Me acordé mucho de ti. El caso es que en Metz, durante el verano, hacen la fiesta de la mirabelle, un tipo de ciruela amarilla muy dulce que es típica y casi exclusiva de la región, una movida llena de actividades culturales y tal que cubren un amplio espectro de cosas peregrinas. Y, entre medio, se ven que hacen cosas de gratis.
Bueno, pues entre ellas habían pillado a un grupo de "danza callejera", hip hop y break, de Israel (sic) y los habían traído a Metz, pero como no tenían disponible el Arsenal, que es el sitio donde hacen conciertos así como modernos, los habían llevado a la Ópera, un edificio del siglo XVII, con molduras doradas, escalinatas de mármol y todas estas cosas. Entre la parafernalia, estaba la Reina de la Mirabelle (una tía que eligen como las reinas de la belleza en yanquilandia), su predecesora, el sustituto del alcalde para estas movidas, todo como muy improbable.
Obviamente, como esto era una cosa gratis pero que hay que pedir las entradas y te enteras por el programa de fiestas, el 90% de la gente eran abuelos y abuelas que querían ir a la ópera. El resto, pues gente de la organización y otros como yo (y dos de mis críos) que nos habíamos enterado de rebote.
Arranca la cosa tarde, con ambigüedades sobre problemas técnicos y tal y empieza la movida. El espectáculo, pues de break dance del bueno (se ve que los tíos compiten internacionalmente y tal y, como tienen una escuela, hacían movidas muy originales), pero el sistema de sonido se les fue al carajo miserablemente. Las canciones se cortaban, saltaban de pista, los vídeos promocionales del pueblo del que venían iban desincronizados con el sonido. Al principio los tipos intentaron todo para obviar los problemas, pero se les caía el espectáculo a trozos. Los pobres no sabían ni cuando salir, ni cuando entrar en escena, tenían que dejar las cosas a mitad... Y, bueno, el público tampoco sabía cuando aplaudir, porque yo creo que la mitad no habían visto algo así en su vida. Un follón total.
Me acordé mucho de ti y de las galas estas de TV que se empeñan en meter rap.
Al final la cosa terminó bien porque el público se volcó con los aplausos y la organización les explicó que no los hacíamos responsables del desastre técnico, así que consiguieron que salieran a saludar (y a darse besos con la reina de la Mirabelle y tal), y fue muy emotivo, porque al ver que la gente estaba de buen rollo, hicieron una improvisación sin música (claro), con la gente dando palmas, y luego subieron los críos de la escuela de hip hop y alguno hacía ya trucos de estos de girar en el aire, y también un bebé, y fue todo muy extraño y entrañable.
Es todo tan maravilloso que me extraña que haya sido en la Fgans y no en Mostoles xddd
yo me voy a la mieeeeeeerda, y tu donde vaaaas, culiiiiito seeexy
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