Hoy me gustaría compartir con todos vosotros la opinión que he ido forjando poco a poco sobre este mundo que nos ha arropado durante tanto tiempo, desde hace años. Quizás más bien, nos hayamos arropado nosotros en él dejando nuestros sentimientos en manos de programadores que no nos conocen y que no saben lo que nuestro corazón ha de sentir, pues debiera ser totalmente personal.
Así pues, con ilusiones robadas, hemos crecido educados por ilusionistas que nos hacían la vida más fácil inventando mundos paralelos donde nosotros somos los amos o llegamos a serlo. Por lo que a mí respecta, he vivido una vida banal, personificada en entes poligonales (o sprites) que me han hecho perder un valioso tiempo que jamás volverá y sólo podré recurrir a él como malas experiencias de las que aprender y no reincidir.
Odio los videojuegos, me lo han quitado todo; Mi tiempo, mis ilusiones, mis sueños... Ojalá me hubiera dedicado a estudiar algo provechoso en vez de pasar mi tiempo leyendo Nintendo Acción y demás patrañas sin sentido, esclavizándome en el mundo del merchandising, preso de guerras de consolas; cuando las guerras de verdad están ahí fuera, asolando al mundo real. Guerras horribles en ciudades lejanas, pero también guerras humildes dentro de nosotros, torturándonos día a día.
Por suerte, gracias a mi pareja, he podido salir de este vicio que me tenía absorto durante tanto tiempo y ahora lo comparto con vosotros, esperando que algún amigo ajeno al mundo que hemos vivido juntos, os saque a vosotros también de esta espiral y no consuma vuestra vida.
Actualmente voy a terminar lo que estoy estudiando y después me gustaría trabajar para ahorrar, comprar un piso y casarme, sentar la cabeza de una vez y madurar, cosa que no he hecho hasta ahora. Quizás cuando me asiente, me plantee ir a la universidad y sacarme alguna carrera poco a poco.
Finalmente me gustaría despedirme de todos, que virtualmente me habéis acompañado en esta senda que me ha robado la juventud, pero no puedo evitar recordaos como un punto de descanso dentro de una pesadilla. Espero que os vaya realmente bien y podáis encarrilar vuestra vida a algo mejor.
¡Un abrazo a todos!
Que tengas suerte en la vida y en tus sueños
no existe la inocencia solo diferentes grados de culpabilidad...