RONDA 1: VA DE CINE. UNO DE LOS NUESTROS. (GRUPO ESCUDO) - COMPLETO - David G. González 1 - Halcón Bizco 2

Desarraigados

Yo, el Pincho y la Parda llegamos al parque a eso de las ocho. Nos liamos el canuto. Entonces la vimos. Sentada en el banco, mirándonos fijamente. Al poco, se levantó y empezó a caminar. Cojeaba. Era fea. Nos reímos. Se parecía tanto a nosotros,.

Con la venia:

El micro del Sr. González me parece redondo, fluido, con peso y esa historia que se adivina detrás .

El micro del Sr. Bizco nos deja pensativos con esa carga de abrumadora realidad ¿se rien de ella que es lo que nos empujaba a pensar el autor o en realidad rien de felicidad porque han encontrado a  otra de los suyos? Me quedo con la segunda interpretación y me parece muy inteligente. Para mi gusto, esas frases tan cortas le restan brillo.

¡Suerte a ambos!

Solemos de reirnos de los demás cuando tienen semejanza con nosotros mismos.

Ahora que los jueces se han pronunciado, me gustaría explicar un poco mi micro. No con el ánimo de justificar nada, sino más bien para darle un poco más de vidilla a las justas.

Ante todo, mi enhorabuena Halcón bizco por vencer en este duelo de caballeros. Ante todo, también, perdón por esos dos acentos que me dejé en el tintero... Me parece imperdonable. Creo que la próxima vez me lanzaré al ruedo con menos ansiedad y más premeditación.

Dicho esto, lo que pretendía con este micro era crear una escena muy visual, ya que la cosa iba de cine. Quería crear una imagen potente en el lector y la verdad es que quedé bastante satisfecho en este sentido.

Me cuesta entender, por otra parte, porque la primera frase de mi texto es “demasiado larga”. ¿Demasiado larga para qué? ¿Para un micro? Me ha sorprendido porque la frase estaba alargada premeditadamente con el objetivo de generar una doble sensación de pesadez: por un lado, para retroalimentar la imagen de la “mano pesada”, por otro, para alargar el tempo y recrear ese momento “eterno” que sigue al disparo.

En cuanto a la última frase, reconozco que le falta “punch”. Creo que pequé de inocente o tal vez quise redondear el micro de una manera demasiado contenida. Pensé que el lector no esperaría que el protagonista sintiera felicidad después de matar (presumiblemente) a su primera víctima. Y menos aún una felicidad que te colma el corazón (no por el hecho de matar, claro, sino por el hecho de cumplir el sueño de “entrar en la familia”). Pero veo que no funcionó...

Aprovecho también para decir que, en general, me ha parecido que los temas han sido tratados con excesiva libertad en esta primera ronda. Entiendo que no sería bueno encorsetar excesivamente los relatos, pero si la cosa “va de cine”, me parece que ha habido poco “cine” aquí.

En fin, agradezco tanto las críticas como los halagos, de jueces y duelistas, y agradezco a los jueces que se tomen la molestia de comentar los micros tan con tanto detalle.

En La prueba me hubiera gustado encontrar un giro final, no sé, algo que el muchacho mascara entre dientes sobre sus motivos para querer estar dentro o bien una traición, algo que le diera más chicha a la historia.

El de los desarraigados (creo que se titulaba, ahora no lo tengo delante, perdón si me equivoco) me dice mucho sobre cómo son los personajes, solo con sus reacciones y la forma que tienen de matar el tiempo.