House of Mystery 2: Historias de amor para gente muerta
Reseña de este segundo volumen de la serie publicado por Planeta DeAgostini dentro de la línea Vertigo.
Como la propia mansión fantástica y cambiante que da nombre a esta serie, House of Mystery 2: Historias de amor para gente muerta es una encrucijada de historias. El hilo conductor de las mismas es la miniserie dedicada, precisamente, a las historias de amor para difuntos que encontramos en la casa, pero la narración viene salpicada de sorpresas.
Para empezar abrimos boca con una historia de piratas ideada por Matthew Sturges y ejecutada con mucho acierto por Tony Akins, Andrew Pepoy y Alex Wald: La cueva de las vírgenes de oro. Breve pero consistente, nos lleva a una isla del tesoro en busca de un terrible final de lo más sorprendente. A caballo entre el fantástico, el terror y el Caribe, es lo que muchas aventuras de Conan hubieran querido ser, y no fueron.
Luego ya entramos en el grueso de la historia: Historias de amor para gente muerta, una miniserie con guión de Matthew Surges, dibujo de Luca Rossi y color de Lee Loughridge que se compone de Claustrofobia, Bajo la piel, Sé quién eres, Lo que no ves y La belle et la Bête Noir, cinco fragmentos concatenados y dependientes que nos narran cómo un grupo de habitantes de la Casa del Misterio intentan escapar de la misma a través de un pasaje secreto del sótano. El dédalo fantasmagórico en el que se adentran alberga, como es natural, más peligros y sorpresas de los que cupiera imaginar. House of Mystery 2: Historias de amor para gente muerta se muestra en estas páginas como una obra maestra de la fantasía oscura, combinando en la trama terror, suspense, aventura y humor en dosis muy equilibradas. La parte gráfica acompaña con mucha solvencia, aunque sin despuntar particularmente, tanto recreando horrores clásicos del género como cosas más extrañas en las que reencontramos algo de los Mitos de Cthulhu.
Como perlas engarzadas en este hilo principal, aparecen varias historias independientes cuya relación con la trama principal adivinamos con mayor o menor facilidad. La guerra, con guión de Bill Willigham y dibujo de David Petersen, juega con fantasías oníricas que nos remiten a un imaginario propio de Borges o de Neil Gaiman con una estética preciosista. Los conserjes, de Matthew Surges y Henry Flint y Lee Loughridge, se implica más directamente en la trama conductora y nos explica la llegada del principal inquilino de la Casa del Misterio a ésta. Es una de las historias más originales e inquietantes del volumen, y muestra hasta qué punto la serie tiene su propio universo.
Romance gótico, de Bill Willigham, Bernie Wrightson y Lee Loughridge, se separa de la trama principal pero pivota sobre el tema, y nos trae una particular historia de amor de incierto final en la que se hace un guiño bastante divertido de algunos clásicos decimonónicos -como no- del género. Como broche final, una historia melancólica e inesperada, La aventura de Fig en peluchilandia, una historia de Bethany y Peter Keele ilustrada por Kyle Baker que resulta tan sorprendente como inquietante. Rompe de un modo radical con la estética precedente, y se adivina vinculada a uno de los personajes de la serie, por lo que podemos considerarla una digresión peregrina.
El conjunto, un cómic de corte dinámico, que basa su suspense y terror en la trama más que en imágenes concretas, y que consigue sobradamente sus objetivos. El imaginario que despliega es impresionante y deja con ganas de mucho más, y el tema es tratado con tanto acierto que es inevitable que robe un escalofrío o dos. La edición incluye, además, una galería de personajes al cierre que resulta un simpático extra.
Sinopsis (Cortesía de Planeta DeAgostini)
House of Mystery se encuentra en la encrucijada entre la realidad y la fantasía desde tiempos inmemoriales. Todo el que llegue hasta ella es bienvenido… pero no todos los que entran pueden salir. Descubre cinco almas perdidas que, en contra de su voluntad, han hecho de la Casa su hogar. Ellos te enseñarán sus pasadizos perdidos y sus habitaciones más siniestras… siempre que no mueran intentando escapar. Afortunadamente, la Casa solo atrae a los mejores cuentacuentos, que pagan sus consumiciones con historias . Desde mundos extraños a dimensiones desconocidas del tiempo , los clientes no se cortan y comparten historias llenas de terror, hambre, carne y asesinatos.
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