorio, que producen resultados ilógicos. Creo que encaja mejor como problema no solucionable de inmediato, y con la broma posterior y la duda que nos deja a nosotros.

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Easton
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Poblador desde: 06/11/2011
Puntos: 416

Hay repeticiones y puntos y comas que revisar. Aparte de esto, me parece una buena idea, un juego de engaño para el lector que se traga el anzuelo y no ve venir el giro final pero, sin embargo, encuentro también detalles que no  me cuadran. No me cuadra por ejemplo que llamen a Álvaro de emergencia porque no hay más forenses y luego lo echen de allí con prisas en plan "bueno, déjeme hacer mi trabajo que ya tendrá tiempo de analizar muestras". Encuentro dudoso que reconozca un dedo que vio de lejos en un garito tipo discoteca o pub y que se encuentra luego amputado y tras varias horas (pues allí había carne pudriéndose ya). Tampoco el hecho de que cuando Álvaro llega a casa y dice que Arturo no está en la suya, Sara se levante y se disponga a irse sin más. Es un comportamiento demasiado raro, al menos que invente una excusa tonta.

Finalmente, el giro final me gusta, pero me parece trampa de cara al lector. No hay datos ni indicios sutiles (o yo no los he visto) que den a entender algo raro en quien luego resulta ser el licántropo.

2 estrellas

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Germinal
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Poblador desde: 08/03/2016
Puntos: 1307

Siento decir que las incoherencias comentadas anteriormente han pesado en gran medida y eso ha hecho que no haya podido disfrutar con el relato.

2,5 estrellas

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Bote
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Poblador desde: 12/11/2012
Puntos: 1477

Se entiende la intención, pero hay demasiadas trampas para causar despiste, esa auscultación en la que parece que Arturo está muerto o le pasa algo "inhumano", ese insistir en lo gordo que está Álvaro para que no se nos ocurra pensar que él es el lobo, ese parecer que lo que ocurre es extraño para todos cuando al final resulta que los hombres lobo existen en ese mundo ficticio...  Al mismo tiempo hay algunas pistas, las marcas de uñas en el cuello de Arturo, que no tienen explicación más allá de arrastrarnos a pensar que una de las chicas es la loba... No sé, se entiende la finalidad, pero creo que se pone demasiado empeño en desviar la atención, tanto que al final la sorpresa queda deslucida.

Me quedo con la atención generada.

3 estrellas

Mírame a los ojos...

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L. G. Morgan
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Poblador desde: 02/08/2010
Puntos: 2674

Una buena trama, con mucho peso en la sorpresa final, que deja sin embargo algunos agujeros, narrada con un lenguaje que es, en varios pasajes, excesivamente rebuscado. Hay que hacer un gran esfuerzo de credulidad para encajar, una vez leído el final, el papel de Álvaro. Se diría que tuvo que ir al hotel donde estaba Arturo (a la habitación donde lo habían llevado las mujeres) después de irse la pelirroja (ya que si no, esta lo habría reconocido). Participaría en la orgía de destrucción, mientras Arturo debía estar tremendamente borracho y ausente, ya que solo tiene recuerdos inconexos que siente que no son suyos. La carnicería tendría que producirse entonces. Pero, ¿cómo traslada los cuerpos? ¿Por qué en el hotel no se alarman por los signos que debieron quedar, sí o sí? ¿Cómo lleva a Arturo a su propia casa? ¿Se deben los dolores y anomalías de Arturo solo a la sesión de sexo desenfrenado? ¿Por qué a él no lo mata Àlvaro? También me choca que un forense tenga su consulta médica normal, donde pasa consulta de forma tan habitual como para que vaya Arturo de forma natural. Pero, bueno, podría ser. Más raro me parece que Arturo guarde en secreto esta nueva aventura y que Sibila, sabiendo de la naturaleza de su marido, no se alarme por su hermano.

1.75 estrellas.

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Gwirdyon
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Poblador desde: 24/01/2017
Puntos: 44

Por si sirve para resolver alguna de las dudas.

L. G. Morgan dijo:

 La carnicería tendría que producirse entonces. Pero, ¿cómo traslada los cuerpos? ¿Por qué en el hotel no se alarman por los signos que debieron quedar, sí o sí? ¿Cómo lleva a Arturo a su propia casa? ¿Se deben los dolores y anomalías de Arturo solo a la sesión de sexo desenfrenado? ¿Por qué a él no lo mata Àlvaro? 

