El domingo estuvimos viendo la exhibición de karate de nuestro actual maestro (el no-negro) y estuvo muy guay, la verdad. Les dieron cinturones y hasta una copa a pesar de que no había competición (muy opinable que Copa Samurái sea un término adecuado para algo así, pero bueno) y todo muy bien incluido el mensaje de no robar chinchetas para el corcho de anuncios que las paga el comité de karate y tal.
Hoy me dice el maestro que la mujer que había ido a hablar con él terminado el curso (ya me había dado cuenta de su aspecto grave) había ido a protestar porque a su hijo de 16 años solo lo habían promocionado medio cinturón, a azul-marrón nada menos.
Vergüenza ajena. Esos padres que van a decirle al maestro de karate el cinturón que realmente merecen sus hijos. Gran enseñanza de final de año de artes marciales: si te vienen mal dadas, deja que tu madre vaya a lloriquear por ti. Espero que el crío se sintiera avergonzado por su propio bien.
los padres en las actividades extraescolares y deportivas de los hijos son lo más vergonzante del planeta.
saludos
Am I only dreaming? Or is this burning an eternal flame?... DREAM