Bueno, este es mi modesto Mausoleo, aqui desenterraré y escribiré todo aquello que pase por mi mente, así que...ni yo mismo se decirte qué puedes encontrarte.
PDA: ...Mi Mausoleo...
05/03/2009 - 05:19
#3
..mmm.. aquí huele un poco a putrefacto... ¿no serás tu?? jeje
Muy chula esa presentación, a ver si cuelgas más cosillas.
Saluditos!! y bienvenido a OZ!
09/03/2009 - 11:48
#4
El baile
Llega a mi movil un mensaje
es una invitacion para salir esa noche
me ducho, me visto,
cojo el coche.
Me invita ella, mi novia,
sin saber que me lleva directo
a mi más espantosa fobia.
Tiene ganas de ir a bailar
de sentir la música en sus venas
de que su corazon vibre
con cada compás.
Entramos de la mano al local
suena salsa de fondo
me mira, sonrie
y comienza a bailar.
Yo la miro envidioso,
mientras ella baila sin parar.
Se divierte como siempre
y se acerca una vez más
me toma la mano y dice riendo
"ven cariño, vamos a bailar"
"cariño, yo..."
mientras me lleva de la mano,
"no se bailar" pienso, avergonzado.
La música sigue sonando
y alli estoy yo, parado,
mientras ella baila
sin separarse de mi lado.
Ella intenta enseñarme
yo me divierto aprendiendo
nunca aprendi a bailar
y ahora me arrepiento.
Termina la noche
y estoy algo cansado
pero dentro de mi pienso
"dios, que bien me lo he pasado"
Y tras ese dia me he propuesto
aprender a bailar
sin importar el esfuerzo.
El motivo de mi determinacion
ha sido y será siempre
el haber visto en sus ojos
aquel brillo diferente.
Ver que se divertía
que bailando a mi lado
otra cosa más nos unía.
Ahora tomo clases
y me divierto bailando
sueño sonriendo entre compases
que es ella la que esta danzando.
No se si leerá estas líneas
mas queria decirle lo que siento
que pienso darlo todo
que solamente en ella pienso.
Tengo mis rimas un poco oxidadas, casi tanto como mi sentido del ritmo. Pero se la dedico a ella, sólo a ella. A mi dulce "Princesa de los pies frios." . T.A.
25/05/2009 - 12:48
#5
Esta canción que pretende ser de amor
y hoy te escribo esta canción
que pretende ser de amor
para decirte que te quiero
que te entrego el corazón
y para agradecerte
el no haberte olvidado
de que aquí está tu churrumeko
que en ti siempre está pensando
y decirte que te quiero
y esperarte con paciencia
y esperar a tu llegada
y esa sonrisa tan bella
y guardar todos los besos
también todos los abrazos
en mi cajón secreto
te los daré como un regalo
regalártelos a ti
y cuando vengas te demostraré
que te quiero un montón
gracias por hacerme ver
que la vida es maravillosa
y que aunque no lo esperes
siempre hay alguna cosa
que te toca el corazón
un detalle una canción
como esta que pretende
ser una canción de amor
ya no sé como contarte
ya no sé como agradecerte
ya no sé cómo expresarte
lo bonito que es quererte
y aunque a veces te agobie
por muchas veces llamarte
sepas que solo hago eso
por las cosas de extrañarte
porque cuento los minutos
porque cuento los momentos
para volver a verte
para regalarte besos
para decirte te quiero
para decirte que es muy bello
esto de estar contigo
Y aunque...
ya no sé como contarte
ya no sé como agradecerte
ya no sé cómo expresarte
lo bonito que es quererte
y aunque a veces te agobie
y termines por encangrjarte
sabes que nunca haría nada
que a ti pudiera dañarte
y que si algún día me dijeras
que debería dejarte
el cielo sería gris
se moriría todo el color
todo eso que has pintado
muy hondo en mi corazón
pero quiero que sepas
que por lo nuestro lucharía
dime que te molesta
y cualquier cosa cambiaría
incluso te escribiría
ahora mismo una canción
como esta que pretende
ser una canción de amor...
