Venganza
Amaba sus libros.Le regalaron un e-book, que pronto llenó de títulos.
Cierto día, apareció tendido en el suelo de su biblioteca, en medio de un charco de sangre, rodeado de cientos de volúmenes.
En su mano derecha, "Traición" de Harold Pinter. "El péndulo de Foucault" atravesándole el corazón.
El placer de la lectura
"No sabe vuesa merced del indescriptible goce que habría de daros mi cuerpo, para desgobierno y derrota de su débil voluntad"
Marcos, en plena adolescencia, no entendía el valor de aquella obra encuadernada en piel, pero respondía al reclamo de esas palabras como por ensalmo.