Novedades Marvel mayo - julio I
Cierres, nuevas etapas, experimentos y whodunits universales
Nova: Infinito
La breve y temible estancia de Jeph Loeb al frente de Nova se limitó solo a su primer volumen, tras el cual Zeb Wells tomó las riendas de la colección. El nuevo guionista, ligado de forma intermitente a Spiderman, es el tipo de autor que nunca termina por destacar, a pesar de que la lectura de sus trabajos suela resultar agradable y fresca. Estos calificativos encajan a la perfección con el perfil de Nova. Los números de los que se ocupa, que coinciden con el cruce con Infinito, son tan divertidos como intrascendentes y no aportan apenas volumen a lo ya planteado por Loeb. De Gerry Dugan, el sucesor de Wells y guionista de Masacre, esperamos bastante más, conociendo sus divertidos antecedentes. Acompañando a Wells y a Dugan tenemos a Paco Medina, un sosias de McGuinness que sigue haciendo de esta colección una de las más cuquis de todo el catálogo Marvel.
FF: Desmadre familiar
Los Cuatro Fantásticos de Matt Fraction, lo hemos dicho muchas veces aquí, fue la mayor decepción de todas las nuevas colecciones de Marvel Now!. Pocas veces se ha visto un ejemplo tan evidente de guionista desganado en caída libre, y menos aún en una cabecera tan importante como esta. No obstante, a Fraction se le notaba mucho más estimulado en el hermano pequeño de aquel título, FF, junto a Mark Bagley. Esta sensación se mantiene en el segundo y último volumen de la colección. Es cierto que, de los ocho números incluidos en Desmadre familiar, en solo tres aparece Fraction como guionista en solitario -el resto los firmará junto con Mike Allred y su hermano Lee-, pero no se aprecia el hastío que destila su trabajo en Los Cuatro Fantásticos. FF está conectada con el trabajo insensato de Kirby y Lee, hay cariño por estos personajes y ganas de exprimir al máximo la propuesta de la colección. Y también sale el Hombre Imposible y su adorable hijo, que justificarían por sí solos la compra de este volumen.
Veneno: la tierra donde moran los asesinos
Termina aquí una de las series más interesantes y menos conocidas de Marvel de los últimos años. Primero Rick Remender y después, tras un par de cruces olvidables, Cullen Bunn han conseguido dotar a Veneno de un relieve que nunca había poseído. Era una tarea difícil, máxime cuando el personaje había cambiado tanto, tantísimo, desde su origen. En este último volumen, Bunn enfrenta a Flash Thompson con un líder criminal de Filadelfia que ha reclutado a algunos recurrentes mercenarios para acabar con él y culmina la serie con la trama de Hellstrom, para lo que se trae bajo el brazo a Calavera y sus secuaces, a los que ya había tratado en Miedo Encarnado: El día después. Entre medias, Bunn se saca de la manga a Manía, una improbable sidekick de Veneno de diseño perezoso (dejémoslo ahí) que apenas tiene tiempo para desarrollar un potencial en el que el guionista parecía confiar. En efecto, en el texto con el que se despide de la serie, Bunn lamenta no haber tenido la oportunidad de hacer realidad algunos de los planes que tenía en mente para Veneno. Justo como lo que le ocurrió con Lobezno. Una mala costumbre por parte de Marvel, sin duda, que nos deja huérfanos de ideas tan majas como ese Veneno-móvil que plasma con especial gracia Pepe Larraz.
Salvaje lobezno 36-38
La colección principal de Lobezno toma aire en mitad de la trascendental etapa de Paul Cornell y la edición española pasa se dedica unos meses a Savage Wolverine, que recibe durante un puñado de números a Jock, Phil Jimenez y Richard Isanove como autores completos. Tres dibujantes (o dos dibujantes y un colorista) que presentan otras tantas historias muy diferentes entre sí. Jock plantea un relato de ciencia ficción con ecos de La Carretera en la que Lobezno aparece en un planeta desconocido y se encuentra con un chico que alguien ha enviado a su encuentro. La historia, que parece que hemos leído mil veces, se camufla con el estupendo dibujo de Jock, el más impresionante de los tres. Phil Jimenez se lleva a Logan a Madripur a investigar el rastro de unos cazadores furtivos. Esta historia, que Jimenez escribió junto a un activista llamado Scott Lope, resulta la más emotiva y compleja de las tres, situando a Logan en una difícil situación ante Tygre. Por último, Richard Isanove narra una historia de Lobezno en los años 30 y, aunque concluirá en el próximo número, sí parece la más floja de las tres tanto en guión como en dibujo.
Origen II: 3-5
Kieron Gillen concluye la segunda miniserie dedicada al origen de Lobezno con un elegante juego de manos que, no obstante, puede interpretarse como un ejercicio de habilidad o como una tomadura de pelo. No queremos revelar aquí el desenlace de la historia, pero sí diremos que sonreímos al ver el truco empleado por Gillen. El hecho de que todo lo anterior nos pareciese mejor que la serie original (incluido el dibujo de Adam Kubert y un tratamiento excepcional del personaje del futuro Mister Siniestro) ayudó a que en ningún momento nos sintiéramos estafados, sino todo lo contrario.
Inhumano 1-2
Ya hemos hablado arriba de la espantada de Matt Fraction. Aquí tenemos el último de los daños colaterales. El creador de Casanova iba a ser el encargado de llevar a los Inhumanos a un nuevo estatus después de los hechos ocurridos al término de Infinito. Sin embargo, su propuesta no debió concordar demasiado con lo que tenían en mente en Marvel, de manera que Fraction acabaría encargándose solo de un par de especiales centrados en los habitantes de Attilan, mientras que la serie abierta acabaría recayendo en Charles Soule. Lo cierto es que los dos cómics escritos por Fraction (y dibujados por Coipel y Bradshaw, casi nada) permiten atisbar que estábamos ante el Matt Fraction entonado de los mejores momentos. Pero también hay que decir que Soule (junto a Joe Madureira) parece que tiene una idea interesante en la cabeza, que quiere desarrollar sin prisas. Permaneceremos atentos.
Vengadores reuníos 21-22
Aquí termina la más intrascendente de todas las cabeceras dedicadas a Los Vengadores, que empezó como un vehículo disimulado que llevara a Bendis a guionizar Los Guardianes de la Galaxia y que, tras ello, acabó derivando en algo ligero, entretenido y, en el fondo, soso, por mucho empeño que le pusiera Kelly Sue DeConnick. La llegada de Warren Ellis como coguionista hace que todo se mueva un poco más rápido y se afilen los diálogos, pero el destino del título estaba claro desde hacía tiempo.
Pecado Original 0
Apenas hemos terminado con Infinito y ya estamos ante el nuevo evento de Marvel, así de potente va la locomotora de la editorial en los últimos tiempos. Si la historia ideada por Hickman resultaba atípica por mezclar dos amenazas diferentes en una, Pecado Original llama la atención por su naturaleza de whodunit superheroico. En este número 0, del que se encargan con su soltura habitual Mark Waid y Jim Cheung, tenemos el prólogo típico en estos títulos, que se centra en la relación entre el nuevo Nova y el Vigilante, una amistad que se verá truncada de forma brusca en el siguiente número.
- Inicie sesión para enviar comentarios