Cacería humana en Tatooine
Comentario sobre este antiguo módulo para Star Wars, una pequeña joya que recomiendo agenciarse al que tenga la oportunidad
Éste fue unos de los primeros suplementos de Star Wars que apareció por mi ciudad, si no el primero. Fue publicado en castellano en 1991 por Joc Internacional y era un módulo que giraba en torno a una única aventura. Lo que más llamaba la atención era lo fino que era –contaba con 32 páginas-, lo que le daba cierto aspecto de revista y un precio relativamente asequible (1.500 pelas de entonces si no me falla la memoria).
Viendo la portada y la escasez de material que había en aquella época, en la que como mucho disfrutábamos de una serie extravagante de cómics publicada por Forum, en el precio no parecía para nada elevado. Creo que para muchos aficionados al universo de Star Wars, Tatooine ha sido siempre el paradigma de la aventura, y Mos Eisley su Meca.
Es cierto, no obstante, que el tema venía con trampa hasta cierto punto. Cualquiera que haya visto el “Imperio Contraataca” podrá creer reconocer en la cubierta del módulo a unos cuantos famosos cazarrecompensas. Bueno, en realidad no son ellos, pero poco importa. Del mismo modo que muchos creíamos en gran medida desperdiciada la intervención de estos carismáticos y peligrosos buscavidas, casi todos tendremos que convenir que el efecto psicológico de tener en tu propia aventura a semejante cuadrilla como rivales no deja de ser inquietante. Con el título del módulo, se pueden sumar dos y dos, y reconozco que, desde el mismo momento en el que nos sentamos a jugarla, la inquietud nos acompañó.
Sí, “Cacería humana en Tatooine” es precisamente eso: la caza de un ser humano. Aunque los jugadores creímos en un primer instante que nosotros íbamos a ser las presas, lo cierto es que el guión cambia un poco. El objetivo de la misión es un tal Adar Tallon, tras cuya pista van una serie de cazarrecompensas a los que los aventureros tendrán que adelantarse, evitando al mismo tiempo convertirse ellos mismos en las nuevas presas o en simples daños colaterales. Para complicar las cosas, el propio Tallon no está al corriente del carácter benéfico de los PJs, quienes, al menos en nuestro caso, no tenían mejor aspecto que sus antagonistas.
Con tanto exceso de depredadores en un planeta desértico, para más INRI habitado por Jabba el Hutt, unos cuantos incursores colmilludos y algunos destacamentos de imperiales –no podían faltar en la fiesta-, la experiencia de “Cacería humana en Tatooine” resultaba inolvidable.
Era aventura por los cuatro costados, intriga sin descanso, ambientes siniestros y variopintos –no en vano se incluía un mapa desplegable de la famosa cantina de Mos Eisley del tamaño perfecto para las figuritas oficiales de plomo que mi hermano tuvo a bien comprar-, acción y una trama bien tejida. En definitiva, todo lo que un grupo de aventureros duros –para la denominación Star Wars- pudiera desear.
Creo que en este módulo se dan cita unos cuantos grandes aciertos. El primero es retomar el escenario de Tatooine, uno de los más emblemáticos de la saga y uno de los que más juego da a nivel de aventuras sucias. El segundo fue dar una segunda oportunidad a los cazarrecompensas, que pasaron sin pena ni gloria por “El Imperio Contraataca”; así, aunque al final uno descubra que no son los que parecían, siguen dando mucho color y fuerza a la aventura. Y el tercero y el definitivo es el haber conseguido montar una trama consistente, fuerte y no lineal –en apariencia- con la que permitir a los jugadores disfrutar de todas las maravillas previamente citadas sin perder un ápice del sabor que tiene que tener toda aventura de rol, donde, a fin de cuentas, es a los jugadores a los que les toca ser los protagonistas de turno –permitiéndose, como es natural, las frases fantasma de rigor-.
En conclusión, un sobresaliente a esta pequeña joya que, espero, no tarden en reeditar para la nueva versión del juego. A los que puedan hacerse con ella, sólo cabe la recomendación de hacerlo.
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