Quote:

—¿Por qué me encadenas? —Álvaro lloriqueaba y tiraba de los grilletes. Sibila cerró con llave la puerta de la celda que había construido en el sótano de su casa. Se sentó enfrente, en una silla y le observó.

—Esta noche hay luna llena. Te quiero demasiado para permitir que te hagan daño. Mañana te soltaré. Me cuesta mucho trabajo deshacerme de los cadáveres que dejas en tu camino y ahora con las patrullas es casi imposible que no te vean.

Quote:

Arturo no llegó a irse a su casa el día que estuvo en mi consulta —murmuró Álvaro—. Está tal cual la dejamos cuando estuve comiendo con él antes de ir al congreso de médicos. Arturo, coño, ¿dónde te has metido?

"Es extraño, pero es verdad porque la verdad es siempre extraña, más extraña que una ficción". Lord Byron.

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Gwirdyon
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Puntos: 44

Por si sirve para aclarar dudas:

Easton dijo:

Hay repeticiones y puntos y comas que revisar. Aparte de esto, me parece una buena idea, un juego de engaño para el lector que se traga el anzuelo y no ve venir el giro final pero, sin embargo, encuentro también detalles que no  me cuadran. No me cuadra por ejemplo que llamen a Álvaro de emergencia porque no hay más forenses y luego lo echen de allí con prisas en plan "bueno, déjeme hacer mi trabajo que ya tendrá tiempo de analizar muestras".

Quote:

—Doctor Queo —dijo el inspector a sus espaldas—, espero su informe con ansiedad, un caso como éste no se ve todos los días. Ahora necesitamos seguir con nuestro trabajo. Enviaremos estos despojos a nuestro laboratorio, allí podrá solazarse escudriñando en ellos.

Para aclarar el asunto del dedo:

Easton dijo:

Encuentro dudoso que reconozca un dedo que vio de lejos en un garito tipo discoteca o pub y que se encuentra luego amputado y tras varias horas (pues allí había carne pudriéndose ya).

Quote:

Álvaro, entre carcajadas, soltó a su presa que cayó al suelo en un vahído exagerado y estudiado.

—¡Pobrecito! —La rubia, la pelirroja y la morena le rodearon en el suelo y se deshicieron en atenciones hacia Arturo, yacente.

—Lárgate, no tenías necesidad de hacerle esto —Amenazó la morena con su índice izquierdo perfectamente acabado en una uña lacada de rojo.

jane eyre dijo:

“ Álvaro reconoció el dedo acusador que días antes le había “invitado” a irse”¿De verdad es creíble que se reconozca un dedo amputado totalmente descontextualizado, en un escenario distinto y sin sortijas ni nada especial que lo identificara? Y, para colmo, después aparece la cabeza y el personaje no hace ninguna alusión a su identidad.

Quote:

En medio de un amasijo de vísceras e intestinos, encontró un brazo cercenado y retorcido en un ángulo imposible, tres fémures despedazados con restos de carne pútrida que un día formaron parte de sus respectivas piernas, y una cabeza con cabello rubio cuyas raíces póstumas delataban que era tintado.

Quote:

Se acercó al cúmulo de entrañas para observar mejor la única extremidad superior hallada en aquel infierno. El ataque y posterior deterioro del cadáver no habían estropeado la manicura ejecutada en rojo sangre de la mano de la víctima. Álvaro reconoció el dedo acusador que días antes le había “invitado” a irse del hall del hotel donde Arturo y él habían hecho una pamema para engañar a las únicas tres chicas sentadas en la barra.

"Es extraño, pero es verdad porque la verdad es siempre extraña, más extraña que una ficción". Lord Byron.

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Gwirdyon
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Puntos: 44

Por si sirve para resolver alguna de las dudas:

Hedrigall dijo:

En cuanto a la trama, se agradece la complejidad para llegar a una resolución poco previsible, pero me he encontrado con problemas de credibilidad: Que Sara sea una nueva vecina de Álvaro y Sibila que ha decidido pasarse a saludar en el momento en que Álvaro vuelve a casa, es absolutamente conveniente para la trama pero una casualidad tremenda que fuerza la credibilidad de la historia. 

Quote:

Salió apresuradamente de casa de Arturo, se metió en el coche y condujo hasta su casa. Dejó el auto en medio de la calzada para no perder tiempo. Casi no acertó a introducir la llave en la cerradura y de un empujón abrió la puerta. La luz del salón estaba encendida. Oyó risas. Respiró tranquilo. La risa inconfundible de Sibila y otra voz que no se le hacía desconocida. Entró.

