El Préstamo
No le sorprendió que lo despidieran. Sabía que negarse a vender hipotecas en un banco tendría consecuencias y aun así estaba satisfecho, seguro de haber salvado a tantos inocentes que un día se acercaron a su oficina.
En cuanto a él, le pediría dinero a su padre.
MIMETISMO
Se detuvo y miró a su alrededor...Nada, solo una persistente lluvia gris, la misma desde hacía dos años. La soledad le estaba consumiendo igual que ese centeno le estaba vistiendo.
Embarró sus pies en la tierra, abrió la boca y se dejó ahogar. Después...le acompañó un calado silencio.