Juan Alonso de Acuña - Ferocidad

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El autor viene a hablarnos de su ópera prima

Juan Alonso de Acuña es un escritor que debuta, a través de Amazon y Bubok, con su primera novela: Ferocidad. Zombis, terror y poco miedo. O, al menos eso parece. Después de todo, se ha prestado a visitarnos por esta jaula de descargas eléctricas. ¿Queréis saber un poco más de lo que se lleva entre manos? Echad un vistazo a sus respuestas.

 

Define Ferocidad en siete palabras.

Terror trepidante que engancha hasta el final.

 

¿Qué error cometiste en este proyecto que no volverás a repetir?

Bueno, como la fui escribiendo a ratos durante los trayectos diarios a mi trabajo, nunca tuve una línea argumental demasiado definida. O, al menos, escrita sobre papel. Por supuesto, tenía toda la historia en la cabeza y simplemente me limitaba a seguirla. Así que, al final, me tocó coger todas esas piezas y montarlas como un puzle. Los problemas de continuidad no se hicieron esperar y el trabajo resultó todo un magistral quebradero de cabeza.

 

¿Cuál es el logro de cuantos encierra del que estás más orgulloso?

Bien, el mayor logro que encierra es, en mi opinión, contar una historia fantástica, como es el fin del mundo a manos de una horda de infectados barra zombis, y convertirla en algo muy creíble. Al fin y al cabo, su génesis fue intentar hacer verídico el mito de los zombis y, de producirse un brote de algo parecido, la amenaza real que suponen para la humanidad.

 

¿A qué público le va a encantar?

Por supuesto a todos quienes adoren historias similares como Guerra Mundial Z o El amanecer de los muertos. Pero pienso, sinceramente, que a cualquiera que le guste una historia con mucha acción y mucho ritmo y no busque textos existencialistas o de gran profundidad literaria.

 

¿Y quién no se acercará a él ni con un palo?

Aquellos que tengan el estómago débil. Por favor, abstenerse. No es que sea demasiado explícita pero no he tenido ningún reparo en los momentos más gráficos de la historia.

 

¿Alguien se te echará al cuello?

Bueno, sabes que el protagonista principal de la historia me salió un poco racista y, claro, ello me ha acarreado algún que otro malentendido con alguno de sus lectores. Pienso que es un personaje muy real y con la situación de crisis económica y de valores en la que vivimos es muy sencillo para alguien echar la culpa de todo a las personas equivocadas. Creo que todo ha venido por ahí.

 

¿Piensas volver a trabajar en algo así o con esto ya cierras etapa?

Seguro. De momento, no tengo la historia en la cabeza. Yo funciono así, ¿sabes?, se me ocurre una historia cualquiera, una premisa, si quieres llamarla así, y comienzo a darle vueltas en la cabeza y a moldearla antes de empezar a escribir una palabra. La continuación de Ferocidad está en esa fase. Tengo destellos, pequeñas piezas del puzle que quiero contar, pero no la imagen completa. Cuando la tenga perfectamente formada en mi cabeza, verá la luz.

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Patapalo
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Lo de la planificación me pasó con mi primera novela con idénticos resultados, o quizás peores, porque "resucité" sin darme cuenta a un personaje, entre otras cosas Mmmh Aun así, nunca he conseguido ser demasiado exhaustivo en mis anotaciones.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Yo es algo que he aprendido por la fuerza. Recuerdo que lo más complejo fue el paso del tiempo, ¡y eso que es una historia más o menos lineal!. Ciertos acontecimientos pasaban muy rápido y otros se eternizaban una barbaridad. Ahora sigo un método muy parecido al que aparece en las películas de detectives y utilizo cartulinas para los personajes que relaciono entre sí con un cordón de lana rojo. Y una línea del tiempo para los acontecimientos, es muy visual y ayuda un montón. Además, cada vez que alguien entra en mi despacho se queda extasiado, mirando. Gafas

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Patapalo
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Terrorbit dijo:

Yo es algo que he aprendido por la fuerza. Recuerdo que lo más complejo fue el paso del tiempo, ¡y eso que es una historia más o menos lineal!. Ciertos acontecimientos pasaban muy rápido y otros se eternizaban una barbaridad. Ahora sigo un método muy parecido al que aparece en las películas de detectives y utilizo cartulinas para los personajes que relaciono entre sí con un cordón de lana rojo. Y una línea del tiempo para los acontecimientos, es muy visual y ayuda un montón. Además, cada vez que alguien entra en mi despacho se queda extasiado, mirando. Gafas


La idea mola mucho, pero para mí, con tantos canijos por casa, resulta inviable Risa cachonda

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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