Hedrigall dijo:

El cebo funciona durante gran parte del relato. Se apunta bien a que Arturo o la mujer faltante (la pelirroja) sean los responsables; incluso la finta hecha con Sibila es último añadido desestabilizador (en el buen sentido) para el lector. Pero el giro final es desconcertante porque no se ha explicado nada en la historia que apunte a Álvaro. Ni un solo detalle, aunque bien puede ser que me lo haya perdido. He releído el trozo de la alianza, y se especifica que Álvaro tiene la suya en su dedo. Una vez claro que Sibilia también lleva su propia alianza, queda ese detalle en el aire sin explicar. 

Quote:

—Como le iba diciendo —Continuó el inspector con denodada impavidez—, al menos eran dos mujeres, pues tres piernas… ya me entiende… Por el tipo de heridas creemos que han sido varias bestias, pues una sola no hubiera comido tanto. Sabremos quiénes son en cuanto enviemos las muestras al laboratorio. Este escenario es único, nunca había visto algo así. Bien, doctor Queo, le dejo hacer su trabajo para seguir nosotros con el nuestro cuanto antes. Por cierto, entre los restos encontramos una tarjeta de habitación de hotel y una alianza de oro.

Quote:

Que la tarjeta de hotel encontrada se correspondía con la habitación que Arturo había ocupado, era un dato circunstancial que podía obviar. Pero que la alianza que había entre los restos de entrañas era igual a la que él mismo tenía, podía ser preocupante. El anillo sólo podía ser de Sibila. ¿Por qué lo tenía una de las víctimas? ¿Y si Sibila…?

Tener no es lo mismo que llevar puesto.

Muchas gracias por los comentarios y las sugerencias, siempre son bien recibidas.

"Es extraño, pero es verdad porque la verdad es siempre extraña, más extraña que una ficción". Lord Byron.

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jane eyre
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Puntos: 10051

 

jane eyre dijo:

“ Álvaro reconoció el dedo acusador que días antes le había “invitado” a irse”¿De verdad es creíble que se reconozca un dedo amputado totalmente descontextualizado, en un escenario distinto y sin sortijas ni nada especial que lo identificara? Y, para colmo, después aparece la cabeza y el personaje no hace ninguna alusión a su identidad.

Quote:

En medio de un amasijo de vísceras e intestinos, encontró un brazo cercenado y retorcido en un ángulo imposible, tres fémures despedazados con restos de carne pútrida que un día formaron parte de sus respectivas piernas, y una cabeza con cabello rubio cuyas raíces póstumas delataban que era tintado.

Quote:

Se acercó al cúmulo de entrañas para observar mejor la única extremidad superior hallada en aquel infierno. El ataque y posterior deterioro del cadáver no habían estropeado la manicura ejecutada en rojo sangre de la mano de la víctima. Álvaro reconoció el dedo acusador que días antes le había “invitado” a irse del hall del hotel donde Arturo y él habían hecho una pamema para engañar a las únicas tres chicas sentadas en la barra.

¿Qué se supone que ha quedado aclarado? devil

 

 

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L. G. Morgan
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Puntos: 2674

Gracias, Gwirdyon. Alguna cosa sí se me ha aclarado.

Gwirdyon dijo:

Por si sirve para resolver alguna de las dudas.

L. G. Morgan dijo:

 La carnicería tendría que producirse entonces. Pero, ¿cómo traslada los cuerpos? ¿Por qué en el hotel no se alarman por los signos que debieron quedar, sí o sí? ¿Cómo lleva a Arturo a su propia casa? ¿Se deben los dolores y anomalías de Arturo solo a la sesión de sexo desenfrenado? ¿Por qué a él no lo mata Àlvaro? 

Quote:

—¿Por qué me encadenas? —Álvaro lloriqueaba y tiraba de los grilletes. Sibila cerró con llave la puerta de la celda que había construido en el sótano de su casa. Se sentó enfrente, en una silla y le observó.

—Esta noche hay luna llena. Te quiero demasiado para permitir que te hagan daño. Mañana te soltaré. Me cuesta mucho trabajo deshacerme de los cadáveres que dejas en tu camino y ahora con las patrullas es casi imposible que no te vean.