25/05/2009 - 13:06
#6
Mariposa caprichosa.
Mariposa caprichosa
que escapaste del papel,
dejaste de ser un dibujo
para grabarte en mi piel.
Llevas su nombre en tus alas
y cuando crees que no te veo
haces como si volaras
y siento un suave cosquilleo.
Mariposa caprichosa,
nunca quisiste marchar
pudiste ser libre
mas conmigo quisiste estar.
oh, mariposa caprichosa
bien te voy a cuidar
te cantaré bajito al oído,
porque tú, mariposa carpichosa
la mas bella y hermosa,
si, tú, mariposa,
me enseñaste a volar.
26/05/2009 - 19:20
#7
No quiero ser cruel, pero, oh, dios mío, el penúltimo poema... no sé,no me ha gustado nada, parece escrito por un niño de diez años -sin ánimo de ofender. Ademas, no tiene NADA de puntuación... Vamos a ver, que aunque sea en verso, las reglas de la gramática hay que cumplirlas sí o sí, y de las comas y los puntos y los puntos y comas y las putas comas nadie nos libra, lo siento.
Eso sí, el segundo poema mejora bastante. Todavía le falta un trecho para ser perfecto, pero mejora bastante.
26/05/2009 - 20:13
#8
jajajaj tranqui, es normal, ese "poema" lo tenía escrito desde hacía tiempo en el bloc de notas, es una canción que hice para mi chica, por eso que no tiene comas ni puntos (con la guitarra gana bastante más jejej) . Cuando tenga lugar y motivación le pondré puntuación y corregiré los fallos de gramática y eso. En cuanto al segundo me alegro que te gustase un poco más, y no te preocupes por tus críticas, jejejej si siempre nos dicen que las cosas son bonitas cuando de verdad no lo son, nunca podremos mejorar.
Nos leemos 
29/10/2009 - 14:24
#9
Normal
0
21
El hombre de piedra.
La verdad es que no sé por dónde empezar. Supongo que decir que fue hace mucho tiempo, sería ser demasiado impreciso, pero así es como lo siento, han pasado tantas cosas....
Le conocí de casualidad, y ahora que lo pienso, no sé cómo es que no salí huyendo. Paseaba por aquellos acantilados, como casi todas las tardes que me apetecía desconectar, y comunicarme conmigo mismo. El rugir de las olas, el viento salado, el sol en mi rostro, mi música en mis oídos y mis pensamientos, no necesitaba más compañía. Fui a mi lugar preferido, allí donde una vieja acacia daba algo de sombra en la parte más alta del acantilado. Las vistas allí siempre me habían traído un recuerdo apacible, de reflexión, de calma.
Ese día, parecía un día normal, un día como otro cualquiera. Sentado en una de las nudosas raíces cuya forma era bastante cómoda, saqué mi libreta, comencé a dibujar algunas tonterías. Creo que algún tema de Warcry sonaba en mis oídos, cuando el suelo tembló un poco. Alcé la vista, miré a mi alrededor y no veía nada. Otra vez ese temblor, pero ahora más cerca. Reconozco que en ese momento sentí una mezcla de curiosidad y miedo. Entonces fue cuando lo vi. No creía lo que veía.
