DIEZ DIAS DE DICHA
-¿Dónde dan duelo?- dijo Doña Diana, duquesa de... Dios dirá.
Dudé durante dos décimas. Dolía decir directamente dónde despedirse del difunto Don Diego.
-Dentro del dormitorio.
Duraba demasiado. Daban duelo durante diez días. Demasiadas despedidas dulces disfrazadas de desamparadas. Dentro, distintas dosis de drama doméstico, damas dándoselas de desconsoladas delante del difunto.
Distantes, dos dolientes discurrían dónde distrajo Don Diego doscientos doblones. Dábanse demasiado débil disimulo. Directamente decidí delatarme:
-Don Diego dejó dicho: “destrozad dineros, dinamitad domus, destrozad diamantes”. Durante diez días destruí dotes, dominios- dije, dulcemente.
-Diez días de duelo, de destrozo. De dicha.
Interesante reto, pero muy difícil para mis neuronas desgastadas
Cazadores de palabras
Parador Nacional de Historias