Como dije, con Mendoza me río mucho. Me pasó con Sin noticias de Gurb y con el de Pomponio Flato.
También me descojoné vilmente con Sakamura, Corrales y los muertos rientes, de Pablo Tusset, una parodia político-policíaca que no deja títere con cabeza. No es un gran libro, sin duda, pero sí uno muy divertido. Lo mejor que le puede pasar a un cruasán también es muy divertido, aunque no lo calificaría como libro de humor.
Y, bueno, Pratchett, ni que decirlo...
Como ya he comentado, con Eduardo mendoza me reí bastante.
Me he reido mucho con Groucho Marx, sin duda. Pero creo que el que más carcajadas ha conseguido arrancarme ha sido Gerald Durrell y su magnífica Trilogía de Corfú, compuesta por Mi familia y otros animales, Bichos y demás parientes y El jardín de los dioses.
Con Terry Prachet, más que reirme, lo que hago es sonreir de manera contínua :). Woodehouse me causa el mismo efecto.
Somos el tejido del que estan hechos nuestros sueños.
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