Era bastante más alto que un hombre corpulento. Se acercaba despacio, y a cada paso, el suelo vibraba. Guardé mis cosas, pero no me moví. Estaba petrificado, aunque más petrificado me quedé cuando estuvo a varios metros de mi. “¿Su piel, es de piedra?” , fue lo que pensé en ese mismo instante, pero eso no fue lo que más me impresionó. Su rostro. Parecía triste. Se quedó a unos metros de mí, al otro lado del árbol, y de golpe, cayó sentado, como un gran bebé. Aún resuena su voz grave pero serena en mi cabeza diciéndome “sigues aquí, no has huido ¿no te doy miedo? “ En ese momento, pude sentir su tristeza. Sin pensar, me senté a su lado. Estaba algo nervioso, pero dentro de mí algo me decía que no tenía de qué preocuparme. “Para ser tan grande, pareces triste. Supongo que a ti también te gusta venir a pensar a este acantilado. Yo cuando estoy triste siempre vengo aquí, me ayuda a despejar mi mente.” No recuerdo si fue con esas palabras exactas pero creo que fue eso lo que le dije. “Pues la verdad es que si, no se quien eres, pero gracias por quedarte” Me dijo mientras me miraba y en su cara de piedra se dibujaba lo que parecía una sonrisa. “La verdad es que hecho de menos a alguien, hace tiempo que no viene por aquí, y fue en este mismo lugar dónde la vi marchar. Así que como ella no venía decidí venir yo a esperarla.” Mientras hablaba, pequeños trozos de piedra y arena se desprendían allí donde su “piel” se movía. Parecía nostálgico, hablaba como si echase muchisimo de menso a esa persona, pero ¿quién podría ser? Recuerdo que esa y muchas otras preguntas se me pasaron por mi mente.”Ella sigue siendo muy especial para ti, por qué no me cuentas sobre ella, tal vez te sientas mejor.” Y tras decirle eso, no recuerdo cuantas horas pasamos allí, no recuerdo de cuantas cosas hablamos. A veces reíamos, a veces simplemente oteábamos silenciosos el inmenso mar. Recuerdo volver casi cada tarde y verle allí, sentado, inmóvil, esperando. Pero lo que más claramente recuerdo es su historia. Me contaba que existía en aquel acantilado antes que los mismos hombres poblasen el lugar. Se reía diciéndome que él también había sido joven, y que siempre había crecido solo. No conocía a ninguno más como él. La verdad yo sentía pena cuando me contaba todo eso. Nos hicimos muy amigos. Yo le contaba mis penas y el me escuchaba.
“Sabes grandullón, hay una chica en mi instituto que me gusta, pero creo que no se ha fijado mucho en mí, ya que no tenemos muchas cosas en común, no sé, ¿qué me aconsejas?”. Estuvo bastante rato pensando, incluso llegué a pensar por un instante que no iba a contestarme. Entonces recuerdo que empezó a hablar despacio como si cada palabra hubiese sido elegida previamente. “No te preocupes por no tener nada en común con ella, simplemente demuéstrale lo que sientes. No tengas miedo a fallar. El miedo cierra muchas puertas, y algunas de ellas sólo se abren una vez”. Esa conversación la recuerdo como si la hubiese tenido hace un rato con mi madre, supongo que esas cosas se quedan grabadas. Después de aquello, nunca volvía verle. Pero donde él estuvo tanto tiempo sentado, una tarde encontré algo. Una nota.
“Amigo mío, siento no haberme despedido, pero no podía esperar, ella ha vuelto después de tantos años. Supongo que después de todo cumplió su palabra. Sé que te estarás preguntado quién es ella, pues bien, ella es la brisa. Esa brisa de la mañana que te invade de frescor y te influye vitalidad, esa brisa fresca que te despeja, que altera tus sentidos. Pero, como me dijo hace tantos años, volvió. Ahora vuelvo a estar completo, y mi corazón de piedra vuelve a ser suyo. Querido amigo, sólo me queda algo por decirte, no tengas miedo, todo sucede por una razón, y sobre todo confía en tu corazón y ten paciencia.”
Al leerla me di cuenta de algo, estaba perdiendome muchas cosas, simplemente por tener miedo.
Despertar
Abro los ojos y no veo nada, ¿Dónde estoy? . Apenas puedo moverme, estoy como en una especie de caja. Un sentimiento claustrofóvico me invade mientras me revuelvo buscando una salida. Entonces recuerdos fugaces vuelven a mi mente, y comienzo a recordar.
