Colores
Henchido de amor, soñó azul en los cielos, gris en las lunas de plata, verde en olivos e higueras, bronce en las carnes morenas, y negro en capotes siniestros. Finalmente, el rojo venció; el odio en aquel barranco tragó la sangre de Federico.
Triste cantar de gesta
Bajó el conde con sus mesnadas, gualda bajo el sol del mediodía, al encuentro del azur del rebelde infanzón, un mar en calma imperturbable.
Y corrió la sangre.
Dejó un lienzo de vísceras y dolor, polvo sucio de muerte mundana de un informe tono cenagoso.