Glory
Hablamos de la epopeya bélica de Edward Zwick ambientada en la Guerra de Secesión
Glory es una de esas películas bélicas que, aun siendo impecables en el aspecto militar, de acción, de tensión narrativa en torno a la guerra propiamente dicha, tienen quizás incluso más valor por el trasfondo que presentan, por todo lo que está alrededor y que justifica (o explica) poner el foco en el conflicto, el combate y la muerte. Es una película que nos narra las vicisitudes de la primera unidad de combate constituida por hombres negros en el ejército de la Unión para luchar durante la Guerra de Secesión contra la Confederación.
Como es evidente, una parte clave de la historia es el encaje de este proyecto dentro del contexto global de la época. Aunque a día de hoy se tiende a simplificar el asunto, lo cierto es que el casus belli no vino provocado propiamente por la propuesta de abolición de la esclavitud, aunque se haya terminando considerando el punto más importante del conflicto, y dentro del propio Norte la igualdad, tanto teórica como práctica, entre blancos y negros estaba lejos de ser una realidad, o incluso un concepto compartido por todo el mundo.
En este sentido, Glory es una película muy honesta. No busca idealizar sino retratar este momento histórico con sus duras contradicciones. Así, del mismo modo que vemos a idealistas que creen y luchan por unos ideales, nos encontramos también oportunistas, cínicos, descreídos, escépticos, paternalistas... y toda la gama de posturas que cabría esperar al respecto. El método para mostrarlas es presentar un elenco amplio de protagonistas y secundarios, interpretados todos ellos por actores muy inspirados, algunos de los cuales se han convertido con el tiempo en auténticas estrellas, como Morgan Freeman o Denzel Washington.
De esta manera, Glory es una obra coral. Es también una obra dura. Y franca. El eje central es el oficial, blanco y de buena familia, cómo no, encargado de comandar esta particular unidad, el cual está interpretado por Matthew Broderick. No es en absoluto un hombre fuerte, sino alguien traumatizado y lleno de dudas que quiere hacer las cosas bien y no sabe ni siquiera cómo. El contrapunto lo dan tanto sus amigos de infancia como la soldadesca de base, nuevos reclutas con poco que perder y curtidos veteranos. Entre todos forman un crisol de esperanzas de difícil encaje que da pie a escenas memorables a lo largo de la película.
Esta está estructurada como tantos otros filmes bélicos en torno al entrenamiento y el crecimiento de la unidad, a su búsqueda de una identidad y una motivación que los conduzca a avanzar hacia su objetivo final, y concluye, como no podía ser de otra manera, con una apoteósica batalla final que termina de poner los puntos sobre las íes.
De esta manera, Glory es una película que funciona muy bien en muchos niveles. La ambientación histórica es más que mero decorado: está muy bien trabajada, tanto estéticamente como en cuanto a contenidos, huye del maniqueísmo sin por ello renunciar al homenaje y da sentido a toda la narrativa. Esta, por su parte, tiene un ritmo formidable, puntuado de escenas memorables, de diálogos de gran calado y reposa con acierto con un reparto amplio y muy bien interpretado de personajes. La puesta en escena, fotografía, música, coreografías de combate y demás están al nivel de cualquier gran producción bélica de la época, e incluso posteriores.
Con estos elementos, es una obra de gran interés que bien merece ser descubierta. Méritos no le faltan, tanto propios como por el tema que aborda, a mi parecer, con mucho acierto.
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