El parámetro que separa a los perdedores de los triunfadores...
El objetivo final del Brutal Ball —aunque los jugadores tengan tendencia a olvidarlo a lo largo de la orgía de violencia y adrenalina que suponen los partidos— es obtener más puntos que los equipos adversarios o, en su defecto, el máximo posible.
Es el equipo que más puntos acumula durante las ocho rondas del encuentro el que se declara vencedor del partido. En los partidos integrados en una liga es posible que dos equipos empaten en la cabeza del marcador; en este tipo de torneos, lo importante es quién acumula más puntos en el total de partidos jugados al final de la temporada.
En los trofeos eliminatorios, como el famoso Torneo Cráneo Abierto, no es posible que al final del encuentro dos o más equipos estén empatados a la cabeza del marcador. En este tipo de competiciones a partir de la octava ronda se juega a muerte súbita: se continuará jugando una ronda tras otra hasta que al terminar una de ellas haya un equipo que tenga más puntos que sus adversarios.
¿Sabías que...
...el partido más largo jamás disputado en Brutal Ball duró una semana completa?
Por curioso que parezca, el resultado no fue particularmente abultado, debido, sobre todo, a que los pocos jugadores que se mantenían en pie estaban agotados ¡y más preocupados por esquivar los barriletes de cerveza y las ratas cocidas que les tiraban desde las gradas que de marcar más puntos!
Hay dos formas de marcar puntos en Brutal Ball y una sola de perderlos.
Un equipo recibe 3 puntos si uno de sus jugadores entra con un balón en posesión en la portería de un equipo contrario. Es necesario que el jugador esté en pie y que controle el balón: si es empujado al interior de la portería, podrá marcar; por el contrario, si es derribado dentro, no. Este tipo de tanto se denomina informalmente “ensayo”.
El jugador que realiza un ensayo es situado de inmediato en el banquillo de su propio equipo, donde termina su turno. Si un jugador cae por error dentro de una portería contraria, terminará también en el banquillo de su equipo, pero probablemente en la enfermería.
Un equipo recibe 1 punto si uno de sus jugadores lanza o patea con éxito un balón dentro de la portería de un equipo contrario. El lanzamiento o el pateo deben de ser precisos. Si el balón entra en la portería después de rebotar o como consecuencia de un lanzamiento o pateo desviado, no puntuará. Este tipo de tanto se denomina informalmente “gol”.
Un equipo pierde 1 punto si un balón entra en su portería de cualquier modo, ya sea por acción de un jugador contrario, de un jugador propio o por un desvío o rebote, en manos de un jugador o por libre. Si el equipo no tiene puntos, su marcador continuará a cero, lo que no le librará de la ignominia de no haber sabido defender su propia puerta.
Los balones que entran en las porterías, sea por el sistema que sea, serán reenviados al terreno de juego al final de la ronda —no del turno del equipo en curso— tal y como se explicó en el apartado Balones.
¿Sabías que...
…los equipos orcos perdían sistemáticamente sus primeros partidos?
Los pieles verdes pensaban que los puntos de sutura eran tan válidos como los puntos a los que los estrafalarios árbitros daban tanto valor. A día de hoy, todavía hay jugadores que comulgan con esta filosofía... y son francamente útiles, aunque no sea para marcar... puntos.
Me ha gustado ese:
¿Sabías que...
…los equipos orcos perdían sistemáticamente sus primeros partidos?
Bueno, no parece tan lioso...eso si, me da que en estos partidos si que hay que fabricar algún sencillo contador de puntos.
¿Cuantos puntos suele haber habitualmente en un partido?
“Quien vence sin obstáculos vence sin gloria”