Juego sucio: Traicioneros

Todo vale para derribar al contrario ¡siempre que el árbitro no te vea!

Las zancadillas no están permitidas. Tampoco las segadas, aunque se hagan con una cola maza. Ni untar las zapatillas del contrario de grasa o tirar pieles de plátano por los suelos. A priori, tampoco enganchar con un tentáculo a un receptor contrario. Lo que pasa es que todo esto es muy difícil de ver cuando los jugadores están en plena melé, empujándose unos a otro. Y, bueno, también son cosas que gustan a los aficionados, por lo que se suelen pasar por alto... O no.

Cuando un equipo activa el juego sucio traicioneros, sus jugadores empezarán a jugar de un modo mucho más marrullero. Cuando realicen un placaje, tirarán dados de carga en vez de dados normales por el atributo placar. Así mismo, aportarán el doble de dados cuando apoyen una acción que implique movimiento en su área.

Sin embargo, al hacerlo serán susceptibles de ser expulsados por el árbitro: el entrenador deberá realizar un chequeo de faltas cada vez que un adversario sea derribado o herido en una de estas acciones. Si hay expulsión, el resto de los jugadores adoptará un perfil bajo y el juego sucio traicioneros quedará suspendido de inmediato... al menos, por el momento.

¿Sabías que...

...los Rompehuesos saltaron a la fama por su hábil juego defensivo?

Tanto comentaristas como aficionados quedaron prendados de su acertada utilización de las colas maza, que aunaba ingenio estratégico con una brutal precisión. En el 2478 fueron distinguidos con el Premio Doloris Causa ¡para conmemorar su sexagésimo sexta pulverización de rótula!