Es que lo subjetivo es tan bello, sólo por el hecho ya de ser subjetivo. Tu mensaje de hoy y ahora tu artículo me dan más ganas de pasearme por allí, bro. Así que por ahí iremos, cuando el tiempo y las barcas nos lo permitan. Y por cierto, rebienvenido a estos nuevos lares. Conciso y hermoso artículo.
Kalos. Tan cerca… Tan lejos
“La belleza es oscilante. Y, a veces, nos engaña”.
No es cuestión de medio. Es cuestión de arte.
¿Y qué es el arte? Búsqueda de la belleza.
¿Y dónde se encuentra la belleza? ¿Únicamente en nuestra mirada, en la educación que nuestra percepción estética haya recibido? ¿O existe, tal vez, más allá de ella y es esa educación o afinidad de espíritu simplemente el medio para descubrirla?
Cuestiones mayores. “Se ha filtrado a través de ti”, http://kalofila.blogspot.com/, es una senda artística en la búsqueda de cuestiones mayores. Su vehículo, un blog, uno de tantos diarios digitales predefinidos en los que lo audiovisual se entremezcla con el texto en un lenguaje de comunicación líquido y de enormes posibilidades. Porque, como hemos dicho, no es cuestión de medio. Es cuestión de arte.
Doble análisis de su doble título.
Por un lado, kalófila, la amante de la belleza (y decimos en femenino porque su perfil nos revela a una autora), la zahorí a la caza de lo hermoso en cualquier coto, sea éste la contemplación de una obra de arte y su extrapolación —por ejemplo, los posts “Intelectualismo, Intelectualidad, Intelectualoides”, “Momento Musical” o “Arrebatada”—; sea el recuerdo de un instante ya pasado, el hermosísimo “Ce n´est pas una image juste, mais juste une image”; o sea un autorretrato de las filias, fobias y dudas que despierta esta apasionante (y apasionada) aprehensión ontológica de lo bello —de nuevo, “Intelectualismo, Intelectualidad, Intelectualoides”; pero también, y sobre todo, la pentalogía “Sobre la belleza” (“Gestualidad”, “Seducción”, “Aroma”, “Pasión” y, por fin, su “Ontología”)—.
Por el otro, “Se ha filtrado a través de ti”. El diálogo se completa. El discurso y sus interlocutores contenidos en este díptico que define el propósito estético del diario. La conjugación de lo bello y de la mirada bella que tamiza (o crea) dicha belleza.
“Sólo existe la belleza en el ojo que mira […] Pues la belleza no está más que en uno mismo, en la educación de su mirada”.
Esta cita, contenida en el culmen de esa continua penetración que constituye el conjunto “Sobre la belleza”, revela una conclusión, triste y coherente. ¿Pero verdadera?
Lo fascinante de esta exploración continua sobre los motivos estéticos se encuentra en la mutabilidad constante de los valores con los que se juzgan que son, a su vez, consecuencia directa de la cambiante experiencia humana que define al individuo. Tras hacer cuenta de cómo los colores con los que se visten diversos aspectos de la belleza —“Gestualidad”, “Seducción”, “Aroma”, “Pasión”— se filtran por el tamiz de su mirada, la autora concluye en una destrucción y cuestionamiento de todos y cada uno de ellos. Y lo logra, precisamente, no cuestionando la realidad filtrada y devuelta en su plenitud estética. No, el cuestionamiento es el propio tamiz, el filtro empleado para enjuiciar la belleza. La mirada.
Así, “Se ha filtrado a través de ti” cobra su verdadero sentido y la búsqueda de kalófila, no conclusa, sí alcanza la madurez de su definición. Si la belleza sólo se encuentra en quien mira, sí, en efecto, la realidad es una corriente amorfa y vana cuyo poso sólo brilla con el resplandor de las gemas en aquellos filtros a quien Kalos ha dotado con el poder de la percepción, su terrible conclusión resultaría tan pesimista como solitaria.
Pero siempre queda la duda de que esa belleza inmutable y canónica exista más allá de la mirada. Incluso, en su ausencia.
Esa duda es la mejor de la esperanzas.
“¿Y cómo podemos conseguir saber todo eso? Pues es fácil, observándonos a nosotros mismos y, sobre todo, a nuestro alrededor”.
Observemos.
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Durante un tiempo, no hace demasiado, este asunto me interesó, y mucho. Todo el tema de la estética y la percepción de la realidad me pareció fundamental. Luego lo dejé de lado. Sabiendo que nuestra percepción es subjetiva, que depende de nosotros, de la subjetividad social, familiar, cultural, etc, me dejé lelvar y ahora me dedico a disfrutar y jugar con esas subjetividades. Como todo depende del cristal y lo tengo claro disfruto del que tengo y juego con los reflejos.
Como nota adicional, y sabiendo que el concepto de mirada está empleado de manera genérico, me gustaría señalar que la percepción de nuestro entorno puede ser visual, auditiva o kinestésica, teniendo todos parte de cada una, pero por lo común una predomina, por ello es dificil, aún siendo consciente de este hecho, que observando a nuestro alrededor consigamos saber todo lo que desearamos.
mascuentocalleja.blogspot.com