Pues ha cerrado la última fábrica que quedaba en el mundo:
Para los que les gusta escribir a máquina
29/04/2011 - 17:20
#4
Yo aún conservo la Oliveti con la que empecé a escribir, pero no la uso. Me molaba bastante lo de escribir a maquina, pero soy muy de retocar y cambiar. Imposible terminar algo medianamente largo en esas circunstancias, al menos para mí.
30/04/2011 - 00:05
#5
La noticia está ahí, es evidente y te creo, pero me cuesta creerlo. Es como si dejaran de fabricar cerillas porque todos usamos mecheros. ¿Seguro que que no queda ninguna por ahí?
30/04/2011 - 01:02
#6
Es que a mí me gustaba mucho el ruido de las teclas
Joé, a mí también...
Y el olor de la tinta...
Y el tacto del papel machacado por los macillos...
Ains, la Olivetti azul, con maleta de transporte... Con ella aprendí mecanografía un veranito hará un cuarto de siglo...
30/04/2011 - 10:04
#7
Hombre, las cerillas siguen teniendo su utilidad y sigue habiendo mucha gente que las usa: pa encender fuegos en chimeneas y estufas son mucho más cómodas, pa encender calentadores sin chispita son imprescindibles, y pa hacer magia con velas también 
que si le pones al jefe dos velas negras y las enciendes con mechero no le vas a joder igual dicen los entendidos en esto del misticismo exótico candelero.
Las máquinas de escribir son un recuerdo bonito, pero poco útil. A mí me gustan, y de hecho le he prohibido a mi madre que tire la que tenía de soltera (menudo trasto, qué recuerdos), pero hombre, es como si nos escandalizásemos por que ya no hubiera fábricas de diligencias. Pos sí, las diligencias son bonicas, y para un museo molan, y pa una recreación también, pero a ver quién es el listo que se pilla un viaje en diligencia habiendo AVE, avión y coche (claro que a la velocidad de crucero a la que podemos ir ahora por la autovía igual íbamos más rápido en diligencia, bien pensao 
)
30/04/2011 - 10:50
#8
Yo iria en diligencia, sobre todo si la compañía es buena, el paisaje bonito y me dejan disparar desde ella con un rifle a indios y búfalos ejejejeje
30/04/2011 - 12:56
#9
Las máquinas de escribir son un recuerdo bonito, pero poco útil.
Depende de en lo que trabajes. En algunos lugares (y hablo incluso de pueblos de España) a veces no hay ordenadores y si los hay no hay impresora o el tóner se acaba y, con tanto recorte en la Adminstración, no hay presupuesto para reponerlo y , sin embargo, se tienen que escribir informes.
Si esto es así, en España, no quiero ni pensar cómo debe ser en otras partes del mundo.
30/04/2011 - 13:04
#10
Pues lo de las diligencias estaría bien en plan paseos turísticos jejeje. En Ferrol tenían un autobús londinense que, después de no sé cuánto tiempo muerto de risa en la estación, al final se decidieron a usarlo para dar paseos por la ciudad pa turistas.
02/05/2011 - 01:26
#11
Pues sí que tenía su encanto. Yo llegué a ganar un premio -uno muy nodestito- con un relato escrito en tiempos preinformáticos con una de esas Olivettis azules convertibles en maletín. Por ahí anda, y le tengo mucho cariño :)
02/05/2011 - 17:34
#12
Debo ser muy vieja, pero mucho, mucho. Aprendí a escribir con pluma y tientero, y los artículos de mi blog aún los escribo así aunque luego los pase a limpio en el ordenador. Yo tambien tengo una olivetti de maletín, y gracias a ella no me ha supuesto demasiado trauma enfrentarme a las nuevas tecnologías. Yo, que prefiero un caballo a una moto, sigo prefiriendo la pluma a cualquier teclado, sea mecánico o electrónico, pero siempre la guardaré y le estaré muy agradecida.
11/05/2011 - 10:13
#13
Que se cierre la última fábrica es normal. Pero siguen quedando sitios donde te recargan cintas para máquina de escribir. Luego se podrá encontrar cómo hacerlo por Internet (si es que no se puede ya). Como otros aparatos antiguos, se mantendrán vivas a través de coleccionistas y excéntricos. Yo conservo la de mi abuelo, con la que empecé a escribir a máquina (primero aventuras de HeroQuest, luego relatos y novelas infumables), y una de la parte de la familia de mi mujer. Algún día, por darme el capricho, igual escribo algo con ellas.
Lo que es normal es que no haya mercado para fabricar nuevos modelos. Supongo que ahora se limitarán a reparar las antiguas. Ya ni las baterías son una limitación para algunos dispositivos.
Hombre, a mí me gustan las máquinas de escribir, pero como reliquias. Pa escribir no sé si todavía habrá alguien que prefiera dejarse las falanges en una máquina antes que pillar un teclado de ordenador
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