El misterio de Salem's Lot
Reseña de la novela de Stephen King publicada por Plaza & Janés
El misterio de Salem's Lot es, quizás, la primera novela emblemática de Stephen King que he leído, algo atípico, sin duda, en un escritor de terror de mi generación. Lo advierto porque en lo que se refiere al rey del terror contemporáneo, he empezado la casa por el tejado (cuando lo suyo hubiera sido echar un vistazo al sótano), siempre con un cierto escepticismo, ese típico de la gente que oye hablar maravillas de algo de lo que no se siente partícipe. Ha sido solo muchos años después que he empezado a indagar en la obra de un autor que, sin duda, ha marcado a una generación completa.
La historia de la novela no me resultaba ajena. Aunque mis padres no me dejaban ver películas (ni mucho menos series) de terror, siempre te acababas enterando de algo por el colegio o los anuncios. Así, recuerdo algunas míticas escenas de su adaptación televisiva, como la de la ventana, y ya fueron tan sugerentes que me marcaron, sin duda, incluso sin haber disfrutado de la obra completa.
A pesar de todos estos elementos en contra, he de decir que El misterio de Salem's Lot me ha parecido una gran novela. Si se hace un resumen del contenido, no parece tener nada que justifique ni su fama ni su éxito: se trata, ni más ni menos, de una historia de vampiros ambientada en un pueblo “normal” de Estados Unidos en los años '70. A día de hoy, nada sorprendente ni, en apariencia, novedoso.
En ocasiones he oído decir que la gracia de Stephen King es que empezó a hacer horror de supermercado. No porque sus novelas se vendan como churros al lado de las tabletas de chocolate, sino porque acercó los mecanismos del horror clásico a escenarios no solo contemporáneos (algo que ya preconizaba M.R. James), sino a una rutina vital, la de las personas que tiene una vida corriente, los llamados ciudadanos de a pie. Tu vecino, vaya. Y tú mismo. Los vampiros dejan, por lo tanto, de ser cosas de VanHelsings y caballeros británicos de siglos remotos, para pasar a ser un peligro que puede también tocarnos al ir al instituto, sorprendernos cuando echamos unas cervezas en el jardín, trastocar la paz banal de nuestra tranquila y confiada comunidad.
Ese es, sin duda, uno de los elementos clave en El misterio de Salem's Lot, y algo que tiene mucho interés para los interesados en la historia y la evolución de la literatura de terror. Es una transposición de época y contexto de Drácula, en cierto sentido. Sin embargo, es solo parte del encanto de la novela.
El resto de las claves están en su prosa ágil, de una eficacia sorprendente, que engancha y arrastra al escenario con una facilidad difícil de explicar. Stephen King se muestra, en primer lugar, un gran autor costumbrista, capaz de hacer un cuadro interesante y absorbente de lo que no es más que el ordinario día a día de miles de personas (seguramente millones). Tiene esa gracia que permite captar la magia que hay en lo cotidiano y compartirla con el lector. Luego lo adereza con un sentido muy agudo del suspense, que logra mantener la tensión mientras va cociendo a fuego lento la trama, hasta que te conduce al diabólico final.
Gracias a ello, El misterio de Salem's Lot sigue siendo una novela absorbente y muy entretenida, una muy buena historia de vampiros, sin giros sorprendentes según los cánones de hoy en día, pero muy bien construida y muy bien ejecutada. Sin duda, justifica el que se haya subido a Stephen King a un pedestal, un podio o un trono, como lo queráis llamar. Muy recomendable.
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