Cazafantasmas, el remake
Hablamos de la película de Paul Feig, una nueva versión de los ghostbusters
Por regla general, no soy muy aficionado a los remakes. Creo que hay suficientes buenas historias por contar como para anclarse en las que ya han sido narradas, sobre todo si se hizo con calidad, con acierto, como ocurrió en el Cazafantasmas original. Los veo, honestamente, como un camino fácil para las productoras, una especie de reducción del riesgo intrínseco al cine. Por eso, había retrasado la visión de la nueva versión de Cazafantasmas mucho tiempo. Mucho, mucho tiempo. Pero ahí está Netflix con sus tentaciones y las dos primeras ya las habíamos visto con los niños un par de veces, así que...
Me he llevado una más que grata sorpresa. Confiaba, en mis momentos optimistas, pasar un rato entretenido, pero reconozco que me he reído muchas más veces de las que me esperaba y he terminado con ganas de reivindicar la película, sobre todo tras ver su pésima valoración en IMDB.
Seamos francos: el guión no está todo lo ajustado que podría haber estado, menos que en la versión original, donde el delirio de la trama encajaba con una precisión tan gratuita como acertada. Al mismo tiempo, tampoco plantea grandes lagunas, sino que va bien en la línea de las precedentes saliéndose, a la vez, de su alargada sombra. En vez de caer en la misma narrativa, aquí hay algunas vueltas de tuerca más ácidas que no destriparé.
Sobre el apartado humor, encuentro que el cuarteto formado por Kristen Wiig, Melissa McCarthy, Leslie Jones y Kate McKinnon cumple sobradamente a pesar de tener el listón muy alto, en particular esta última, cuya actuación me ha parecido sobresaliente. En mi modesto parecer, el acierto ha estado en no pretender mantener exactamente la estructura original, sino desmarcarse lo suficiente para hacer algo nuevo sin escatimar los guiños. No podían volver a interpretar los mismos personajes ni hubiera tenido sentido hacerlo.
Evidentemente, esto hace que no sea Cazafantasmas la original, menos mal. Entonces sí que no tendría sentido haber hecho el remake. La pregunta es, entonces, si aporta algo de valor, que haga que merezca la pena.
Por mi parte, la respuesta es que sí, y mucho. El universo de Cazafantasmas es muy sugerente para todos los amantes del género fosco. Era lástima que no hubiera más historias en el mismo. Buenas historias. Y esta lo es. Han actualizado el escenario para encaje mejor con las filias y fobias de nuestra época. En ese sentido, el personal del ayuntamiento de Nueva York es tremendo. Como también lo es el reparto de las cazafantasmas y su personal administrativo. El humor no es el de los '80, claro, y eso también es un acierto, porque sin abandonar el homenaje se exploran nuevas vías, quizás más absurdas en algunos momentos, puede que más chocantes porque nos saca de la zona de confort.
El apartado de los efectos especiales ha evolucionado también. No diré que sea mejor porque hay un algo entrañable en los muñecos de las primeras, pero tampoco seré de los que nieguen que estos han envejecido. Sí, de un modo encantador, pero para mis hijos la cosa está muy clara. Es un punto más siniestro, pero es que las nuevas generaciones han visto cosas deliberadamente espeluznantes que nosotros no disfrutamos (atención al deliberadamente). Y, después de todo, a mí siempre me pareció que falta un poquito más de oscuridad en la I.
Creo, honestamente, que la nueva Cazafantasmas es una gran película. Sí, claro, no es la original, no ha desbrozado el terreno inexplorado del humor paranormal, pero sigue siendo una gran película. Divertida, ágil, con buenos diálogos y buenas interpretaciones. Y también magníficos cameos. Creo que es la película que hubieran hecho en su día si eso hubiera sido posible. Pero no lo era, porque la época era otra, los medios eran otros y el público era otro.
Y, francamente, yo estoy muy contento con que existan ambas.
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