...Allí estoy yo, sentado, en un parque, mirando hacia el lago. No tengo nada que hacer así que con mi navaja comienzo a darle forma a un un trozo de madera. La gente, pasea tranquila, de un lado a otro, unos juegan, otros van por ahi de la mano con su pareja, otros en bicicleta con sus amigos, y yo ahi, alejado del bullicio, solo....
Intento abrir la tapa pero un gran peso la sostiene y me es imposible. Lo intento, con todas mis fuerzas, pero no puedo. Un olor a podrido me invade, no se cual puede ser su origen pero esta cerca. Me giro para buscar otra via de escape pero en esta oscuridad ya no se qué es arriba y qué es abajo. Aveces me parece girar y otras que esta caja es la que gira. Me estoy volviendo loco.
...mi mente abstraida sólo mueve mi mano para darle forma a ese trozo de madera, mientras, a mi alrededor llega la noche, el parque esta casi desierto y las farolas han comezado a brillar con ese tono amarillento característico. Aun no lo he acabado, pero lo guardo en mi bolsa junto a la navaja, es tarde ya. Voy camino de casa....
Parece que empieza a ceder, y un olor a tierra humeda me embriaga. ¿se puede saber dónde demonios estoy?. Estoy asustado...aterrado, siento que tengo los ojos tan abiertos que se me van a salir de su sitio y aun asi no puedo ver nada... ¿acaso estoy ciego? nunca tuve miedo a la oscuridad pero siento que si no salgo rápidamente de aqui acabaré completamente loco... me cae algo de tierra en la cara, parece que he conseguido abrir un hueco. Maldita sea, es demasiada...
...sin pedirme permiso, una gota mimosa se posa sobre mi mejilla, y la siguen muchas otras. Sin previo aviso el cielo me da una buena ducha,pero no corro ni me refugio, ¿de qué serviría? sigo caminando tranquilo, oigo unos pasos y bajo el reflejo de las farolas solitarias del parque veo una silueta, "¿dame todo lo que tengas tío?" me dice mientras se acerca a mi, no puedo verle el rostro, y yo que estoy cansado solo acierto a decirle "lo siento amigo, no tengo nada"...
Mi mano se hunde en la tierra en busca de algo a lo que aferrarse....no hay nada... ¿nada? no puede ser, es... una leve brisa fria. Me doy prisa y intento seguir saliendo, he abrierto un hueco y ahora estoy inundado en tierra, contengo la respirtacion. Siento la presion en todo mi cuerpo. Al fin, he conseguido salir. Estoy en un cementerio. Al ver mi nombre en la lápida es cuando me invade el mas puro terror, no es miedo, no es locura es algo mucho peor, es ser consciente de tu propia muerte. Ha llovido. Caigo de rodillas sujetandome la cabeza con las manos y es entonces cuando puedo ver mi rostro, en el reflejo de un charco. Mi piel esta se me desprendre, soy...un monstruo, aun sigo con mi camisa naranja pero esta rasgada, y aun asi estoy "vivo". Un no-muerto, un resucitado...puedo decirlo de mil maneras pero no me creo ninguna. Esto es imposible. Entonces es cuando noto algo en mi bolsillo. Un pequeño corazon tallado de madera. Es aquel que hice en el parque, aquel dia...
...siento ahora algo cálido que invade mi cuerpo, y es entonces cuando me doy cuenta. El extraño encapuchado, me ha clavado algo en el estómago, me aferro a su brazo mientras siento que la sangre huye de mi cuerpo, se me empieza a nublar la vista pero al alzar la mirada puedo verle claramente. SOY YO.
De pronto abro los ojos, estoy tumbado, sudando sobre mi cama. Otra vez ese sueño. Otra vez esa angustia. Otra vez este mismo despertar.
Hace tiempo que tenia esta idea en la mente, espero que os guste.
" En vida fui una cosa fétida llena de enfermedades.Una vez muerto, no he cambiado mucho."