Criminal: Mala noche
Reseña de este cómic de Ed Brubaker y Sean Phillips que constituye la cuarta historia independiente de la serie Criminal, publicada en España por Panini Comics
En tomos anteriores de la serie Criminal hemos visto historias de tipos duros metidos en los bajos fondos. Parece natural que éstos sean el foco al que mirar cuando uno se adentra en una narración sin concesiones como las que nos obsequia Ed Brubaker y nos plama Sean Phillips. Es por ello que la actual trama autoconclusiva, Mala noche, resulta particularmente interesante, ya que su protagonista, si bien está metido hasta el cuello en el hampa y en la sociedad de los suburbios, no es lo que se diría un tipo duro. Es, de hecho, un dibujante de cómics.
Sí, puestos a trasgredir, el tándem Brubaker - Phillips ha decidido tirar por una peculiar senda: los guiños cómplices al punto de contacto entre su profesión y el mundo que están diseccionando con tanto acierto. De este modo, de la mano de este particular artista lisiado dedicado a la confección de una tira periódica nos adentramos en una visión fresca y sorprendente de lo ya visto hasta el momento.
Como cabe suponer, su conocimiento del medio -tanto del criminalístico como del comiquero relacionado con el género negro: recordemos tiras dominicales como Rip Kirby o Dick Tracy- les ofrece las sólidas bases necesarias para experimentar con el desarrollo de la trama y los personajes de un modo memorable. El carácter inestable del protagonista, magníficamente retratado a medida que avanza la historia, termina de poner la guinda a uno de los arcos narrativos más enrevesados de la serie.
Éste hecho en concreto -el carácter enrevesado del guión- es un punto fuerte, a mi parecer, que quizás a algún lector le defraude en cierta medida. A diferencia de los planteamientos más bien lineales, a quemarropa, centrados en la acción, de otras entregas, aquí tenemos una historia que se enrosca sobre sí misma como una serpiente -e igualmente venenosa-, quizás más cercana a los primeros clásicos de novela negra.
Al mismo tiempo, los elementos exóticos no se limitan al reparto, y encontraremos detalles que involucran a las mafias orientales e incluso a los federales, lo que es un aliciente adicional más, y sin duda algo muy contemporáneo.
El trabajo gráfico de Sean Phillips sigue en la línea de anteriores entregas, con impresionantes juegos de luz y color y el habitual tono opresivo que tan bien le sienta a este tipo de tramas ancladas en el inframundo de las grandes ciudades. Como guindas, algunos homenajes a las tiras cómicas clásicas americanas nos sorprenden con la excusa de la profesión del protagonista, un modo simpático y muy eficaz de hacer un homenaje a los pioneros del género al tiempo que se entreteje una nueva historia.
Una nota algo oscura es la ausencia de los artículos de acompañamiento que disfrutamos en otros volúmenes de criminal. El apéndice se limita a un breve repaso de la serie Millenium, algo totalmente comprensible y en la línea del concepto original de estas incisos -hablar de temas de la actualidad de la novela negra en el marco de la serie- pero que deja un sabor agridulce después de los completos repasos leídos en otras ocasiones.
El resultado, no obstante, es un cómic que sigue la línea ascendente de una de las mejores series que se están editando en estos tiempos. Sin duda, Criminal es una obra a seguir, especialmente por los aficionados al género.
Autores
Ed Brubaker nació en 1966 en el National Naval Medical Center, Bethesda, Maryland, Estados Unidos. Su trabajo en el mundo del cómic ha sido galardonado con el prestigioso premio Eisner. Es conocido principalmente como guionista, labor que ha desempeñado en títulos como Batman, Daredevil, Capitán América, Iron Fist, Catwoman, Gotham Central, Sleeper, Uncanny X-Men and X-Men: Deadly Genesis, o The Authority, así como por revitalizar la novela negra dentro de esta disciplina.
Sean Phillips es un artista británico que trabaja como dibujante y entintador. Su trabajo más conocido ha sido realizado para DC en series como Sleeper, WildC.A.T.s, Batman o Hellblazer, así como dentro de la revista 2000 AD, en Judge Dredd Megazine y Straitgate.
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Muy buena reseña, queda poco por añadir. Efectivamente, Criminal bebe de Chandler, Hammett y Ellroy más que de cualquier autor de novela negra más lineal, cosa que a mí me encanta. Asimismo, me gusta cómo los personajes secundarios de tramas anteriores aparecen como protagonistas en ésta y viceversa, creando un universo propio de gran riqueza argumental. Y el otro punto punto fuerte del tomo es el inteligente juego metalingüístico que se establece entre el protagonista y su creación tebeística. Brubaker y Phillips están modelando, como el que no quiere la cosa, una colección memorable.