No podrán contigo
Llegas a casa, hastiado. La sonrisa del trepa que ansía tu puesto bailotea en tu cabeza, mordiendo, desgarrando. Enciendes la tele.
Dos adolescentes solteras embarazadas juegan a la ruleta rusa. Una de ellas sostiene la pistola contra su sien. Llora.
¡Clic!
Esos dientes rechinantes en tu cerebro...
Circo deseado
El parlamentario saltó a la arena, red y tridente en mano; enfrente, el concejal de urbanismo chocaba su espada contra el escudo rítmicamente. El estadio rugió pidiendo sangre. Al terminar la lucha los pulgares apuntaron al suelo, y la cabeza del concejal rodó por la parcela no edificable.
Gully Foyle es mi nombre
y la Tierra mi nación.
El profundo espacio mi vivienda
y la muerte mi destino.