HECATOMBE EN PUNTO PELOTA.

IMPACTO PELOTA

Carlos Garcia Hirschfeld se defiende tras asumir el papel de presentador en punto pelota.

«Prefiero que me llamen hijo puta personas que no me conocen, a que me llamen tontolculo mi mujer y mis hijos», dice en su blog

Carlos García-Hirschfeld ha salido al paso de las críticas que ha recibido por aceptar sustituir a Josep Pedrerol como director y presentador de «Punto pelota» en Intereconomía. El periodista ha publicado un artículo en su blog asegurando que no podía rechazar una oferta de trabajo, porque lleva casi un año sin poderse pagar un sueldo y hace meses tuvo que despedir a todos los trabajadores de su productora. «Menos mal que mi madre no tiene Twitter. Y lástima que no sea analfabeta, porque si hoy entra, por ejemplo, en algunos periódicos digitales, no leerá cosas bonitas sobre su hijo», afirma.

El periodista explica que este miércoles al mediodía recibió una llamada en la que se le preguntaba si estaba dispuesto a hacerse cargo del programa deportivo de Intereconomía esa misma noche. Dice que aceptó y que entiende «el cabreo» que su decisión haya podido causar entre quienes le acusan de traidor o de esquirol. «Pero pido también a la gente que comprenda. Yo, además de periodista, soy empresario. Como nos pasa a todos por la cadena de impagados en la que se ha convertido este país, llevo casi un año pasándolas más que canutas con mi empresa para llegar a fin de mes y poder pagar las facturas. Hace meses tuve que despedir a todos mis trabajadores. En este momento mi productora no tiene ningún programa en el aire. Estoy felizmente casado y tengo tres hijos y llevo más de un año sin poder pagarme un sueldo porque mi empresa no se lo puede permitir» (...) «¿Debo en estas circunstancias decir que no a una oferta de trabajo que me hace una cadena de televisión? Yo creo que no».

García-Hirschfeld añade que lamenta la situación que ha vivido Josep Pedrerol, al que no conoce personalmente «y al que deseo lo mejor». «Por supuesto me parece tremenda la angustia de los trabajadores de Intereconomía a los que se les debe dinero. ¿Pero alguien es capaz de decirme que, en mi situación, habrían rechazado un trabajo como el que me ofrecían? Yo creo que no. Pero me da igual», agrega. «Yo me considero una buena persona, creo que soy un buen profesional y anoche, como esta noche y las que vengan, intentaré hacer el mejor programa de televisión posible». «Y si a alguien le parece mal, lo lamento muchísimo. Si tengo que elegir, sinceramente, prefiero que me llamen hijoputa personas que no me conocen, a que me llamen tontolculo mi mujer y mis hijos por renunciar a un trabajo en un momento como este».