Edito, me lo pisaron.
VII Edición de las Sortija
Sin reloj
Siempre llegaba tarde, su vida cambió desde aquel fatídico día en el que el destino le jugó una mala pasada. Si le hubiesen rescatado diez minutos antes, no hubiese perdido los brazos. Ahora no tenía donde ponerse el reloj.
GUERRA PERDIDA
Todo es lucha contra el tiempo. Nuestro reloj vital es el enemigo. Sus horas latigazos en la espalda. Siempre en contra. Corre cuando tiene que ser lento y se rezaga adormilado mientras esperamos excitados que pase. Ciclo infernal que se repite infinitamente con nosotros como títeres. ¿Lograremos domeñarlo?
Indomable
Con su precioso caballo del color de la madrugada no tenía problemas; con su inolvidable violín del color del amanecer tampoco. Pero con ella, con sus ojos de color infierno, fue imposible y, además, no quiso: la prefirió salvaje que domeñada, de sus sueños antes que de sus brazos.
Literalidad
Su asperger nunca fue más evidente que el día en que se presentó en casa con dos brazos de gitano para la merienda.
Indomable
Con su precioso caballo del color de la madrugada no tenía problemas; con su inolvidable violín del color del amanecer tampoco. Pero con ella, con sus ojos de color infierno, fue imposible y, además, no quiso: la prefirió salvaje que domeñada, de sus sueños antes que de sus brazos.
Palabra: merienda.
La familia
Reconozco que utilizamos métodos poco ortodoxos, pero con la visita al psicólogo solucionamos de un plumazo los problemas más importantes de mi hijo: el del miedo nocturno y los robos de merienda. El pibe, ahora huerfanito, aprendió la lección de no meterse con uno de los nuestros.
Todo llega
Ocurrió lo inesperado. Todo aquel que lo quiso, lo tuvo.
Algunos lo tomaron frio, otros, caliente. Los más sosainas decidieron disfrutarlo templado. Lo importante es que a nadie le faltó.
Y con ello en la mano, supimos por fin lo que significaba poseerlo.
Y fue nuestro para siempre.
Quiéreme, pero no tanto
Prometieron amarse para siempre, hasta que la muerte los separase, pero no debió escuchar bien esa última frase...
Han pasado quince años desde que murió y aún la visita todas las noches.
Pesadilla
Corrió con todas sus fuerzas en la noche sin Luna. Los chillidos inhumanos estaban cada vez más cerca… hasta que el hombre lobo le cayó encima.
Despertó con un grito ahogado en la garganta. Pese a que le sucedía todas las noches, no se acostumbraba a la muerte.
Esquelas
No me gusta mirar las esquelas en el periódico. Tengo miedo de encontrarme.
CONVERSIÓN
Salimos temprano para ver amanecer. Aún era de noche. La pesadilla todavía rondaba mi cabeza. Tras correr un poco nos detuvimos en la inmensa playa. Mientras el sol salía yo comprobaba que no era un sueño lo visto en la noche pasada y no encontraría un refugio en kilómetros.
APOCALYSE NEW
No sé cuántos kilómetros he recorrido en esta selva pero sospecho que ando en círculos y que nunca podré salir de aquí. Tengo miedo al dolor, a la enfermedad, al hambre y a la sed… pero no puedo matarme o nunca sabría qué ocurrirá el 21 de diciembre.
Pobre diablo
El hombre más obsesivo del mundo tiene por costumbre dedicar cada mes del año a una actividad en concreto. Así en enero pesca, en febrero se enamora, en marzo recolecta margaritas, en abril compone poesías… y en diciembre, todos los días, se muere y resucita.
El Hombre
En las noches de luna llena abre los ojos y las alas. Entra aquí y seduce con su historia a todas nuestras damas; pero solo una cae en sus dientes y se pierde con él antes del amanecer. Hasta que vuelva a brillar la luna, llena de sangre.
Edito: Ya había publicado hoy.
Reedito: No había publicado hoy. Era el de ayer.
HAMBRE DESCUIDADA
Sangre roja, sangre fresca. La necesidad apremia. Dos días sin comer. Una putita siempre dispuesta. Le lleva a un hangar. Huele a chamusquina pero no hay nadie. Ataca y antes de clavar sus colmillos sobreviene la emboscada. Le atan y le prenden fuego. La putita sonríe. ¡Zorra!
Edito, entré tarde U_U
NAZI
Siempre lo había sospechado. No era posible que fuera sintético aquél abrigo de piel de zorro. No lo pude soportar más. Rompí con ella. ¿Cómo salir con alguien que es capaz de cubrirse con pieles de animales? ─pensó mientras acariciaba el tambor de piel de judío.
Réditos
—Jacob, tengo un nuevo negocio que te puede interesar.
—¿De qué se trata, rabino?
—El gobierno alemán me ha encargado estrellas de David para identificarnos.
—¿Para qué?
—Qué más da, lo importante es que podemos obtener unos buenos francos.
Presagio
Se imaginó un ejército de franquitos haciendo lo que se le antojaba, levantando la mano, gritando su nombre, bajo el pretexto del orden y la unificación. Un país, una lengua, como en los viejos tiempos de la Reconquista. A los sospechosos les llamarían "rojos", "moros" o simplemente "polacos"
DIOSA
De todas las mujeres amadas, Bárbara, la polaca, había sido la que dejó una huella imborrable. La idolatraba, quizás, por ser la única que le rechazó. Nunca pudo superar aquél dolor. Por eso, al verla de nuevo, embarazada y con una niña de la mano, su corazón se petrificó.
La barra
Era de pan y estaba ahí, sola, en medio de una planicie vacía de todo, existiendo apenas bajo un cielo ahíto de oscuridad, pidiendo ser rellenada de algo que no fuera ella misma, suspirando por ser el objeto de deseo de algún solitario dios zampón.
Pero estaba dura.
La más dura del barrio
Dura como un amanecer sin café, como un invierno sin abrigo, como una guerra sin casco. Se me agotan las comparaciones para hablar de la chica que me convierte, en su ausencia, en un hombre más blando que una nube sin lluvia.
El mejor momento
Llevaba todo el día aguantandose las ganas y disimulando su pésimo estado de ánimo. Cuando oyó el primer trueno llegó la respuesta a sus plegarias. Salió a la calle y caminó bajo la lluvia disimulando así sus amargas lágrimas.
Llora, niño
Cuanto más lloraba, más le golpeaban. Y el dolor le hacía llorar más, empujándole a un bucle interminable y creciente de desesperación. Las lágrimas le corrían hasta la comisura de los labios, donde las atrapaba con su lengua. Lo peor de todo es que había empezado a saborearlas.
Se me han adelantado, la palabra es saborearlas.
Prosaico
Quedaría más poético decir que quedé prendado de tus ojos, pero lo que me llamó la atención fueron tus tetas. Entonces urdí mi telaraña de sonrisas y regalos hasta que te atrape y pude saborear tus pezones morenos. Luego me dejaste, y debo decir que las echo de menos.
NUNCA ROBES A UN LADRÓN
«No me des menos de lo que me debes. No me traiciones. No te quedes con lo que es mío». Mientras oscilo como un péndulo de la soga, recién colgado, me acuerdo de las tres reglas de oro de mi ex jefe.
Palabra es minutos
El endesabé no ocupa lugá