Buenas, compañeros:
Volvemos con aires renovados.
El número 8 de Los zombis no saben leer ESTÁ LISTO.
Sentimos el retraso: si quieren seguir acompañándonos, lean el editorial y pasen al número, quizá puedan entenderlo todo un poco mejor. Abrazos y, anticipadamente, felices y terroríficas navidades. Y promocionen esto allá por donde quieran o puedan. Seguramente seremos y serán un poco más felices.
Hasta pronto.
La redacción de LZNSL
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Todos nos hablan de lo difícil que será el tiempo que se nos avecina. Todos nos hablan de la prima de riesgo, de recesiones, de vueltas y revueltas con la Bolsa, de economía y del Euro, de políticas de austeridad, de reducción del gasto público, y esto y lo otro, pero nadie nos habla de lo esencial; nadie nos habla de los zombis, sí, de esos hombres, mujeres y niños que, putrefactos ahora, ansían un trozo de carne y no van a tener en consideración ninguno de nuestros ruegos, y si me preguntan por qué, les diré que simplemente es porque ellos no proceden de la ética, no controlan el sistema límbico ni les importa; por ellos puedes pudrirte del mismo modo que lo están haciendo ellos mismos, porque solo importa sobrevivir, y sobrevivir conlleva pasar por encima de todo y de todos. Algunos podrían asegurar que la llegada de los zombis es una metáfora del sistema en el que vivimos, una analogía del Capitalismo para concienciarnos de lo que estamos haciendo, en lo que el dinero y la obsesión acumulativa o posesiva nos convierte. Siempre se trató de eso. Nosotros les traemos lo contrario, les traemos los zombis pero para que se diviertan con ellos, y los zombis no son solo cadáveres andantes, son historias de terror, de amor, locura y sexo, son historias inventadas por y para el disfrute de la conciencia que necesita ser salvada, de la conciencia que, justo ahora, pasa por ese momento de la historia en el que, más que nunca, necesita sentir que está viva, que es libre, que no es esclava de un vulgar número de banqueros y empresarios capitalistas. Los zombis llegaron para demostrar lo cerca que estábamos de la muerte, y quizá sea la única señal que nos avisaba de la catástrofe. Ahora, pensamos nosotros, lo único que nos quedaba era dejarnos morder por ellos; solo así encontraríamos la salvación de nuestros más temidos males. Hemos tardado un tiempo en reaparecer, precisamente porque no somos nadie, porque no somos un círculo de profesionales que mueven monedas al hacer todo esto, pero nos importa lo que ustedes piensen y nos importa, sobre todo, que disfruten y sigan haciéndolo a nuestro lado. Un modelo de revista algo más austero, conservando la fidelidad a los orígenes; unas historias sabrosas, a cada cual más terrible o delirante; unas ilustraciones que modestamente encajan con cada pieza del puzzle; un trabajo de maquetación que siempre le da a lo nuestro un aspecto destacable; todo eso y más es lo que encontrarán en este nuevo número de la revista. Y queremos que sigan con nosotros, como los agonistas de una obra de teatro o los pasajeros de un barco: porque les necesitamos y, sin ustedes, el viaje nunca sería lo mismo. Sabemos que es una pequeña promesa, pero ya es algo que merece la pena ser contado, ¿no es cierto? Atrévanse una vez más y permitan ser mordidos. Estaremos salvándonos de la catástrofe.
Oh yes!
Yo colaboro con dos relatos:
"El Origen de Hank Bloodwalker", tercer relato de este personaje y probablemente el mejor publicado hasta la fecha. En él podréis encontrar vaqueros, sectarios, zombies, gules violadores, babosas devoradoras de carne humana, oscuros rituales... ¡Y a mí mismo!
"El Estudiante Modelo", un oscuro relato de crimen en el que quise representar lo que podría ser la forma de pensar de un asesino psicópata. Basado en el asesino en serie real Ted Bundy.
¡Que disfrutéis la revista!