No sabía...

No es tan dificil. Yo he escrito poco eh, tampoco quiero fliparme pq no soy nadie, pero ha habido cosas que a priori eran mierda y han gustado. Lo que ocurre es que la mayoría ni escribe o los textos que se hacen a nivel local son tan malos que los que tienen un mínimo ya parecen hasta buenos. Hablo de textos politicos.

El ultimo fue un poco flipada antidesarrollista, de los de salir del sistema desde dentro, muy yanki, tipo el club de la lucha, o del comité invisible de francia. Creo que ese estilo apocalíptico se presta para alimentar la imaginación de la muchachada, tiene un buen efecto. Tb me mola darles un toque de esperanza, de crear cosas hoy, quiza algo insurreccionalista, de romper con conductas cotidianas, antiautoritarismo y toda la pesca. Hay que animar el cotarro

¿Yo o archi? lo mio no son discursos, solo textos

Este es un poco mierda, pero a mi colega le moló y sin retocar ni nada así lo ha impreso para repartir. El contexto es un huerto okupa, en que se hacen distintos talleres y se va a hacer uno de jabón. Puede ser que se esté convirtiendo algo nimio en un acto de trascendencia política pero de eso se trata. De haber podido, no habría usado el nosotros. Me suena a salvapatrias, a director de pensamientos, etc.

No nos gusta lo que hay. Instituciones representativas que no representan más que a minorías. Soberanía universal como prisión, que no pertenece a nadie, salvo a la fuerza del que tiene el poder. Una economía percibida como un ente extraño al que alimentar, una fuerza de la naturaleza desbocada, eso sí, siempre bajo la patronal y protegida por el Estado en sus márgenes. Y una alternativa que sigue imaginando grandes luchas finales y proyecta utopías.

Pues bien. Estamos yendo fuera, aunque no hemos salido de la ciudad (ni lo pretendemos). Estamos yendo atrás, aunque no tenemos nada que ver con el pasado (ni lo pretendemos).

Fuera del sistema de consumo y producción, porque poco a poco cultivamos en cualquier rincón nuestra propia comida, en un descampado, en un balcón. Fabricamos nuestros propios medios de transporte, incluso de comunicación. “Atrás” en el tiempo, porque aprendemos formas de vida que la especialización económica y la comodidad del consumo hizo olvidar. Recuperar la autonomía, controlar viejos oficios, artes, pequeños o grandes detalles. Arreglamos nuestras bicis, intercambiamos nuestros conocimientos y materiales, y ahora, hasta nos ducharemos con el mismo jabón… fabricándolo juntos, aprendiendo a no depender de nadie. Dentro-fuera, campo-ciudad, pasado-futuro, revolución-reforma, individuo-comunidad… pares que en realidad ya nos dan igual.

se empieza por el jabon y se acaba a piedras con la poli, como en Exarquia, en Atenas