Vida perdida
Las puertas se abren y yo me siento muy débil; tengo los brazos llenos de arrugas y la espalda encorvada. Una lagrima brota de mis ojos cansados, ¿quién podía prever tan desafortunado efecto? He viajado en el tiempo y mi cuerpo se ha marchitado en un mísero segundo.
Este desafío espera oponente. Lo subo para hacerlo más visible.