Cuando cae la noche las sombras se prolongan y tienden un manto de negrura sobre el viejo cementerio de la capilla de san Mungo. Se trata de un lugar paralelamente reverenciado y temido por los habitantes del condado de Gairloch, en la vieja Escocia. Dicen que bajo sus criptas descansa un vampiro legendario, el Vampiro de los Montrose, la familia que gobierna la comarca con mano de hierro y a la que pertenecen dos mujeres tan inquietantes como las hermanas Valeria y Anna Livia. Stuart Connolly, el protagonista de Eternamente tuya, llega al condado con la intención de construir una presa. No tarda en sucumbir al oscuro poder de seducción de Valeria. La primogénita de los Montrose ama de una manera violenta y posesiva, y besa como un vampiro. Sin embargo, desprecia a quienes creen en la leyenda casi tanto como a su hermana pequeña, la etérea Anna Livia. Pero hay algo en esta que atrapa definitivamente a Connolly, algo que no parece de este mundo, un amor sobrenatural que acabará poseyéndole como un hechizo. Un hechizo teñido de sangre, pues a medida que se deja atrapar por esas dos mujeres, una serie de suicidios inexplicables comienzan a prodigarse en la comarca: los cadáveres aparecen desangrados y, antes o después de cada una de esas muertes, una espectral Dama Blanca se deja aparecer por las colinas, a la vuelta de cualquier recodo de la Milla Oscura.
Crueles maldiciones y venganzas demoniacas jalonan esta novela inusual, por cuyas páginas caminan de la mano cadáveres insepultos y no muertos provenientes del otro lado de la vida. Algunos de sus protagonistas se atreven, sin embargo, a deambular en solitario por parajes poco recomendables. Unos en busca de un ser amado, otros animados por venganzas no cumplidas, o simplemente en busca del descanso eterno. ¿Quién es esa criatura que se agazapa en el fondo de la tumba de Malcom de Montrose? ¿Es cierto que Valeria y Anna Livia son las herederas de su maldición? ¿Y esas luces en la noche? ¿Son realmente las almas de los condenados, los no-muertos que vagan en busca de la respuesta que acabe con una eternidad de tinieblas?
A través de una calculada inmersión en lo fantástico, sin abandonar en ningún momento el relato realista, con una escritura muy visual, envolvente, cargada de matices, Álvaro Bermejo nos invita a explorar los meandros del alma humana para mostrarnos tal como somos, ángeles o demonios, vampiros en busca de amor, seres humanos que no renuncian a su parte tenebrosa. Eternamente tuya es una novela que apasionará a los amantes del género mientras nos conduce a través de una historia con perfumes de leyenda, lúgubre, terrorífica a veces, pero jamás desprovista de emoción ni de belleza, hacia un final que, bien puedo asegurarlo, es de los que no se olvidan.