Todavía no. Los voy leyendo en una edición integral en inglés que sacó Bantam Classic por cuatro duros. El perro de los Baskerville es mi historia preferida, pero creo que solo la leí en uno de estos libros mutilados para aprender inglés en el instituto... Tengo ganas de descubrir el original.
El signo de los cuatro
Reseña de la novela de Arthur Conan Doyle protagonizada por Sherlock Holmes
El signo de los cuatro es una novela que guarda bastantes paralelismo con Estudio en escarlata más allá del modo en el que se presenta a Sherlock Holmes, protagonista indiscutible y auténtico motor, y de cómo se resuelve la trama. Ambas son historias en las que los fantasmas del pasado vuelven a saldar cuentas pendientes y los escenarios exóticos tienen un peso específico que permite, hasta cierto punto, mezclar la naturaleza policíaca de esta saga con el género de aventuras.
En El signo de los cuatro, sin embargo, la ruptura entre ambos escenarios es menos traumática: la parte de la historia que se desarrolla en el misterioso Oriente extiende su sombra con más acierto y aplomo en la zona británica, lo que da un colorido adicional a la narración y aumenta esa sensación de aventuras, muy bien conjugada con el elemento de suspense. Gracias a ello, se palpa cierto peligro, y los detalles ambientales ganan enteros.
Así, lo que es un caso a priori ingenioso pero más bien clásico dentro de los conocidos como de «crimen en habitación cerrada» se va convirtiendo en una historia laberíntica sobre la que se percibe la sombra de un terrible asesino y donde se conjugan muy bien los elementos victorianos con las notas de color exótico de las colonias. Además, es una novela que invierte en el desarrollo de fondo de los personajes, sobre todo en el narrador —James Watson, cuya situación personal se ve marcada por el caso, lo que permite algunas notas de romanticismo en la trama y generar mayor empatía con el lector—, con lo que da una mayor profundidad a la novela y a la saga.
El desarrollo de la historia concreta es más bien pausado —tiene un ritmo muy propio de las novelas del siglo XIX, con sus digresiones y sus recreaciones— pero, al mismo tiempo, mantiene bien la tensión y el interés. No existe esa falla estructural que se percibía en Estudio en escarlata, quizás deudora de las propias exigencias del folletín, lo que ha hecho que envejezca de un modo envidiable.
Con estas bazas, El signo de los cuatro es una novela de gran interés: una ventana abierta al mundo victoriano que viene amenizada con detalles muy llamativos de trasfondo y escenario, una pieza relevante dentro de la génesis del tándem Holmes – Watson y, finalmente, una historia llena de ingenio. Una lectura recomendable, vaya.
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Tengo que releerla de nuevo. Me encanta Sherlock. Aunque mi favorita y a mucha distancia es El Sabueso de Baskerville. ¿Todavía no has publicado la reseña, no?
Bastante inútil