Acepto la colleja de buen grado y cuelgo los mejores micros de esta edición para que podáis votar a pierna suelta,
¡¡Votad, votad, malditos!!
Peón
Que parezca un suicidio
Uno a uno, fueron asintiendo con un leve gesto de sus cabezas, dando así su venia al de Arimatea. José se acercó al taburete, pateándolo con rabia.
Estaba hecho; bajo la sombra del sicomoro el cuerpo inerte del Iscariote se mecía pacíficamente.
Álter Ego
La mujer del pescador
Tiene algas en la mirada desde que el mar inundó sus ojos. Naufraga por los bares del puerto y aferrada a la barra pregunta siempre por la barca. Solo los forasteros la escuchan, no saben que aún lleva el mismo delantal del día de la tormenta.
Voz en off
Robar un corazón
Huía por la calle mayor cuando me tropecé con aquel viejo gordo: le afane la cartera. No pasaron ni dos noches y ya me habían trincado.
—Eres muy bueno, mocoso —me dijo tocándome el hombro. Sonrió —. ¿No tienes familia?
Helena
Thirteen years old
No juzgué a mi madre por abandonar a mi padre, aunque la odié cuando trajo una canguro para que me cuidara. A mi edad no podía haber nada más humillante. Pero la chica empezó a entretenerme con aquellas historias nocturnas.
Ahora me muero por sus finales felices.
Tormenta solar
Orígenes
Vivieron atemorizados e incrédulos la última época de su vida. Las profecías se cumplieron de manera regular y, peor o mejor, creían sobrevivirlas: la desaparición de los eneros, el fin de las noches, el viento azul… Sin embargo, no hubo paraguas capaz de protegerles de la lluvia salada.
As de espadas
Magia
El abuelo sacó una carta y la colocó boca abajo.
–Haz tú lo mismo –le dijo a su nieta. Ella obedeció.
El as de espadas estaba ansioso por darse la vuelta para ver a su amada. Pero algo salió mal: su dama de corazones había desaparecido.
Eddy Sega
Espectador
Todo comenzó a desmoronarse el miércoles: llegó tarde del trabajo y cenada. El jueves, igual. El viernes durmió en el sillón. Ahora lleva un rato en el baño, arreglándose. Sale, intento detenerla, pero no puedo levantarme del sofá. El mando a distancia está tan cerca... Y empieza el partido.
Helena
Profecía siniestra, de Helena