Resistir todavía y siempre al invasor.
Los alienígenas conquistaron mi mundo, mi país, mi ciudad, incluso mi cuerpo.
Trabajo para ellos, procreo para ellos, vivo para ellos.
Pero no me han doblegado. Nunca lo harán, pues hoy, al fin, he conseguido un cuchillo.
Esta noche seré libre...
TALISMÁN
Todos sus vecinos eran alienígenas y él, el único representante de la especie. Podría con ellos: sabía que odiaban el olor a comida podrida, por eso amontonaba cientos de inmundicias que le protegían. No conseguirían abducirle por mucho intentaran hacerse pasar por policías.