El dragón de su majestad
Reseña de la novela de aventuras de Naomi Novik ambientada en unas particulares guerras napoleónicas fantásticas
“El dragón de su majestad” es un libro que tiene todos los elementos para que un lector con ciertas dosis de cinismo lo descarte de primeras: es el primero de una serie llamada Temerario (que es un elemento clave en los productos de mercadotécnia de Literatura Fantástica), tiene el respaldo de un buen marketing y una página web propia y, además, está escrito por una autora novel de la que no se sabe nada, Naomi Novik. Es una lástima, porque el libro es muy bueno y estos puntos pueden espantar a algunos lectores.
Ciertamente es una historia de aventuras sin demasiadas pretensiones y con un esquema clásico de desarrollo. Sin embargo, y a pesar de que la autora no sea una veterana, el libro derrocha profesionalidad y, lo que es más importante, unos cuantos puntos geniales.
La obra está ambientada en unas guerras napoleónicas en las que –he aquí el elemento de fantasía- los dragones existen. Lo primero que uno puede pensar es “pues vaya originalidad”. Y ciertamente combinar dragones con Trafalgar tampoco es que sea el invento del siglo. Lo que sí que es para descubrirse es el cómo la autora combina los dragones con las guerras napoleónicas.
La propia Naomi Novik reconoce la influencia de Patrick O’Brian en su obra, y sí que es cierto que ésta tiene reminiscencias de sus libros por todos lados. Sin embargo, no es simple refrito, como podría parecer, sino un buen cemento para unir las grandes piezas que plantea la autora: dragones y guerras internacionales de principios del siglo XIX.
De un modo totalmente genial, la autora nos presenta su escenario sin perderse en grandes explicaciones, enumeraciones kilométricas de nombres, ni fuegos artificiales varios. Por el contrario, nos vamos enterando de todo a través de la acción, de la aventura, y poco a poco vamos quedando deslumbrados por la coherencia del escenario y por la gracia que tiene éste.
El modo de vida de los capitanes de los dragones, la forma en la que éstos últimos se comportan (Temerario, el dragón que da nombre a la colección, es un ejemplo de lo bien que se puede retratar a un personaje no humano ganándose, al mismo tiempo, la empatía del público sin maniqueísmos), la manera en la que la sociedad se adapta a esta presencia extraordinaria (porque los dragones son enormes bestias que, en algunos casos, incluso escupen fuego), todo el entramado mitad histórico y mitad fantástico en definitiva, es un ejemplo de lo que puede dar de sí la literatura fantástica bien hecha.
En particular, me parece especialmente reseñable cómo ha resuelto la autora las batallas que implican dragones, los cuales llevan una tripulación a bordo muy adecuada a la mentalidad de finales del siglo XVIII. Sin duda, uno de los puntos clave de este libro y uno que hará las delicias de los aficionados a las novelas de Patrick O’Brian que aprecien también la fantasía coherente.
Autor
Naomi Novik es una ávida lectora de literatura fantástica desde que tenía seis años, cuando leyó por primera vez El Señor de los Anillos. Además, le apasionan la historia, especialmente la era napoleónica, y las novelas de Patrick O’Brian y Jane Austen.
Estudió literatura inglesa en la Universidad de Brown y realizó estudios de postgrado en la Universidad de Columbia antes de abandonarlos para participar en el diseño y el desarrollo del juego de ordenador Neverwinter Nights: Shadow of Undrentide. Después de pasar un breve invierno en Canadá trabajando en el juego, se dio cuenta de que prefería escribir a programar, y a su vuelta a Nueva York decidió probar suerte con las novelas.
Actualmente vive en Nueva York con su marido y seis ordenadores. Puedes seguirla a través de su blog: naominovik.livejournal.com.
Sinopsis
La maniobra de Napoleón de intentar conquistar Inglaterra en un ataque relámpago se acerca, pero esta vez el escenario de Trafalgar se nos presenta en un mundo poblado de dragones.
Edición
El dragón de su majestad
Colección Temerario
Naomi Novik
Editorial Alfaguara
Rústica
Conclusión
Que la literatura fantástica tiene mucho que decir todavía es algo que, gracias a Dios, nos recuerdan con cierta frecuencia numerosos autores, alguna vez los que menos hubiéramos creído. Naomi Novik pone de manifiesto en esta ocasión que no es necesario idear algo estrambótico para marcar la diferencia, sino que con una idea sencilla y buen oficio es más que suficiente.
Cuando Tolkien creó la Tierra Media, únicamente puso unos elementos que ya existían en un escenario propio y tejió unas cuantas historias con maestría. Los elementos que toma Naomi Novik tampoco son novedosos (guerras napoleónicas y dragones). Es su profesionalidad escribiendo la que da el toque mágico a su libro.
Sin duda, “El dragón de su majestad” es una magnífica novela de aventuras, con un buen escenario, un buen ritmo y una ambientación sólida en la que emplazar a unos personajes (en especial a los dragones) retratados a conciencia. Muy recomendable para los aficionados.
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