El otro día, en un cumpleaños en un pueblo a las afueras de Metz, hablábamos de las actividades extraescolares y salió el tema de los conservatorios nacionales de música. En Francia se ve que son competencia de los distintos ayuntamientos (reconozco que no sé cómo está en España), lo que hacía que en Metz capital costase menos de 100 euros año por niño y en el pueblo donde estuvimos más de 600 euros año por niño. En el segundo caso, obviamente, se cierran las puertas a bastantes familias, que no van a probar si su hijo está dotado o no para la música invirtiendo tanta pasta.
La cuestión que se me suscita es ¿consideráis que el estado debería subvencionar este tipo de actividades y aprendizajes culturales? Tengamos en cuenta que pocos de los que estudian música terminan trabajando en el gremio.
Personalmente, y siguiendo mi idea de que hay que invertir en trabajos que requieran mucho capital humano (como pueden ser este tipo de cursos), veo buena política fomentarlos, pero hay quien los cuestiona porque no son "productivos".
Bueno, es un poco feo que nadie te responda.
La verdad es que este tipo de gasto tiene tres tipos de beneficio: el económico (capital humano), el político (mejores ciudadanos) y el lúdico.