El crío del vecino, como siempre, se nos pega a rueda a la salida del cole pero, oh, sorpresa, esta vez nos encontramos al vecino al girar la esquina y en lugar de abandonar a su hijo bajo la lluvia, nos sorprende (al crío también) y se viene con nosotros hacia el portal.
En estas que, enredando, el chaval pisa una mierda reblandecida por la lluvia y situada sobre una tapa de estas en plan alcantarilla, pero de teléfonos, de estas que resbalan mucho. Y, claro, aparte de untar media tapa de mierda, se ha ido para el suelo pero de un modo brutal, ayudado con el peso del mochilón escolar de ¿10 kilos? Bueno, se ha tenido que dejar el culo pero bien.
Reacciones simultáneas:
1. Demonios, ¿estás bien?
2. Aprende a correr.
A ver si adivináis cuál es la de su padre y cuál la del capullo español al que quieren endosarle el crío para merendar todos los días.
Me lo imagino en este plan: https://www.youtube.com/watch?v=TA4jU7qnzz4
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.