Fantasmagoría
Reseña de esta antología de José Luis Romero Campillos autopublicada en Bubok que lleva por subtítulo Relatos del lado oscuro
Reconozco que me gusta ir a la caza de autores, sobre todo de aquéllos que veo que, como yo, siente fascinación por las historias lúgubres. Es por ello que, un poco a la aventura, me hice con la antología que ahora reseño: Fantasmagoría, relatos del lado oscuro. El resultado fue bastante satisfactorio.
A pesar de que José Luis Romero Campillos tiene algunas muletillas que, formalmente, lastran sus textos (como el desbocado uso de los puntos suspensivos), lo cierto es que se adivina un autor con carácter propio y, sobre todo, un creador franco consigo mismo y con los lectores. Creo que con el paso del tiempo, cuando habrá terminado de pulir su estilo, nos brindará obras muy interesantes.
Fantasmagoría, en concreto, es una recopilación de textos, principalmente relatos, aunque incluye también incursiones en el mundo de la poesía y una novela corta, cuyo eje central común es una ambientación de inquietante melancolía. En sus páginas nos adentramos en historias que beben directamente de los clásicos del romanticismo, cuyos escenarios decimonónicos plasma el autor con mucha habilidad, pero reinventándolos en cierto sentido a través de la visión actual que tenemos ahora de los mismos.
Vampiros, fantasmas, mansiones, telarañas... todo ello con un ritmo pausado, que busca la ensoñación y el lado poético de la fantasía oscura, es lo que nos aguarda en esta Fantasmagoría. Y lo cierto es que, aun con sus imperfecciones, es un conjunto de ficciones que disfrutarán los amantes del género en su vertiente más gótica.
Autor
Nacido en Valencia y licenciado en Psicología. Desde joven ha manifestado un profundo interés hacia la literatura (Borges, Cortazar, Benedetti, Allende, Onetti, Matute, Saramago), pero siempre ha sentido una especial atracción por aquella que se ha venido enmarcando dentro de los géneros gótico y de horror (Poe, Lovecraft, W.H. Hodgson, S. Le Fanu, Anne Rice, J.A. Olivares Merino, Pilar Pedraza, etc.). De la confluencia entre estas lecturas, el visionado casi adictivo de películas clásicas del cine de terror, una sombría fascinación por la figura mítica del vampiro, las ambientaciones góticas y siniestras (tanto a nivel estético como musical), y, más recientemente, por las decadentes y melancólicas ilustraciones de Victoria Francés, surge su necesidad de revisitar el género a través de un conjunto de relatos, Fantasmagoría, y una novela corta Lágrimas de una eternidad carmesí.
Sinopsis
Una recopilación de relatos de corte decimonónico en los que palpita el terror y el romanticismo más clásico.
Edición
José Luis Romero Campillos
Bubok, 2007
Fresado
La combinación de ilustración indescifrable y colores incompatibles de la portada le dan un aire muy amateur. Creo que le hubiera venido mejor una presentación más sobria.
Conclusión
En la frontera difusa entre el terror y la fascinación José Luis Romero Campillos ha creado una serie de narraciones en las que percibimos una búsqueda poética y estética. Es en este campo, más que en el del horror, donde el autor consigue los mejores cuadros, aunque también nos reserve interesantes sorpresas en el otro campo.
La antología resultará del gusto de los lectores afines a las historias decimonónicas, quienes se recrearán en los escenarios aun a pesar de algunas fallas que no llegan a desestabilizar el meollo del conjunto. La franqueza del planteamiento de la obra y la pasión que el autor vuelca en ella son las dos bazas fuertes de la misma, y lo que la convierte en una obra sólida y, aun en su modestia, en una agradable lectura para quien se adentre en sus páginas.
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