Reto 09: Conversación

Sin mínimo.

Motivos

—Emitiendo.

—Me han hecho daño…

—Continúa.

—Mucho daño.

—Es evidente, viendo el estado en el que te han dejado, que así ha sido. Pero no estamos aquí para sentir piedad por ti, sino para hacer que paguen por lo que te han hecho.

—Eran cuatro…

—Continúa.

—Todos machos, de raza sub baja.

—Era de esperar. Continúa.

—Volvía del trabajo, desde mi unidad, directamente a mi cubículo, cuando me sorprendieron en un pasillo…

—Una pro alta no debería llorar. No llores. Continúa.

—Al principio no me pareció extraño, estaban vestidos como nosotros y hacían ver que tan solo caminaban despreocupadamente, pero al acercarme a ellos vi en sus rostros los rasgos de su raza…

—Límpiate las lágrimas y los mocos, no hagas que nos avergoncemos de ti. Continúa.

—Me agarraron y me quitaron la ropa…

—¿Dijeron algo?

—No entiendo…

—¿Hablaron?

—La raza sub baja no tiene el don de la palabra. No entiendo a qué viene esa pregunta.

—Con entrenamiento pueden imitar la palabra.

—No, no dijeron nada. Solo reían… Ahora que lo pienso, es extraño… La raza sub baja tampoco posee el don de la risa…

—Bien. Continúa.

—¿Cómo es que reían?

—Continúa.

—Me… quitaron la ropa y me golpearon.  No me resistí, estaba demasiado asustada. Esperé a que acudiese la Vigilancia, tal como debe ser. Pero no acudieron y…

—Continúa.

—Y me impregnaron.

—¿Todos?

—Los cuatro, por turnos, entre risas y bofetadas, muchas veces, durante mucho tiempo. La Vigilancia no acudió.

—La Vigilancia está saturada de trabajo últimamente. ¿Cuántas veces fuiste impregnada?

—¡Te lo he dicho, muchas!  ¡No las conté!

—¿Más de cuatro?

—¡Muchas más!

—Di una cifra.

—¡No sé…!  ¡Veinte, treinta…!  ¡No sé, me impregnaron una y otra vez hasta que perdí el conocimiento!

—De acuerdo. Deja de llorar. ¿Podrías reconocerlos si los vieras?

—¿Qué si podría…? ¡Los sub bajos son todos iguales! ¿¡Qué clase de preguntas son esas!?

—Hemos terminado. Gracias por colaborar. Corto.

—¿Puedo hablar?

—Sí, ya no estamos emitiendo.

—Ah, menos mal. ¿Me pagáis?

—Claro, en cuanto la masa pro exija que toda una sub sección de sub bajos sea gaseada.

Pues anda que tú.

Ahí le has dao, Coon.

Fly, Jane, Bela, ¿Rapso? ¿Colorín? Venga, que este es facilito y no ocupa tiempo.

No, joer, no, no lo sientas. Bienvenido seas a este humilde reto de verano. Has hecho muy bien.

No hay que apuntarse, pero sí que se pide una total entrega a la hora de valorar los demás relatos, cosa que empezará a hacerse a partir de las 0:00 de esta noche hasta el último día del mes en curso.

Recuerda, valoración y 3 puntos para el que más te haya gustado, valoración y 2 para el siguiente que consideres mejor y lo mismo para el tercero, pero con un punto. Se agradecerá que valores aquellos relatos a los que no concedas puntos.

Gracias por participar, LCS

Pisar a fondo, de Bestia insana: Cuando lo leí por primera vez, algo apresuradamente, confundí quién era el que se ponía a atropellar transeúntes. Pensé que era Mario y que el motivo no era otro que el cabreo porque “no se le había levantado”. Ahora que releo para votar veo que no, que es el otro y que el motivo es el dolor de muelas. La frase; “el más leve dolor justifica la aniquilación del universo”, me encanta. Es egoísta y absurdamente despiadado. El problema reside en que no hay demasiada explicación del porqué. Sí, el dolor de muelas, está claro, pero no me parece suficiente como para odiar o compenetrarte con el personaje. Me hubiera gustado alguna ligera alusión a los meses que pasó en rehabilitación por “aquello”… Bueno, aparte de eso es un micro divertido que cumple perfectamente con la premisa del reto y que no te dificulta para nada el visionado de lo que acontece en cada instante.

Solo Negocios, de Coon: Lo que más me gusta de este micro es la diferencia de trato que se brindan los dos personajes. Por un lado el ultrajado se siente superior, tanto por su papel de agraviado como de hombre rico y poderoso y habla de “tú” al ultrajador, mientras que este, un mindundi vividor de tres al cuarto, se sitúa en su lugar inferior y trata de “usted” al primero. Que el hombre rico haga llamar al mindundi para remarcar su poderío sobre él y ella me parece perfecto. Deja claro que en todo momento ha sido consciente del asunto, que no le importa demasiado y que no va a soltar un pavo. El giro final me resultó previsible, supongo que por la situación en sí y por la broma que gasta el rico, “pues para matarte, para qué si no…” Solo quedaba que fuera el perdedor el que ganase la partida. Bueno, aparte de las tildes perdidas y alguna coma ausente, el relato me ha gustado mucho.

CORAZON, de LCS: Lo que más me ha gustado de este relato es la literalidad. La imagen del niño con su corazón en un puño, con toda esa sangre, hace que lo que viene a ser una alegoría se convierta en algo real, pero al mismo tiempo abstracto, no sé si me explico. La sangre es la clave. La conversación está bien llevada, muy natural, muy de hermanos. La tristeza de la madre, que cuidó el corazón de su marido, pero que no se lo robó, queda bien como final y señala una situación familiar nefasta.

Difícil otra vez tener que dar puntos.

Solo Negocios, de Coon: 3 puntos

Pisar a fondo, de Bestia insana: 2 puntos

CORAZON, de LCS: 1 punto