Cada juego con el nombre de Zelda que debuta en sobremesa padece una maldición, una prueba cruel y despiadada, como un juego de Jigsaw, o te lo juegas todo y lo haces perfecto, o caes en la desgracia.
Cuando era pequeño jugar a un Zelda era todo un reto, así que si incluían las mismas mecánicas de siempre (hacer 3 mazmorras para conseguir 3 objetos, hacer templo, conseguir arma especial, matar boss x 5 etc) y las mismas armas (espada, arco, gancho, bomba) se agradecía.
Con la edad ví las cosas distintas, el TP estaba chupado, limitado y clonado por todos lados.
El problema es que todos los Zelda de sobremesa beben directamente del Ocarina, resultando éste una sombra alargada que eclipsa y estropea todo lo que venga después. Wind Waker se salvó de la maldición precisamente por situarse tan lejos del Ocarina que argumentalmente casi no estaba conectado, hasta había un mundo nuevo y aspectos que renovaban la mecánica.
Pero con TP se volvió a caer en el juego maldito y causó decepción, y como el nuevo Zelda de Wii no rompa de verdad, como mínimo como WW, volverá a ser alcanzado por la sombra del Ocarina y será un buen Zelda, con toques originales y mecánica familiar, sin ser revolucionario y excelente, es decir, una decepción.
Porque los Zeldas son juegos que solo valen para el diez, si son menos, cada décima menos es una lacra que se nota en todos los aspectos.
¡Akumajo se convirtió en Omnio! ¡Huyan a las montañas!
Hombre, yo no niego para nada el argumento de que todos los Zeldas de sobremesa beben de Ocarina. Windwaker tomando parte de la historia, pero sólo con un cambio estético y un ABURRIDISIMO mundo abierto azul y vacío que le quitó muchos puntos buenos al juego (Juego sobrevalorado cómo ninguno ) porque la estética e historia me gustó mucho.
Pero es que se me hace ridiculo hasta decir basta que todos los juegos de Zelda se vean cómo un paso atrás de OoT cuando son grandísimos juegos. Grandes, enormes, llenos de ambiente. Es hacer berrinche porque se te hechen 10 mujeres encima y no 11.
Mira, Majora's Mask es grande por su inovación del sistema de tiempo, y su único defecto es que podía poner impacientes a muchas personas. No era un juego para todos, pero era genial. Y Twilight Princess era lo que el público había pedido desde Ocarina: El uso de la formula del juego. Sin tiempo que limite y desespere, sin un océano feo y navegación tediosa. Un Zelda donde pudieras volver a explorar todo Hyrule. Ahora, te doy la razón que tuvieron el descaro de darnos un Hyrule, aunque más grande, apenas diferente en cuanto a estructura y razas. Es más, se podría considerar una secuela directa de Ocarina (que de hecho es, que cerca de 100 años desde Majora's Mask...), no una expansión. Y fue un juego muy agradable, de mis favoritos salvo dificultad.
Ahora, ya tuvimos dos secuelas de Ocarina, si el nuevo juego intenta ser una más ya es para quejarse. E igual no lo voy a hacer, porque a fin de cuentas estan construyendo la mitología de los juegos en base a lo visto en N64.
FReeLaND: Viva la Revolución