Con esto entiendo que es la esposa la que lo limpia todo. Pero se me sigue haciendo difícil creer que en la habitación de hotel donde se produjo todo no quedaran señales de semejante carnicería (con miembros arrancados, vísceras devoradas, señales de lucha, sangre a raudales) y que nadie oyera los gritos ni los ruidos inevitables.

Gwirdyon dijo:

Arturo no llegó a irse a su casa el día que estuvo en mi consulta —murmuró Álvaro—. Está tal cual la dejamos cuando estuve comiendo con él antes de ir al congreso de médicos. Arturo, coño, ¿dónde te has metido?

Bueno, yo me refería a cómo trasladó a Arturo desde el hotel donde tuvo lugar la juerga hasta su casa. Aunque supongo que sería también su hermana.

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Easton
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Puntos: 416

Gwirdyon dijo:

Por si sirve para aclarar dudas:

Easton dijo:

Hay repeticiones y puntos y comas que revisar. Aparte de esto, me parece una buena idea, un juego de engaño para el lector que se traga el anzuelo y no ve venir el giro final pero, sin embargo, encuentro también detalles que no  me cuadran. No me cuadra por ejemplo que llamen a Álvaro de emergencia porque no hay más forenses y luego lo echen de allí con prisas en plan "bueno, déjeme hacer mi trabajo que ya tendrá tiempo de analizar muestras".

Quote:

—Doctor Queo —dijo el inspector a sus espaldas—, espero su informe con ansiedad, un caso como éste no se ve todos los días. Ahora necesitamos seguir con nuestro trabajo. Enviaremos estos despojos a nuestro laboratorio, allí podrá solazarse escudriñando en ellos.

Respecto a esto, justo no has señalado en negrita la frase que me hace sentir que lo mandan a casa con prisas. Es la siguiente:

 espero su informe con ansiedad, un caso como éste no se ve todos los días. Ahora necesitamos seguir con nuestro trabajo. Enviaremos estos despojos

No soy experto ni entendido en criminalística, pero creo que si se manda un forense a la escena del crimen no es para que vea el cadáver destrozado y diga "sí, está muerto". Será para que haga algún examen o estudio sobre el terreno y se tome el tiempo que considere y sea él quien de por concluído dicho examen.

Gwirdyon dijo:

Para aclarar el asunto del dedo:

Easton dijo:

Encuentro dudoso que reconozca un dedo que vio de lejos en un garito tipo discoteca o pub y que se encuentra luego amputado y tras varias horas (pues allí había carne pudriéndose ya).

Quote:

Álvaro, entre carcajadas, soltó a su presa que cayó al suelo en un vahído exagerado y estudiado.

—¡Pobrecito! —La rubia, la pelirroja y la morena le rodearon en el suelo y se deshicieron en atenciones hacia Arturo, yacente.

—Lárgate, no tenías necesidad de hacerle esto —Amenazó la morena con su índice izquierdo perfectamente acabado en una uña lacada de rojo.

Quote:

Se acercó al cúmulo de entrañas para observar mejor la única extremidad superior hallada en aquel infierno. El ataque y posterior deterioro del cadáver no habían estropeado la manicura ejecutada en rojo sangre de la mano de la víctima. Álvaro reconoció el dedo acusador que días antes le había “invitado” a irse del hall del hotel donde Arturo y él habían hecho una pamema para engañar a las únicas tres chicas sentadas en la barra.

Esto no me aclara nada. Mi sensación es la misma. Álvaro soltó a Arturo y las chicas rodean el cuello de Arturo (de Arturo, no de Álvaro). Es difícil que se fijase en la uña de la chica. Aún así, suponiendo que sí se fijase en dicha uña, tras una escena como la que se describe luego:

En medio de un amasijo de vísceras e intestinos, encontró un brazo cercenado y retorcido en un ángulo imposible, tres fémures despedazados con restos de carne pútrida que un día formaron parte de sus respectivas piernas

En medio de esta escena, como digo, me es muy inverosímil pensar que el dedo se ha conservado perfectamente y que Álvaro lo reconoce.

 

Ahora bien, aunque mis sensaciones siguen siendo las mismas, aclaro que cuando comento un texto sólo doy eso: mis sensaciones al leer. Y son las sensaciones de un lector medio, no de un experto en criminalística. Lo que me chirría lo digo, siempre con intención de ayudar al autor o autora del relato. Obviamente, podemos tener puntos de vista distintos y disentir. Pero eso no cambia la sensación que a mi me dan estos puntos en concreto, incluso tras una relectura. 

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