De arena
Ni tocar la guitarra, ni vivir de la investigación, ni evitar que Gloria me dejara. Solo Jorge, un fin de semana sí y otro no. Lo pasamos en la playa, construyendo castillos que arrasa la marea. Ya le he enseñado, sin esfuerzo, que lo importante es disfrutar intentándolo.
¡Pásala para adelante!
Luisa alinea los papeles en su escritorio. Lee las letras temblorosas y sonríe. Lucas, Manuel, Guille, Raúl y Pablo. ¡Esos tontos! Quizás debería ser ella igual de valiente y enviarle una nota de amor a Sara. Suspira. Recoloca sus trofeos. «Mañana», se dice.
Más dura una taza vieja que una nueva.